Edad del Bronce

Descubren el entierro de un auriga de 3.000 años de antigüedad en Siberia

Las excavaciones llevadas a cabo por arqueólogos de la Academia Rusa de Ciencias en la región de Siberia han sacado a la luz un extraordinario hallazgo: unos restos óseos que podrían pertenecer a un "auriga" de hace 3.000 años. Junto a él había un extraño objeto de bronce que los arqueólogos han definido como un "cinturón de auriga", un elemento que resultaba imprescindible para conducir un carro.

Además del "cinturón de bronce", los arqueólogos también encontraron en la tumba del auriga una daga de bronce y algunas joyas.

Además del "cinturón de bronce", los arqueólogos también encontraron en la tumba del auriga una daga de bronce y algunas joyas.

Además del "cinturón de bronce", los arqueólogos también encontraron en la tumba del auriga una daga de bronce y algunas joyas.

IAET SB RAS

Durante las excavaciones arqueológicas que se llevaron a cabo durante el pasado mes de junio en dos yacimientos arqueológicos en el distrito de Askiz, en la República rusa de Jakasia, en Siberia, una expedición del Instituto de Arqueología y Etnografía de la Rama Siberiana de la Academia Rusa de Ciencias ha descubierto una tumba intacta, de 3.000 años de antigüedad, perteneciente a la cultura Lugav. Los investigadores están convencidos de que este impresionante hallazgo permitirá profundizar aún más en el conocimiento sobre los cambios en los rituales funerarios que se dieron a lo largo del tiempo en esta región. 

Pero ¿quién fue enterrado en esta sepultura? Al parecer, todos los indicios apuntan a que los restos óseos encontrados en su interior podrían pertenecer a un auriga, una persona encargada de conducir algún tipo de carro tirado por caballos. Los investigadores saben que se trata de un auriga porque sobre el difunto se dispuso un accesorio de bronce a modo de gancho (parecido a un cinturón), que al parecer era un elemento distintivo de los conductores de carros que les permitía atarse las riendas a la cintura y liberar de este modo las manos. Este tipo de accesorio también se ha documentado en algunas tumbas chinas y mongolas.

El entierro fue descubierto por los arqueólogos durante las últimas excavaciones llevadas a cabo en la región, junto a la ampliación de las vías del ferrocarril.

El entierro fue descubierto por los arqueólogos durante las últimas excavaciones llevadas a cabo en la región, junto a la ampliación de las vías del ferrocarril.

El entierro fue descubierto por los arqueólogos durante las últimas excavaciones llevadas a cabo en la región, junto a la ampliación de las vías del ferrocarril.

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Un objeto "singular"

Aleksey Timoshchenko, arqueólogo del Instituto de Arqueología y Etnografía de la Rama Siberiana de la Academia Rusa de Ciencias, ha declarado que el objeto se encontró justo en la cintura del individuo allí enterrado. "Este hecho, junto con las analogías directas en los túmulos funerarios de China, nos permite determinar su propósito con un poco más de confianza", ha manifestado. El auriga fue enterrado bajo un túmulo que presenta la típica forma cuadrada de la cultura Lugav, junto con un un cuchillo y diversas joyas de bronce que formaban parte de su ajuar funerario.

El auriga fue enterrado bajo un túmulo que presenta la típica forma cuadrada de la cultura Lugav.

Imagen de los restos óseos del auriga en la que puede verse la pieza de bronce dispuesta en su cintura.

Imagen de los restos óseos del auriga en la que puede verse la pieza de bronce dispuesta en su cintura.

Imagen de los restos óseos del auriga en la que puede verse la pieza de bronce dispuesta en su cintura.

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Aunque no se ha encontrado ningún carro, el hallazgo de este singular objeto, característico de los aurigas, plantea la hipótesis de la aparición de carros tirados por caballos durante la Edad del Bronce Tardío. Oleg Mitko, arqueólogo de la Universidad Estatal de Novosibirsk, que no ha formado parte de la expedición, afirma por su parte que objetos como el "cinturón de auriga" localizado en la tumba de Askiz habían sido documentados con anterioridad, aunque se desconocía cuál era su función.

Para saber más

Uno de los entierros colectivos encontrados en el túmulo funerario.

Hallan un kurgan de 2.000 años de antigüedad en Siberia

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"Durante mucho tiempo, en la arqueología rusa esto se llamó 'elemento de propósito desconocido'", ha explicado Mitko. Pero gracias a los descubrimientos realizados recientemente en entierros de aurigas de la Edad del Bronce en China, los investigadores han podido confirmar que este elemento constituía un accesorio imprescindible para la conducción de un carro.

Vista aérea de la tumba en la cual fue encontrado el "auriga" de la cultura Lugav.

Vista aérea de la tumba en la cual fue encontrado el "auriga" de la cultura Lugav.

Vista aérea de la tumba en la cual fue encontrado el "auriga" de la cultura Lugav.

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Las últimas excavaciones llevadas a cabo en la zona han sido muy fructíferas y han sacado a la luz diversos entierros pertenecientes a tres fases distintas de la Edad del Bronce en la región: la más antigua data del siglo XI a.C.; la segunda, a la cual pertenece la tumba del auriga, data de los siglos XI a VIII a.C., y, finalmente, una tercera fase que es posterior al siglo VIII a.C.