podcast

Podcast

Representaciones animales y humanas pintadas en rojo en el interior de la cueva de Chufín.

Diego Garate
representaciones animales y humanas pintadas en rojo en el interior de la cueva de chufin 371305d5 230731150030

representaciones animales y humanas pintadas en rojo en el interior de la cueva de chufin 371305d5 230731150030

Representaciones animales y humanas pintadas en rojo en el interior de la cueva de Chufín.

Diego Garate

Desenterrando el pasado: episodio 50

Descubriendo el arte de Chufín, una cueva cántabra llena de secretos

En el norte de la Península Ibérica, encontramos una región con más de 150 cuevas. Una de ellas es Chufín, la cual alberga numerosas pinturas rupestres que nos hablan de cómo vivían nuestros antepasados en la prehistoria.

En el norte de la Península Ibérica, encontramos una región con más de 150 cuevas. Una de ellas es Chufín, la cual alberga numerosas pinturas rupestres que nos hablan de cómo vivían nuestros antepasados en la prehistoria.

representaciones animales y humanas pintadas en rojo en el interior de la cueva de chufin 371305d5 230731150030

representaciones animales y humanas pintadas en rojo en el interior de la cueva de chufin 371305d5 230731150030

Representaciones animales y humanas pintadas en rojo en el interior de la cueva de Chufín.

Diego Garate

ESCUCHAR EL CAPÍTULO EN IVOOX:

ESCUCHAR EL CAPÍTULO EN SPOTIFY:

ESCUCHAR EL CAPÍTULO EN APPLE PODCAST:

TRANSCRIPCIÓN DEL PODCAST

Hoy encendemos nuestras antorchas y nos adentramos en las oscuras profundidades de la tierra, ahí donde la luz no alcanza. Sí, viajamos a Cantabria, al norte de la península Ibérica, para penetrar en la cueva de Chufín e investigar todos sus secretos.

En este capítulo, indagaremos acerca de quienes habitaron esta cavidad natural, y cuándo lo hicieron, y descubriremos también los grabados y pinturas que adornan algunas de las paredes de la cueva. Además, haremos espeleología y su vertiente más antigua: la paleo espeleología. Y de postre, averiguaremos más sobre las técnicas modernas que permiten a los arqueólogos abordar el estudio de estas maravillas subterráneas.

Para saber más

Cueva de Chufín

Estudio de la cueva de Chufín

Leer artículo

Como de costumbre, averigüemos un poco más sobre nuestro investigador de hoy. Él es Diego Garate, y dirige el proyecto que nos atañe.

Diego es Doctor en arte parietal paleolítico por la Universidad de Cantabria, donde en la actualidad es profesor de Prehistoria. Durante años ha integrado la plantilla del Museo Arqueológico de Bizkaia. Ha dirigido numerosos proyectos de investigación, con especial influencia en el área cantábrica y pirenaica donde, además, coordina prospecciones sistemáticas para la localización de cuevas decoradas inéditas.

El proyecto de nuestro capítulo de hoy está financiado por la Fundación Palarq y por el gobierno de Cantabria, y forma parte de un proyecto más amplio que engloba también la vecina cueva de Micolón. El objetivo de la misión, de hecho, es renovar la información sobre ambas cuevas que fueron descubiertas en los años 70, pero cuyo estudio no ha gozado de la necesaria continuidad.

Podríamos decir que, desde su descubrimiento y la primera investigación que se realiza, la cueva queda bastante desatendida por los investigadores. Cabe mencionar que hay más de ciento cincuenta cuevas decoradas en la región Cántabra, bastantes más que arqueólogos; así que suponemos que no es una cuestión de desidia, si de falta de personal.

 

Figuras de ciervas grabadas con trazos profundos en el exterior de la cueva de Chufín, en Cantabria.

Figuras de ciervas grabadas con trazos profundos en el exterior de la cueva de Chufín, en Cantabria.

Figuras de ciervas grabadas con trazos profundos en el exterior de la cueva de Chufín, en Cantabria.

Diego Garate

A pesar de la desatención de los investigadores, los conjuntos de arte rupestre de la cueva son icónicos del arte Cantábrico y fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008.

Pero volvamos a nuestro cauce. ¿Dónde se encuentra exactamente la cueva de Chufín?

