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La Casa del Mitreo es una antigua casa romana que fue construida a finales del siglo I e inicios del II d.C. en la antigua Augusta Emérita (la actual ciudad extremeña de Merida), la que fue la vibrante capital de la Lusitania romana. Tanto el tamaño como la decoración de algunas de las estancias de esta antigua domus (que recibe su nombre debido a su proximidad al santuario mitraico del Cerro de San Albín, situado extramuros) indican que sus propietarios fueron personas de gran importancia dentro de la sociedad emeritense.
Para hacerse un idea de la belleza con la que estaban decoradas algunas de las habitaciones de la Casa del Mitreo, basta con admirar el mosaico del Cosmos que decora una de ellas y en el que se puede apreciar, con gran realismo, un abigarrado conjunto de figuras humanas que representan los distintos elementos que componen el universo según la visión de los antiguos romanos.

Mosaico del Cosmos en la Casa del Mitreo de Mérida.
Mosaico del Cosmos en la Casa del Mitreo de Mérida.
iStock
perdida en las termas
Ahora, la Casa del Mitreo ha vuelto a la actualidad gracias a un interesante descubrimiento realizado por un equipo de investigadoras formado por Macarena Bustamante-Álvarez y Leyre Morgado-Roncal de la Universidad de Granada (UGR), Ana M. Bejarano Osorio del Consorcio de la Ciudad Monumental Histórico-Artística y Arqueológica de Mérida, y Sofía Vicente-Palomino y Dolores J. Yusá-Marco de la Universitat Politécnica de Valencia (UPV). Se trata de algo bastante inusual: los vestigios de un monedero o bursa confeccionado en lino y datado en época romana, y que fueron hallados durante las excavaciones realizadas en esta lujosa vivienda.
En la Casa del Mitreo de Mérida se han descubierto los vestigios de un monedero o bursa confeccionado en lino y datado en época romana.

Planta de la Casa del Mitreo, en Mérida. Con un punto rojo se indica el lugar del hallazgo.
Planta de la Casa del Mitreo, en Mérida. Con un punto rojo se indica el lugar del hallazgo.
M. Bustamante-Álvarez et al.
Esta bursa, localizada en la zona del balneum (las termas privadas de la casa), es la segunda que se encuentra en la península ibérica tras la que fue descubierta en la localidad leonesa de Puente de Castro. En un estudio publicado en la revista Arqueología, las investigadoras explican que el hallazgo demuestra que el tejido en la antigua Roma no se limitaba tan solo a la confección de vestimentas y que este tipo de elementos también se elaboraban con él y no solo con cuero. Los resultados de su investigación han dado a conocer los fragmentos de tejido adheridos a cinco de las 52 monedas que aparecieron en la Casa del Mitreo.
una bolsa de lino
La cronología de las propias monedas y su contexto arqueológico permite datarlas a finales del siglo III d.C., sin que ninguna moneda supere el año 250 d.C. Esta cronología coincide con la fase de abandono del lugar (finales del siglo III d.C. y principios del siglo IV d.C.), momento en el que un incendio afectó al edificio y probablemente también al balneum. Tras la recogida de algunos restos de tejido que se encontraban a simple vista se procedió, según narran las investigadoras en su estudio, a examinar varios fragmentos que estaban adheridos a una moneda.
Tras la recogida de algunos restos de tejido que estaban a simple vista se procedió a examinar varios fragmentos adheridos a una moneda.

Localización in situ, en el balnea de la Casa del Mitreo, de las monedas en las que se hallaron restos de tejido.
Localización in situ, en el balnea de la Casa del Mitreo, de las monedas en las que se hallaron restos de tejido.
M. Bustamante-Álvarez et al.
"Los trabajos comprendieron microscopía estereoscópica y óptica con luz polarizada y microscopía electrónica de barrido, ambos métodos ejecutados por el equipo interdisciplinar de investigadoras del departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales y del Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio de la UPV. A través de ellos se pudo determinar que se trataba de un tejido de tafetán o entramado liso con torsión en S a partir de su confección y el grosor de sus hilos. Respecto a la materia prima de la fibra se correspondía con lino", ha declarado Leyre Morgado-Roncal, investigadora del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR.
¿origen oriental?
El análisis de las fibras encontradas en las monedas apuntan a un origen oriental o egipcio del tejido, lugares donde destacaba el cultivo de lino, elemento que se extendió desde el siglo VI a.C., aunque las investigadoras no descartan que este pudiera haberse cultivado en Hispania. Hasta nosotros han llegado representaciones iconográficas de esta bursae, bien representadas al ser uno de los atributos que normalmente porta el dios griego Hermes (Mercurio para los romanos), divinidad asociada al comercio, como la estatua de bronce de Mercurio que se expone en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid (MAN) y que muestra su utilidad como contenedor de monedas.
El análisis de las fibras encontradas en las monedas apuntan a un origen oriental o egipcio del tejido.

El dios Hermes o Mercurio representado con una bursa textil en la mano. Museo Arqueológico Nacional, Madrid.
El dios Hermes o Mercurio representado con una bursa textil en la mano. Museo Arqueológico Nacional, Madrid.
M. A. Castellanos
Los resultados de este hallazgo único han permitido a las investigadoras hacer hincapié acerca de la producción de lino en la Hispania romana y profundizar en la funcionalidad de las conocidas como bursa o marsupium. Las autoras del estudio concluyen en "la necesidad de seguir realizando análisis para seguir ahondando en la cadena productiva de estas interesantes piezas", que esperan "sean contrastadas con futuros descubrimientos".