Hallazgo en México

Descubrimientos en la aldea prehispánica de Chak Pet, en la costa del golfo de México

El INAH ha recuperado 84 objetos prehuastecos del 500 a.C. al 200 d.C. en la antigua aldea prehispánica de Chak Pet, en el puerto de Altamira, al sureste del estado de Tamaulipas

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Foto: INAH Tamaulipas

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Figurillas de Chak Pet

Figurillas excavadas en la antigua aldea prehispánica de Chak Pet, en el puerto de Altamira.

Foto: INAH Tamaulipas

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Figurillas de barro

Los arqueólogos han descubierto más de 150 figurillas de barro de tipo hueco y Pánuco C, algunas fragmentadas y otras completas.

Foto: INAH Tamaulipas

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Figurilla hueca

Figurilla hueca de la aldea prehispánica de Chak Pet.

Foto: INAH Tamaulipas

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Ofrenda ritual

Figurilla prácticamente completa, probablemente perteneciente a una antigua ofrenda ritual.

Foto: INAH Tamaulipas

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Posible entierro

Los arqueólogos piensan que las figurillas formaban parte de una posible ofrenda ritual para un personaje que podría estar sepultado en ese lugar.

Foto: INAH Tamaulipas

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Hallazgos arqueológicos

Cerámica, figurillas, puntas de flecha y objetos de piedra verde, entre otros hallazgos arqueológicos.

Foto: INAH Tamaulipas

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Cerámica Prisco Negro

Los 84 objetos prehuastecos incluyen seis vasijas de cerámica casi completas del tipo Prisco Negro, que perduró durante 500 años y que es de acabado fino pero muy frágil.

Foto: INAH Tamaulipas

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Ornamento

Los arqueólogos han hallado diversos ornamentos hechos en caracol, concha y hueso.

Foto: INAH Tamaulipas

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Punta de flecha

Punta de flecha de época prehuasteca.

Durante las últimas cuatro semanas, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México ha recuperado 84 piezas arqueológicas del 500 a.C. al 200 d.C. en la antigua aldea prehispánica de Chak Pet, en el puerto de Altamira, al sureste del estado de Tamaulipas y en la costa del golfo de México. Los 84 objetos prehuastecos incluyen seis vasijas de cerámica casi completas del tipo Prisco Negro, que perduró durante 500 años y que es de acabado fino pero muy frágil, además de objetos de piedra verde, hueso y concha entre los que destacan un pectoral de caracol y un pendiente que fue tallado en la costilla de un animal marino como un manatí o una ballena, según reveló el INAH recientemente.

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El arqueólogo Gustavo Ramírez Castilla, del Centro INAH Tamaulipas y coordinador del proyecto de Salvamento Arqueológico Puerto Altamira, ha explicado que el pectoral de caracol es una pieza relevante porque es de finales del Preclásico o del Clásico Temprano, cuando este tipo de objetos normalmente está asociado a la cultura huasteca posclásica. Por tanto, los huastecos, asentados en el lugar hacia el año 1000, pudieron haber reproducido objetos de poblaciones anteriores sin que tuvieran una relación biológica, lingüística o étnica con esas poblaciones. Respecto al pendiente tallado en la costilla de un animal marino dice que "la pieza es muy bella, tiene labrado el perfil de un personaje con tocado".

Los huastecos pudieron haber reproducido objetos de poblaciones anteriores

A este lote de piezas se suma el descubrimiento de más de 150 figurillas de barro de tipo hueco y Pánuco C, algunas fragmentadas y otras completas, fechadas entre el 100 a.C. y el 200 d.C., la fase más tardía del sitio Chak Pet. Las figurillas estaban colocadas siguiendo un patrón circular, por lo que los arqueólogos piensan que formaban parte de una posible ofrenda ritual para un personaje que podría estar sepultado en ese lugar. Con esta concentración de figurillas, el INAH habrá recuperado más de 200 piezas en poco menos de dos meses. Por último se han recuperado puntas de flecha, piedras de sílex sin trabajar y otras trabajadas a medias, además de lascas de obsidiana, diversos ornamentos hechos en caracol, concha y hueso, y objetos suntuarios de piedra verde, posiblemente transportados desde Guerrero, Chiapas o Guatemala.

Ramírez Castilla ha dicho que el origen étnico y cultural de la población téenek o huasteca sigue siendo un misterio; y de ahí la importancia de las excavaciones en Chak Pet, porque es la primera aldea anterior a los huastecos que se estudia de manera extensiva en la Huasteca septentrional, mientras que el resto de sitios ampliamente investigados son huastecos del Posclásico.