“Pues la cueva de Chufín se sitúa prácticamente en el centro de la región Cantábrica, pertenece a la Comunidad Autónoma de Cantabria, pero está ya muy cerquita con la frontera con Asturias Y está hacia el interior, está pues a una veintena de quilómetros de lo que hoy en día es la línea de costa. Es decir, está en el centro del meollo de lo que consideramos el arte rupestre Cantábrico. Es una cueva que se encuentra en la parte interior de la cuenca del río Nasa y está además en la confluencia del río Lamasón con el Nasa, digamos que es una zona geoestratégica, que tiene un control visual del entorno y del valle muy importante".

Un poquito como los castillos y fortalezas medievales, que se construían sobre riscos para tener un control del espacio privilegiado. Cambian las épocas, pero no las ocurrencias.

HACE MÁS DE 25.000 AÑOS...

Bien, hablando de épocas, descubramos la cronología de la cueva de Chufín. Bueno, más que cronología, cronologías, porque la mayoría de las cuevas son lugares de ocupación que se suceden en el tiempo. Es decir, no se habitan un único momento si no que los humanos han vuelto a las mismas cuevas durante milenios y milenios. En el caso de Chufín, su ocupación comenzaría hace unos 25.000 o 30.000 años. Apenas hace un ratito. Luego veremos más sobre esto de las múltiples cronologías estas cronologías.

Ahora que ya nos hemos situado tanto en el tiempo como en el espacio, adentrémonos en las profundidades de la tierra para descubrir los secretos que durante milenios ha guardado la cueva de Chufín.

Como hemos mencionado antes, la cueva fue originalmente descubierta en el año 1972 por Manuel de Cos, sus hijos y el guarda del embalse cercano Primo González y, si bien, todos ellos se toparon con las primeras pinturas rupestres halladas en la cueva, quién desarrolló el primer estudio de la cavidad fue Martín Almagro, director del Museo Arqueológico Nacional. En esta primera incursión de estudio que hizo Almagro, se localizan otras pinturas y buena parte de los grabados conocidos en la cueva (no os preocupéis que luego hablaremos largo y tendido sobre ellos). Además, también se cerró la cavidad para la protección de las manifestaciones artísticas.

La secuencia arqueológica de la cavidad se inició un par de años más tarde de su descubrimiento, y estuvo a cargo de Victoria Cabrera y Federico Bernardo. Estos investigadores abrieron dos sectores de excavación y sus resultados fueron desiguales y poco definitorios. Cabe destacar que, 40 años después, las nuevas tecnologías han permitido hacer aproximaciones a los sitios arqueológicos mucho más ricas. Más adelante en nuestro camino descubriremos cómo las han aplicado Diego y su equipo.

El caso es que nuestros investigadores contaban con retazos de informaciones recabadas en esas primeras incursiones y, dispuestos a ir completando el puzle empezaron con las nuevas excavaciones de la cavidad en 2021.

¿Y cuáles son los hallazgos que han hecho? En el caso de Chufín, se ha encontrado que, en la parte más exterior de la cueva, esta donde se abrieron las primeras zanjas en los 70, hay dos niveles de hábitat, cada uno con una cronología distinta correspondientes a esos diferentes periodos de ocupación de la cueva de los que hablábamos antes. Diego nos cuenta más sobre estos dos momentos:

“Uno de esos momentos sería de ese inicio del Paleolítico superior, todavía no lo tenemos muy bien definido porque no tenemos todavía resultados de dataciones radiocarbónicas. Por el material que aparece, es decir por las herramientas de sílex, de cuarcitas, de otro tipo de rocas muy diversas que aparecen en el yacimiento, nos da la sensación, bueno pues que estaríamos entre unos 25.000 30.000 años.

Posteriormente, digamos encima de ese nivel arqueológico tenemos otro nivel mucho más característico, mucho mejor definido, mucho más rico en materiales arqueológicos. Es decir, una gran cantidad de restos de fauna, de herramientas de piedra y que se correspondería a lo que conocemos como el Máximo Glacial, es decir, el periodo más frío de la última glaciación , hace unos 20.000 años. Y sabemos que en ese momento la cavidad está ocupada de manera muy intensa por los humanos”.

Así que hubo varios periodos de ocupación, siendo este último, el de hace unos 20.000 años, tan intenso, que su producción de sedimentos casi colmata la entrada de la cueva, hasta el punto de que casi no se puede entrar en la cavidad. De hecho, cuando la descubren en los 70, acceden a ella arrastrándose.

