Descubrimientos en Egipto

Descubren una monumental tumba familiar con treinta momias en Asuán

Un equipo italo-egipcio acaba de descubrir en la antigua necrópolis que rodea el Mausoleo del Aga Khan, en la ciudad de Asuán, una impresionante tumba de época grecorromana excavada en la roca debajo de un edificio de culto.

Un grupo de arqueólogos durante las excavaciones del recinto de culto y sacrificial sobre la tumba AGH032.

Foto: Università degli Studi di Milano

Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Milán, dirigido por Patrizia Piacentini, profesora de Egiptología y Arqueología Egipcia en esta institución, y por Abdelmoneim Said, director general de Antigüedades de Asuán y Nubia, ha realizado un importante descubrimiento en el interior de una estructura quemada por el fuego cerca de Asuán, en la primera catarata del Nilo. El equipo, que en el marco del proyecto EIMAWA (Egyptian Italian Mission at West Aswan) lleva excavando desde 2019 en la necrópolis que se extiende por los alrededores del Mausoleo del Aga Khan, localizó la entrada a una tumba familiar de dos mil años de antigüedad en cuyo interior se habían depositado treinta momias de individuos de diferentes edades, incluidos algunos ancianos, así como niños y un recién nacido. Aunque los arqueólogos aún no han datado definitivamente la sepultura, creen que una sola familia enterró a sus muertos aquí durante varias generaciones entre los períodos ptolemaico y romano (del siglo I a.C. al siglo IV d.C.).

Entrada de la tumba AGH032, en Asuán, bajo el recinto de culto.

Foto: Università degli Studi di Milano

Un recinto para el culto

Esta tumba (denominada por los arqueólogos AGH032) es una de las más de 300 descubiertas recientemente en la necrópolis, pero mientras que las otras tumbas se encontraron bajo tierra o eran hipogeos excavados en la montaña, esta en particular es única porque se hallaba excavada debajo de una estructura más grande, una construcción que los investigadores creen que probablemente se usó como lugar de culto y para realizar sacrificios. "Parece ser que, por su posición a lo largo de un valle de acceso a la necrópolis, este edificio se utilizó como recinto sagrado donde se ofrecían sacrificios a Khnum, dios creador en forma de carnero, protector de las fértiles inundaciones del Nilo, que era particularmente venerado en Asuán. ¿Quién mejor que él podría haber propiciado la vida eterna de quienes descansaban en esta necrópolis?", se pregunta Piacentini. En la pared este de la construcción, los arqueólogos descubrieron la momia de un hombre, junto a la cual había un collar de cobre con un nombre grabado: Nikostratos.

Detalle de las escaleras que conducen al interior de la tumba AGH032.

Foto: Università degli Studi di Milano

Patrizia Piacentini junto a un sarcófago fragmentario hallado en la tumba.

Foto: Università degli Studi di Milano

En la pared este de la construcción, los arqueólogos hicieron un interesante hallazgo: la momia de un hombre, junto a la cual había un collar de cobre que llevaba un nombre grabado: Nikostratos.

Algunos descubrimientos llevados a cabo en el lugar parecen confirmar la teoría de los investigadores sobre el uso de esta estructura como lugar sacrificial y de culto. Por ejemplo, hallaron manchas de humo en las paredes, posiblemente causadas por el fuego que se prendía durante las ceremonias. Pero algunas de las marcas también pueden haber sido dejadas por el humo de las antorchas que llevaban los ladrones de tumbas para iluminarse, según Piacentini. Asimismo, dentro de esa estructura quemada aparecieron huesos de animales (principalmente ovinos), restos de plantas y mesas de ofrendas.

Patrizia Piacentini junto a varias de las momias descubiertas en la tumba AGH032.

Foto: Università degli Studi di Milano

Treinta momias

Al pie de una escalera, flanqueada por bloques de piedra tallados y con cubierta de adobe, que conducía al interior de la tumba, que, esta sí, había sido excavada en la roca, el equipo halló un recipiente de ofrendas roto, que aún contenía pequeños frutos de sicomoro. La tumba, que consta de un vestíbulo al cual se abren cuatro cámaras funerarias excavadas en la roca, contenía los restos de unas treinta momias. Algunos cuerpos estaban en muy buen estado, como el de un niño que yacía en el interior de un sarcófago de terracota, mientras que otras momias aún conservaban sus vendajes de lino y sus cartonajes (una cubierta que se asemeja mucho al papel maché y que cubría diversas partes del cuerpo), muchos de los cuales habían sido cortados por los saqueadores. De hecho, entre los objetos localizados destaca un cuchillo con hoja de hierro y mango de madera que pudo haber sido empleado por estos antiguos ladrones. Los investigadores piensan que la momia de Nikostratos probablemente también fue depositada en su momento en el interior de la tumba con las otras treinta, pero, al parecer, por algún motivo que se desconoce, los ladrones la dejaron fuera antes de marcharse.

Cuchillo usado por los antiguos saqueadores y encontrado en el interior de la tumba AGH032.

Foto: Università degli Studi di Milano

Detalle de una de las momias descubiertas en la tumba AGH032.

Foto: Università degli Studi di Milano

Algunos cuerpos estaban muy bien conservados, como los restos de un niño dentro de un sarcófago de terracota, mientras que otras momias aún conservaban sus vendajes de lino y sus cartonajes, muchos de los cuales habían sido cortados por los saqueadores.

El equipo de MIASWAN tiene previsto continuar analizando y datando todos estos importantes hallazgos. "El estudio de la nueva estructura descubierta solamente acaba de comenzar", concluye una emocionada Patrizia Piacentini.

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