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Pompeya no deja de sorprendernos. Dos mil años después de que la catastrófica erupción del monte Vesubio la sumergiera bajo un espeso manto de cenizas, este museo al aire libre acaba de ofrecer a los investigadores un nuevo y sorprendente regalo. Los arqueólogos que excavan en la Regio IX del yacimiento han descubierto un fresco que representa una naturaleza muerta en el que un artista desconocido plasmó algo que se parece mucho a uno de los platos más tradicionales de la cocina italiana: una pizza. Los expertos que están analizando este bodegón ya advierten de que, evidentemente, no puede tratarse de este típico plato italiano, aunque sí podría ser un precursor de la pizza moderna.
La representación es más que curiosa. Como explican los responsables del Parque Arqueológico de Pompeya, en el fresco, que decoró las paredes de una antigua casa pompeyana, aparece, sobre una bandeja de plata, una focaccia (panis focacius), un tipo de pan plano, junto a una copa de vino y varias frutas y especias. Sobre el pan se distribuyen diversas frutas, como la granada, y se adereza, quizá, con dátiles y una especie de pesto (moretum en latín), como parecen indicar los puntos amarillos y ocres que se ven en el fresco. En la bandeja también hay frutos secos y una guirnalda de madroños amarillos.

Vista del fresco que acaba de ser descubierto en la Regio IX de Pompeya.
Vista del fresco que acaba de ser descubierto en la Regio IX de Pompeya.
Parque Arqueológico de Pompeya
Un fresco muy realista
El fresco ha sido descubierto en el atrio de una casa en la Ínsula 10 de esta zona del yacimiento arqueológico, en el límite entre la parte excavada y la parte inexplorada de la antigua ciudad, que aún se halla sepultada bajo toneladas de lapilli y cenizas. En la misma zona se levantó una panadería que ya había sido explorada parcialmente entre los años 1888 y 1891 y que está siendo estudiada de nuevo desde enero pasado.
El fresco ha sido encontrado en el atrio de una casa en la Ínsula 10 de la Regio IX del yacimiento arqueológico.

Detalle del muro en el que se plasmó este singular fresco pompeyano.
Detalle del muro en el que se plasmó este singular fresco pompeyano.
Parque Arqueológico de Pompeya
Este tipo de iconografía tan singular era conocida en la antigüedad como xenia, y se inspiraba en los "obsequios hospitalarios" que se ofrecían a los invitados según una tradición griega de época helenística. El tamaño de la bandeja representada es una muestra más de esta costumbre, que se menciona en la literatura clásica. Según los expertos, este tipo de fresco era percibido por los antiguos romanos como un símbolo de refinamiento no solo culinario, sino también literario y artístico.
Entre otras cosas, los arqueólogos destacan del fresco su notable calidad de ejecución. "Además de la identificación precisa de los alimentos representados, encontramos en este fresco algunos temas del período helenístico, elaborados posteriormente por autores de la época romano-imperial como Virgilio, Marcial y Filostrato. Pienso en el contraste entre una comida frugal y sencilla, que remite a un ámbito entre lo bucólico y lo sagrado, por un lado, y el lujo de las bandejas de plata y el refinamiento de las representaciones artísticas y literaria", señala Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico de Pompeya.
En cuanto a su similitud con el famoso plato actual, Gabriel Zuchtriegel hace la siguiente reflexión: "Cómo no pensar, a este respecto, en la pizza, que también se originó como plato pobre en el sur de Italia, y que ahora ha conquistado el mundo e incluso también se sirve también en restaurantes con varias estrellas".