Parece ser que estos dos momentos de ocupación no son los únicos que ha tenido la cueva pues en su parte interior han descubierto cierto material en superficie que invita a pensar que hubo una ocupación incluso anterior. Diego nos ilustra:

“Y, por último, otro resultado importante es que hemos detectado la presencia de muchísimo material arqueológico en superficie en el interior de la cueva. Alguno de ese material tiene un aspecto realmente antiguo, anterior a Homo sapiens. Lo que nos abre la puerta a que pudiera haber habido una ocupación humana muchísimo más antigua en la cavidad de la que todavía no tenemos suficiente información”.

En concreto, han hallado un bifaz y un molar de rinoceronte. Esperemos que puedan datarlos para arrojar luz al asunto.

¿Y qué hay del arte?

Llegamos ahora a una de las partes más fascinantes de la cueva: el arte rupestre que hay en ella. En el caso de Chufín hay dos- llamémosles sectores- distintos de arte, uno exterior y uno interior. El exterior como su nombre indica, se halla en la parte inicial de la cueva, en ese vestíbulo en el que se hallan los yacimientos de los que hablábamos antes; y el interior se encuentra en una parte profunda y oscura de la cueva. De hecho, las diferencias entre ambas son muy notorias, hasta el punto de que podemos aseverar que son de estilos distintos. Ambas, pero, muy representativas del estilo típico de las pinturas rupestres del Cantábrico.

Empecemos por las exteriores. Estas primeras representaciones se hallan en un panel en la entrada de la cueva, tan cerca del exterior que incluso son iluminadas por la luz. Digamos que se hallan en la zona vestibular de la cavidad. ¿Y cómo son estas representaciones de la parte exterior de la cueva?

“En el exterior de la cueva tenemos una quincena de ciervas, un bisonte y algunos caballos que están profundamente grabados en la roca. Una roca caliza que es tremendamente dura, es decir es un trabajo que requiere un gran esfuerzo y que, por tanto, las figuras, la mayoría están únicamente restringidas a la silueta, es decir, al contorno de los animales. Sin detalles anatómicos, sin ojos, sin pezuñas, sin pelaje; porque es realmente complicado mediante esa técnica poder realizar todas esas pequeñas características propias de los animales".

Vale la pena mencionar que la abstracción de estos animales, estas siluetas grabadas en la piedra, está tan bien hecha que hoy en día, miles de años después, incluso sin tener grandes nociones de arte rupestre, aún podemos distinguir perfectamente los animales que representan. (Bueno, quizá podríamos confundir la cierva con una cabra, pero la idea queda muy clara).

Este tipo de grabados aparecen únicamente en la región cantábrica, desde el valle del Nalón, en Oviedo (Asturias), hasta Bizkaia, hasta la frontera entre Cantabria y Bizkaia, donde se sitúa la cueva de Ventalaperra que es la última que tiene este tipo de grabados. Es decir que nos hallamos frente a una tradición cantábrica 100%. Eso sí, tienen difícil datación. Diego nos explica los motivos:

“Estos grabados no se pueden datar directamente, no tienen materia orgánica, hoy en día no tenemos un sistema, un método de datación que nos permita arrojar una fecha específica y concreta. Tenemos información indirecta, la relación entre los sedimentos entre la zona de ocupación y los grabados, que nos permite estimar una cronología que se sitúa en todo caso, a inicios de lo que nosotros denominamos el paleolítico superior hace unos 30.000 años que es cuando homo sapiens (nuestra especie humana) empieza a ocupar ya intensamente lo que hoy es el continente europeo”.

Cabe destacar que, si bien llamamos a estas representaciones “arte rupestre” su intención debe divergir mucho de lo que hoy consideramos como arte. Según Diego debe tener una función más cercana al mensaje de lo que hoy en día sería la propaganda política:

“Que está muy controlado y en el que el mensaje es claro, y de ahí no te puedes salir. Es decir: se está transmitiendo algo. Es un arte que está hecho con una intencionalidad. Y, posiblemente, controlado por alguien. No están creando lo que ellos desean si no lo que, de alguna manera entre comillas, viene impuesto”.

Es decir que, el o la artista (por utilizar un término actual), puede representar aquello que la sociedad ha establecido. Es una arte restringido donde la persona tiene poca capacidad de innovación o de expresar su propia individualidad. Es un arte colectivo.

