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"Al principio pensé que eran monedas de chocolate o del capitán Sabeltann" (un célebre pirata que es el protagonista de una serie de obras de ficción muy populares en el país escandinavo), declaró Erlend Bore, un ciudadano noruego que vive en la isla de Rennesøy, sobre el increíble descubrimiento que acaba de realizar de un modo casual gracias a su detector de metales (cabe recordar que en Escandinavia la legislación permite estas prácticas). Y es que Bore ha descubierto nada más y nada menos que un fabuloso tesoro, compuesto por piezas de oro, del siglo VI d.C., entre las que destaca un magnífico collar.
Bore avisó de inmediato a las autoridades, y la Universidad de Stavanger, con Ole Madsen, director del Museo de Antropología de la misma institución, a la cabeza, se ha hecho cargo de la investigación. Madsen ha explicado que el lujoso collar estaba formado por nueve medallones y cuentas redondas, y que el tesoro también se compone de tres anillos realizados en el mismo metal. "Se trata del hallazgo del siglo en Noruega. Encontrar tanto oro al mismo tiempo es extremadamente inusual", ha declarado el arqueólogo.

Erlend Bore junto al fabuloso tesoro que ha descubierto y su detector de metales.
Erlend Bore junto al fabuloso tesoro que ha descubierto y su detector de metales.
Universitetet i Stavange
Respecto al collar, los investigadores afirman que dada su perfección y complejidad formal, esta pieza fue elaborada casi con certeza por orfebres especializados y estaba destinada a ser portada por algún miembro de la élite.
Un tesoro fabuloso
Los investigadores están de acuerdo en afirmar que se trata de un descubrimiento único, sobre todo por el diseño de los medallones, los cuales representan a un tipo de caballo característico de la mitología nórdica, aunque el antiguo orfebre los grabó de una manera inusual, ya que el equino aparece herido. Håkon Reiersen, profesor de la Universidad de Stavanger, ha descrito las piezas como finos discos de oro, conocidos como bracteatos, que fueron usados como adornos por los poderosos y que se enmarcan en el llamado Período Migratorio de Noruega, que se desarrolló entre los años 400 y 550 d.C.
Se trata de un descubrimiento único por el diseño de los medallones, los cuales representan a un tipo de caballo característico de la mitología nórdica.

Imagen de tres de las piezas de oro que conformaron el collar, tal como fueron descubiertas.
Imagen de tres de las piezas de oro que conformaron el collar, tal como fueron descubiertas.
Universitetet i Stavanger
"Teniendo en cuenta la localización del conjunto y lo que sabemos por otros hallazgos similares, probablemente se trate de objetos de gran valor que fueron ocultados o que tal vez formaron parte de una ofrenda a los dioses realizada en algún momento dramático que tuvo lugar en aquella época. En Noruega no se ha hecho ningún descubrimiento similar desde el siglo XIX y es también muy extraño en el contexto escandinavo", manifiesta Reirsen.

Las piezas que formaron parte del collar de oro antes de su restauración y montaje.
Las piezas que formaron parte del collar de oro antes de su restauración y montaje.
Universitetet i Stavange
Por su parte, el arqueólogo y filólogo alemán Sigmund Oehrl señala que este tipo de medallones en los que se muestra la figura de un caballo con la lengua fuera y las patas torcidas suelen representar un mito nórdico: el dios Odín curando al caballo de su hijo Balder, dios de la paz, la luz y el perdón, algo que, en opinión del especialista, podría simbolizar la enfermedad y la angustia, aunque también la esperanza de curación y regeneración.