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Al noroeste de Arabia Saudí, en la extensión de campos volcánicos de Harrat Khaybar, se abre la cueva de Umm Jirsan, un tubo creado por las sucesivas coladas de lava que periódicamente han ido asolando la región y que se extiende a lo largo de un kilómetro y medio. Se trata de la cueva de su tipo con más longitud del país. En su interior, los investigadores se encontraron con una enorme sorpresa: una inmensa cantidad de huesos que cubre prácticamente toda su superficie. El estudio de estos miles de huesos se ha publicado en la revista Archaelological and Anthropological Sciences, y en él sus autores explican que la mayoría pertenece por lo menos a 14 tipos de animales distintos: bóvidos, caballos, camellos, roedores... Y otros muchos restos también son humanos.

Localización de la cueva de Umm Jirsan con imágenes de su exterior e interior.
Foto: Stewart et al. / Archaeological and Anthropological Sciences (2021)
Un gigantesco osario
"Este tubo de lava está repleto de cientos de miles de restos de animales perfectamente conservados", comenta el zooarqueólogo Mathew Stewart, del Instituto Mark Planck de Ecología Química, en Jena (Alemania) y autor principal del estudio. Según sus conclusiones, es muy probable que todos estos huesos de animales (e incluso los humanos) fueran traídos a la cueva por especímenes de hiena rayada (Hyaena hyaena), de la cual también se han hallado restos y coprolitos (excrementos fosilizados) en la cavidad. "Estos animales son ávidos recolectores de huesos, que transportan a las guaridas para ser consumidos en el momento, alimentar a las crías o almacenarlos para más tarde. El material de Umm Jirsan se ha acumulado durante los últimos siete mil años, lo que demuestra las excelentes condiciones para la preservación del hueso dentro del tubo de lava", explica Stewart.

Plano de la cueva de Umm Jirsan.
Imagen: MA Al-Shanti, JJ Pint, and M Moheisen. Mapa por MA Al-Shanti and JJ Pint.

Ejemplar de hiena rayada.
Foto: CC
Es muy probable que todos estos huesos de animales (e incluso los humanos) fueran traídos a la cueva por especímenes de hiena rayada , de la cual también se han hallado restos y coprolitos (excrementos fosilizados) en la cavidad.
Pero ¿cómo sabemos que los creadores de tan enorme colección de huesos fueron las hienas y no otros carnívoros? Aunque los investigadores no descartan que tanto zorros como lobos pudiesen haber contribuido a la creación del osario, creen que la mayoría de huesos fueron, sin lugar a dudas, transportados por las hienas basándose principalmente en las marcas de mordida que presentan algunos huesos, en las marcas causadas en ellos por el proceso digestivo y en el comportamiento de estos animales: los lobos y los zorros no acostumbran a dispersar los huesos y llevárselos lejos de donde han cazado a sus presas, en cambio las hienas sí lo hacen. Además, los zorros, debido a su pequeño tamaño, no pueden cazar presas grandes.

Diversos huesos de animales descubiertos en la cueva de Umm Jirsan, en Arabia Saudí.
Foto: Stewart et al. / Archaeological and Anthropological Sciences (2021)
Continuidad en el tiempo
Aunque al parecer las hienas no utilizaron solamente la cueva de Umm Jirsan en el pasado más remoto. Durante una investigación en el lugar desarrollada en 2007, los investigadores escucharon gruñidos de animales en su interior, lo que sugiere que hoy en día aún podría seguir siendo utilizada por estos carroñeros. "El conjunto, el gran tamaño, la sobreabundancia y el procesamiento intensivo de los huesos ungulados de las extremidades, abundantes coprolitos de hiena y la presencia de hiena juvenil y restos craneales humanos sugieren que Umm Jirsan sirvió principalmente como guarida de hiena rayada y, en ocasiones, como guarida materna", explican los autores en su estudio. "En una región donde la preservación ósea es tan mala, sitios como Umm Jirsan ofrecen un nuevo y emocionante recurso. Y este estudio es solo la punta del iceberg", concluyen.