Adentrémonos ahora en lo más oscuro de la cueva para descubrir las otras representaciones que allí moran. Este segundo grupo de representaciones se halla a unos 40 metros de la entrada de la cueva y para acceder a ellas se debe entrar por una zona tan estrecha que hay que hacerlo agachado, y esto con la trinchera actual, así que imaginaos la dificultad de acceso que habría en el pasado.

Este grupo tiene unas características bien distintas, si bien guardan algunas similitudes con esa tradición Cantábrica de la que hablábamos anteriormente. En este caso se trata de pinturas, no de grabados; pinturas hechas con ocre y pintadas probablemente con los dedos. En ellas aparecen representaciones animales, fundamentalmente caballos y algún huro (toros salvajes). Diego nos cuenta un poco más:

“Es una configuración a los dos lados. En la pared izquierda y derecha de la galería principal. Y además el emplazamiento es muy interesante porque se sitúa justo al pie de lo que hoy en día es un lago pero que en su momento era una profunda sima de unos 6 metros de altura. Es decir, un hito dentro del espacio interno de la cueva.

¿Por qué digo que en aquella época era una sima y hoy en día es un lago? Porque en los años 50 del siglo 20 se construyó una presa a pocos metros de la cueva de Chufín, con lo que, tanto el río Nasa como el Lamasón incrementaron su volumen de agua y se inundó la parte inferior de la cueva, sin afectar al arte rupestre, evidentemente. Y hoy en día, pues hay un lago de aguas cristalinas muy bonito pero claro, durante las visitas los guías siempre remarcan que ese algo tiene setenta años”.

Vamos, que no se trata de un lago prehistórico. Es importante mencionar que durante el paleolítico y buena parte de la Prehistoria reciente los grupos humanos habitan en la parte exterior de las cuevas, en el vestíbulo, en la zona donde llega la iluminación solar, así que cabe preguntarse: ¿qué necesidad hay de adentrarse tanto en las cuevas para pintar, para grabar estos testimonios?

Estas pinturas más interiores podrían seguir la misma tónica que las exteriores, a nivel de intencionalidad colectiva, pero divergen de las primeras en ciertas cosas. Por ejemplo, en la mencionada accesibilidad.

Si bien Chufín no es una cueva especialmente complicada, se conocen muchos ejemplos de otras cuevas en cantábrico, en Pirineos, o en el sur de la península, en las que el arte está en zonas muy profundas de las cuevas, a las que el acceso no solo es complicado si no también peligroso.

O sea que esos pintores y pintoras se jugaron el tipo para adentrarse en las cavidades y realizar esas pinturas de bisontes, caballos o figuras antropomórficas. Casi más que con una intencionalidad didáctica o política parece.

“Pues parece más un reto, parece que, obviamente el meterse en esos sitios que se están jugando la vida, porque luego nosotros tenemos que ir detrás y a veces dices: ¿qué demonios hago yo aquí? (risas). Pues, en aquella época con una antorcha en la mano y, obviamente con un conocimiento muy profundo del mundo subterráneo, eso es evidente, no cabe otra posibilidad.

Pero muy arriesgado porque, hoy en día, incluso con cascos, con buzos,con cuerdas, arneses, etcétera, hay momentos comprometidos, pues estas personas se la jugaron, ¿no?”.

Estas personas realmente se jugaron la vida, y los arqueólogos, por lo tanto, tienen que ir detrás. Por ello es muy importante, cuando se trabaja en arqueología subterránea, en cuevas, tener equipos pluridisciplinares en los que es indispensable contar con la colaboración de espeleólogos porque realmente estas personas hicieron lo que se denomina Paleo espeleología. Vamos, que Diego y su equipo realizan arqueología de riesgo.

La motivación de hacer arte

Volviendo al tema de las motivaciones, Diego nos ilustra:

“Bueno, hay unas pautas comunes dentro de este arte, pero hay unos contextos muy diversos. Por eso decía que, claro, posiblemente el arte no responde a una sola motivación si no que hay varias razones por las que están creando imágenes, ¿no? Imágenes que no solo están en las paredes, que muchas veces las encontramos en forma de arte mueble o de ornamentos en la propia vestimenta que bueno pues no dejan de diferenciar a una persona de otra. El hecho de que tú tengas un ornamento, un amuleto específico, te está diferenciando del otro. Entonces bueno, es posible que también por ese lado podamos encontrar explicaciones”.

