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Hace ocho años, una violenta tormenta derrumbó parte de los antiguos muros del casco histórico de la ciudad de Isernia, situada en el centro-sur de Italia. Las autoridades locales decidieron entonces llevar a cabo una reconstrucción que no ha estado exenta de polémica. El Ayuntamiento del municipio tuvo que buscar financiación y comprar parte de los terrenos que había detrás, que eran de titularidad privada. La intención era levantar de nuevo la parte del muro que había colapsado colocando un pilote de hormigón, pero como el lugar se considera de alto riesgo arqueológico antes de proceder a estas obras se impulsó una excavación para comprobar que nada resultaría dañado con la colocación del pilote.
Emerge una cabeza de mármol
Así, la semana pasada, estos trabajos dieron sus frutos y los arqueólogos han exhumado una cabeza de mármol de Augusto, el primer emperador de Roma, que gobernó desde 27 a.C. hasta su muerte en 14 d.C. De hecho, la nariz está dañada y no se ha conservado el resto del cuerpo de la estatua, aunque la cabeza es de "excelente calidad", según Maria Diletta Colombo, arqueóloga de la Superintendencia Arqueológica, de Bellas Artes y Paisaje de la región del Molise. De hecho, la Superintendencia, en un comunicado ha corroborado la identificación: "Sí, es realmente él, el emperador Augusto, encontrado hoy durante la excavación".

Detalle de la cabeza del emperador Augusto hallada en Isernia.
Foto: Superintendencia Arqueológica, de Bellas Artes y Paisaje de la región del Molise
La nariz está dañada y no se ha conservado el resto del cuerpo de la estatua, aunque la cabeza es de "excelente calidad", según la arqueóloga Maria Diletta Colombo.
Los investigadores han identificado la cabeza como un retrato de Augusto, entre otras cosas por el típico peinado de "cola de golondrina" que lleva gruesos mechones de cabello que se dividen y raya en una distintiva forma de "V" o pinza. En general, el retrato sigue el estilo de la conocida estatua de Augusto de Prima Porta, que se convirtió en la forma predominante de representar a Augusto en los retratos oficiales.

Estatua de Augusto de Prima Porta. Museo de la Civilización Romana, Roma.
Foto: Cordon Press
Algunas discrepancias
La superintendente Dora Catalano y la arqueóloga Maria Diletta Colombo, que supervisan este proyecto, descartan la idea de restaurar y reforzar los muros históricos con pilotes de hormigón armado. "Destacamos que la solución no era factible, en lo más mínimo, porque el pilote habría corrido el riesgo de destruir los cimientos de las paredes y con ello cualquier rastro de presencia antigua en el área", comentan Catalano y Colombo. Los arqueólogos, que comenzaron los trabajos el 30 de marzo, intentan restaurar los muros de modo que se fortalezca su integridad estructural al tiempo que se preserva su herencia cultural. "Detrás de los muros de una ciudad [está] su historia, que no se puede traspasar con un [pilar] de hormigón", concluyen las investigadoras.

Fuente de la Fraterna, en la ciudad de Isernia.
Foto: iStock
La superintendente Dora Catalano y la arqueóloga Maria Diletta Colombo, supervisores del proyecto, descartan la idea de restaurar y reforzar los muros históricos con pilotes de hormigón armado.
El alcalde de Isernia, Giacomo D’Apollonio, anunció que la cabeza de Augusto permanecerá en la ciudad y, finalmente, se exhibirá en el cercano Museo de Santa Maria Delle Monache. Este importante hallazgo atestigua la presencia romana en la antigua colonia de Isernia (Aesernia). Roma intentó muchas veces hacerse con el control de la pequeña localidad, que estaba estratégicamente ubicada como "puerta de entrada" para la expansión en la península itálica. Los romanos tomaron Isernia por primera vez alrededor del año 295 a.C. Sus habitantes eran los samnitas, un grupo de tribus que ocupaba la región montañosa del centro-sur de los Apeninos. Hacia el año 90 a.C., en el transcurso de la conocida como guerra social, los samnitas recuperaron la ciudad tras un prolongado asedio, pero los romanos, al mando del dictador Sila, muy pronto volvieron a tomar el control de Isernia. Los sucesivos emperadores promovieron su repoblamiento con el envío de colonos, y el emperador Trajano construyó en la ciudad, que en aquel entonces tenía rango de municipio, un gran templo dedicado a la Tríada Capitolina (los dioses Júpiter, Juno y Minerva).