Actualizado a
· Lectura:
Para los antiguos romanos, la obsesión por la higiene y su imagen pública dominaba gran parte de su vida cotidiana desde que se levantaban, con las primeras luces del alba, hasta que se acostaban. La mayoría de romanos acudía a los baños públicos a diario, aunque quienes podían lo hacían en la comodidad y la privacidad de sus casas. De hecho, las termas públicas eran un lugar ruidoso y poco íntimo. En este sentido, el filósofo romano Séneca, maestro del emperador Nerón, escribió una carta a un amigo quejándose del griterio en los baños públicos: "El flaco depilador de axilas cuyos gritos son estridentes".
De hecho, la intimidad era importante. Así, cualquier ciudadano romano que visitaba unas termas lo hacía con su propio estuche de aseo personal, que incluía un palillo para los oídos, un limpiauñas y pinzas para depilar. Las pinzas no solo servían para eliminar el vello de las cejas, sino todo el vello corporal no deseado.
Y es que la depilación no era un asunto baladí; esta costumbre (una tarea dolorosa que normalmente realizaba un esclavo con sumo cuidado) se impuso en todo el Imperio. De este modo, siguiendo las modas que llegaban desde Roma y para distinguirse de los "bárbaros", los habitantes de la Britania romana preferían rasurar su cuerpo por completo.

Restos de los baños públicos en la ciudad romana de Wroxeter, en Inglaterra.
Restos de los baños públicos en la ciudad romana de Wroxeter, en Inglaterra.
stephen jones (CC BY 2.0)
Un accesorio muy popular
La ciudad romana de Wroxeter, Shropshire o Viriconium Cornoviorum, como se la conocía en época romana, es una de las mejor conservadas de Gran Bretaña equiparable, por su tamaño a Pompeya, la ciudad destruida por el Vesubio en el año 79. Durante las excavaciones que se han llevado a cabo recientemente en las termas públicas del yacimiento, un equipo de arque��logos ha hecho un descubrimiento de lo más interesante: más de cincuenta pares de pinzas para depilar.
La ciudad romana de Viriconium Cornoviorum, la actual Wroxeter, es una de las ciudades romanas mejor conservadas de Gran Bretaña.

Una conservadora de English Heritage examinando una de las pinzas encontradas.
Una conservadora de English Heritage examinando una de las pinzas encontradas.
Jim Holden/English Heritage

Una experta de English Heritage limpia una de las pinzas localizadas en los baños de Wroxeter.
Una experta de English Heritage limpia una de las pinzas localizadas en los baños de Wroxeter.
English Heritage
Cameron Moffett, conservador del patrimonio del parque arqueológico de Wroxeter, ha declarado que "solo en Wroxeter hemos descubierto más de cincuenta pares de pinzas, una de las colecciones más grandes de este artículo en Gran Bretaña, ¡lo que indica que era un accesorio popular! La ventaja de la pinza era que era segura, sencilla y económica, pero, lamentablemente, no indolora".
Asimismo, durante los trabajos de excavación, los arqueólogos también descubrieron diversos artículos de aseo personal de la misma época, como utensilios para la higiene de los oídos, un limpiador para las uñas, además de algunos frascos de vidrio que contenían perfumes, aceites de baño, e incluso aplicadores de maquillaje.

Reconstrucción de un juego de limpieza romano: una estrígila (rascador de piel), un frasco de aceite, un limpiador de uñas y unas pinzas.
Reconstrucción de un juego de limpieza romano: una estrígila (rascador de piel), un frasco de aceite, un limpiador de uñas y unas pinzas.
Richard Lea-Hair/English Heritage
"Es posible que a algunos les sorprenda que en la Britania romana la eliminación del vello corporal fuera tan común entre los hombres como entre las mujeres. Particularmente para deportes como la lucha libre existía la expectativa social de que los hombres que realizaban ejercicios que requerían un mínimo de ropa debían prepararse eliminando todo el vello corporal visible", ha manifestado Moffet.
Es interesante comprobar cómo la moda de eliminar el vello corporal se ha impuesto de nuevo después de tantos milenios, aunque, afortunadamente, los métodos modernos resultan bastante menos dolorosos. Se espera que a finales del mes de mayo, English Heritage exhiba todos estos descubrimientos en el renovado Museo de Wroxeter.