Descubren unos de los jeroglíficos egipcios más antiguos, de 5.200 años de antigüedad

El panel, del 3250 a.C., está formado por cuatro signos escritos de derecha a izquierda: una cabeza de toro, dos jabirús africanos y un ibis eremita

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Foto: Alberto Urcia, Elkab Desert Survey Project

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Jeroglíficos egipcios

Los jeroglíficos consisten en un panel de cuatro signos escritos de derecha a izquierda: una cabeza de toro sobre un palo corto y, a continuación, dos jabirús africanos con sus espaldas enfrentadas y, además, un ibis eremita entre ellos. 

Foto: Alberto Urcia, Elkab Desert Survey Project

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Examinando los jeroglíficos

El egiptólogo John Darnell examina los jeroglíficos descubiertos en una roca situada cerca del antiguo asentamiento de Elkab.

Foto: Alberto Urcia, Elkab Desert Survey Project

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Sitio arqueológico

La roca donde se han descubierto los grabados está situada cerca del antiguo asentamiento de Elkab, al sur de Lúxor.

Foto: Ministry of Antiquities, Egypt

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Signos monumentales

Los jeroglíficos individuales miden algo más de medio metro de altura y todo el panel unos 70 centímetros de altura. Los signos descubiertos previamente sólo miden uno o dos centímetros de altura.  

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Una misión arqueológica de la Universidad Yale y de los Museos Reales de Arte e Historia de Bruselas ha descubierto varios grabados en una roca situada cerca del antiguo asentamiento de Elkab, al sur de Luxor, que incluyen algunos de los jeroglíficos más antiguos y grandes del Antiguo Egipto, de unos 5.200 años de antigüedad, según informan la Universidad Yale y el Ministerio de Antigüedades de Egipto. Los signos, de las etapas formativas de la escritura jeroglífica, "ofrecen evidencias sobre cómo inventaron los antiguos egipcios su sistema de escritura único", afirma John Coleman Darnell, el director de la misión arqueológica.

Uno de los paneles, grabado entre el 4000 y el 3500 a.C., representa a una manada de elefantes y uno de ellos presenta un pequeño elefante en su interior, "una forma increíblemente excepcional de representar a una hembra animal embarazada", destaca Darnell. Los jeroglíficos, del 3250 a.C., consisten en un panel de cuatro signos escritos de derecha a izquierda (la dirección predominante en los textos egipcios posteriores): una cabeza de toro sobre un palo corto y, a continuación, dos jabirús africanos (aves) con sus espaldas enfrentadas y, además, un ibis eremita entre ellos.

"Estas imágenes podrían expresar el concepto de la autoridad real sobre el cosmos ordenado", sostiene Darnell, quien considera que estos hallazgos revelan que la escritura egipcia no se desarrolló lentamente y principalmente con fines burocráticos, como se creía anteriormente, sino que estaba geográficamente extendida y era temáticamente diversa en sus inicios.

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