Para saber más

Representaciones animales y humanas pintadas en rojo en el interior de la cueva de Chufín.

Nuevo estudio del arte rupestre de la Cueva de Chufín, en Cantabria

Leer artículo

Supongo que no es tarea sencilla averiguar las motivaciones reales que estas personas tuvieron para plasmar estas figuras y escenas tanto en las partes exteriores como en las profundidades de estas cavidades naturales, pero toda información que ayude a este menester será más que bienvenida.

Es importante mencionar que el arte rupestre es un arte tridimensional. ¿Qué significa esto?Diego nos lo explica:

“No hay que olvidar que el arte rupestre tiene una gran interacción con el soporte, es un arte totalmente tridimensional, muy alejado de lo que vendrá después y se impondrá durante mucho tiempo. Desde casi la arqueología clásica hasta finales del siglo XIX donde tenemos cuadros bidimensionales o donde se están decorando murales planos. El arte rupestre se amolda, se adapta, integra interactúa con el soporte. No hay dos cuevas iguales, no hay dos paredes iguales en una misma cueva. Es decir: es un mundo de posibilidades”.

Y esto nos lleva al último tema del capítulo: cómo usan Diego y su equipo las nuevas tecnologías para poder estudiar estas piezas. Porque, ¿cuál ha sido el problema de la investigación durante muchísimas décadas? Que lo que estas personas creaban tridimensionalmente, los investigadores, por los recursos tecnológicos que tenían (básicamente fotografías), lo convertían en algo bidimensional. Es por ello por lo que, gracias a los avances tecnológicos, hoy en día utilizan unas técnicas particulares para recabar toda la información posible de estas cavidades. Estas técnicas son la laserimetría y la fotometría.

Con la laserimetría realizan un barrido que reproduce la totalidad de la cueva en tres dimensiones de forma virtual. Con esto crean una especie de maqueta virtual que reproduce todos los contornos de la cueva a la perfección. Y para rellenar esta maqueta con las texturas y pinturas utilizan la técnica de la fotometría. Esta técnica se basa en tomar grandes cantidades de fotografías (hasta 2.000 al día) e ir poniéndolas sobre la maqueta realizada previamente con laserimetría.

La combinación de estas técnicas permite maravillas como visitar la cueva con gafas de Realidad Virtual, que digamos que es lo más cercano a estar en la cueva sin estarlo. Pero, además, todo ese registro mediante laser y mediante fotometría les otorga una gran cantidad de datos, de información que se puede analizar mediante estadística, llegando a establecer por ejemplo si un panel tiene más visibilidad que otro, o a qué distancia se encuentra algo de inicio de la cueva.

Con facilidades así debe dar gusto hacer arqueología subterránea, sin duda.

Pasemos ahora a nuestras habituales preguntas. Comencemos con la primera pregunta: ¿qué es lo que más te fascina de la evolución humana?

“Yo creo que es lo más fascinante que tiene la vida porque al final somos nosotros mismos, ¿no? Es una manera de comprendernos y de saber de qué somos capaces los humanos. Estamos hablando de una amplitud temporal enorme; cambios a nivel global que han sido determinantes, y aún así hemos podido superarlo. Digamos que la evolución humana es una guía para nosotros mismos, ¿no?”.

Una buena guía, si señor. Vamos con la segunda: ¿por qué elegiste tus estudios?

“La verdad es que lo tenía bastante claro pues desde pequeño. Yo creo que son pocos los niños y niñas que no han sentido fascinación por el pasado, por la historia, por la prehistoria o incluso épocas anteriores al ser humano. Yo creo que eso son clásicos de los niños, son ensoñaciones, son sueños”.

Eso es, elegir estudios para hacer los sueños realidad. Vamos ahora con la última: ¿cómo crees que tu investigación nos puede ayudar a repensar nuestro futuro?

“Bueno, a ver, es evidente que el pasado tiene unarepercusión en el futuro, que una sociedad sin memoria es una sociedad que no tiene recorrido. A veces podemos pensar: “Bueno, pues el meollo de todo lo que sucede actualmente se retrotrae unas pocas décadas”, ¿no? Digamos que desde las guerras mundiales hacia la actualidad, pero no es cierto. Digamos que la evolución humana desde su inicio y la adaptación humana a diferentes contextos son lecciones; son lecciones que nos ayudan a afrontar el futuro”.

Afrontar el futuro con memoria parece una buena receta, sin duda.