Roma en la Galia

Descubren un sarcófago romano de hace 1.800 años en una necrópolis francesa

La ciudad de francesa de Reims ha vuelto ser protagonista de un interesante hallazgo de época romana. En una zona inexplorada de una antigua necrópolis, un equipo de arqueólogos del INRAP ha sacado a la luz un sarcófago de 1.800 años de antigüedad que se encuentra intacto, lo que, en opinión de los investigadores, es un hecho absolutamente excepcional.

Dos operarios supervisan las labores de levantamiento del sarcófago.

Dos operarios supervisan las labores de levantamiento del sarcófago.

Dos operarios supervisan las labores de levantamiento del sarcófago.

Jean Jacques Bigot (INRAP)

La antigua ciudad romana de Durocortorum (Reims) fue la capital de la tribu de los remi (un pueblo belga que habitaba el noreste de la actual Francia en el siglo I a.C.) y que acabó por convertirse en la segunda ciudad más grande de la Galia romana. En su momento de máximo esplendor, Durocortorum albergaba una población de entre 30.000 y 50.000 habitantes.

Extendiéndose a lo largo de 600 hectáreas, Durocortorum estaba delimitada por una poderosa muralla, y no fue hasta mediados del siglo XIX cuando unas obras de ampliación de la actual Reims sacaron a la luz los restos de la antigua ciudad romana junto a las necrópolis situadas extramuros. Las excavaciones que se han llevado a cabo aquí en los últimos veintidós años han revelado unas 5.000 tumbas con ajuares funerarios que han pasado a engrosar la colección del museo local.   

Los secretos de la necrópolis

Durante la Primera Guerra Mundial, los bombardeos destruyeron el museo, y con él se perdieron gran parte de sus documentos y colecciones, además de dañar gravemente las antiguas necrópolis. En la actualidad, las excavaciones llevadas a cabo en la calle Soussillon de la localidad han sacado a la luz parte de una antigua necrópolis romana, lo que para los arqueólogos ha sido un descubrimiento excepcional. Los 1.200 metros cuadrados que se han excavado suponen solo una pequeña parte de lo que fue una amplia necrópolis que se extendió principalmente fuera de la ciudad. 

Durante la Primera Guerra Mundial, los bombardeos destruyeron el museo, gran parte de sus documentos y colecciones, y dañaron las antiguas necrópolis.

Uno de los arqueólogos del INRAP fotografía el sarcófago antes de ser analizado.

Uno de los arqueólogos del INRAP fotografía el sarcófago antes de ser analizado.

Uno de los arqueólogos del INRAP fotografía el sarcófago antes de ser analizado.

Émile Jouhet (INRAP)
Una arqueóloga del INRAP durante los trabajos de excavación de la necrópolis romana de Reims.

Una arqueóloga del INRAP durante los trabajos de excavación de la necrópolis romana de Reims.

Una arqueóloga del INRAP durante los trabajos de excavación de la necrópolis romana de Reims.

Sandrine Thiol (INRAP)

La alta concentración de tumbas que se ha localizado en esta área es especialmente intrigante en opinión de los arqueólogos del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (INRAP), ya que durante mucho tiempo se pensó que aquella zona pantanosa no era apta para ningún tipo de asentamiento.

Durante la reciente campaña, los arqueólogos han realizado un descubrimiento excepcional: un sarcófago de piedra caliza intacto que mide un metro de altura, 1,65 metros de largo y 0,80 metros de ancho. Tallado a partir de dos grandes bloques de piedra caliza, las dos piezas se sujetaron mediante unas grapas de hierro y fueron selladas con plomo fundido. 

Una mujer de la élite

El sarcófago, aún sellado, fue examinado con rayos X y después de cortar las grapas de hierro se utilizó una máquina elevadora para levantar la tapa. Tras introducir una cámara endoscópica en su interior, los arqueólogos descubrieron el esqueleto de una mujer que fue enterrada con cuatro lámparas de aceite, dos recipientes de vidrio que posiblemente contenían aceites perfumados, un pequeño espejo (cerca de la cabeza), un anillo de ámbar y un peine. 

El estudio de estos objetos sitúa a esta persona en el siglo II d.C., mientras que el análisis de los sedimentos presentes en los huesos y en el fondo del sarcófago permitirán determinar si existen restos vegetales o se usaron productos para el tratamiento del cadáver. El ADN extraído de un diente determinará, asimismo, si esta mujer perteneció a la élite local o era extranjera.

El sarcófago, aún sellado, fue examinado con rayos X, y después de cortar las grapas de hierro se utilizó una máquina elevadora para levantar la tapa.

Los restos óseos de un niño y su ajuar fueron encontrados superpuestos a los de un adulto.

Los restos óseos de un niño y su ajuar fueron encontrados superpuestos a los de un adulto.

Los restos óseos de un niño y su ajuar fueron encontrados superpuestos a los de un adulto.

Cyril Van Lynden (INRAP)
Urna de cristal y tinaja exhumados en uno de los enterramientos descubiertos en la necrópolis.   

Urna de cristal y tinaja exhumados en uno de los enterramientos descubiertos en la necrópolis.

Urna de cristal y tinaja exhumados en uno de los enterramientos descubiertos en la necrópolis.   

Sandrine Thiol (INRAP)

La subdirectora científica y técnica del INRAP Grand Est, Agnès Balmelle, ha enfatizado la importancia del descubrimiento: "Es bastante excepcional. Es la primera vez que encontramos una tumba intacta y que no ha sido saqueada. Estaba sellada con ocho grapas de hierro y fuimos los primeros en explorarla. El esqueleto ocupaba todo el espacio del sarcófago. Esta persona debía de tener alrededor de 40 años y disfrutaba, sin duda, de un estatus especial", ha manifestado. Un hecho que confirmaría el valioso ajuar que la acompañó en su viaje final.