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Un equipo de arqueólogos de la Universidad de La Sapienza, en Roma, dirigido por Domenico Palombi, ha hecho un descubrimiento sorprendente durante unas excavaciones que se estaban realizando bajo la basílica de Majencio, en el área del Foro romano y muy cerca del famoso Coliseo: un laboratorio farmacológico público que seguramente frecuentó el mismísimo Galeno de Pégamo, el médico más famoso de la antigua Roma, que vivió en la ciudad desde el año 162 d.C., y llegó a ser el médico de la familia imperial bajo el reinado de Marco Aurelio y de su hijo Cómodo, y después de Septimio Severo.
Una "farmacia" pública
Los arqueólogos estaban excavando en el complejo de los Horrea piperataria, unos almacenes construidos en época de Domiciano, a finales del siglo I d.C., donde se guardaban pimienta y otras especias muy apreciadas en Roma procedentes de Oriente, muchas de las cuales se utilizaban para elaborar fármacos y ungüentos, y que eran tan valiosas como el oro. Tal como cuenta Palombi, las especias "representaban una riqueza que el emperador [en este caso, Domiciano] apreciaba de forma especial, de ahí que construyera los almacenes cerca del palacio. Algunas provincias del Imperio pagaban los impuestos con bienes de prestigio: las especias son un buen ejemplo. La primera elección de las especias correspondía al emperador, para la corte y el ejército; el resto se comercializaba con precios establecidos por el soberano". El complejo de los Horrea piperataria era muy frecuentado por médicos y boticarios que usaban las especias en sus preparaciones.
El "laboratorio" farmacológico ha aparecido durante unas excavaciones arqueológicas en el complejo de los Horrea piperataria, unos almacenes construidos en época de Domiciano donde se guardaban diversas especias.
Las excavaciones en esta zona han sacado a la luz un edificio de planta rectangular, con un patio porticado y una especie de bañera en el centro, que estaba dividido en varias estancias que pudieron servir como almacenes. El lugar quedó sepultado a inicios del siglo IV para construir encima la monumental basílica de Majencio. Dada la situación del "laboratorio", a unos cinco metros bajo el nivel de la basílica, el lugar ha tenido que asegurarse con puntuales.
Un lugar frecuentado por Galeno... y otros médicos
Que Galeno frecuentó esta zona queda atestiguado por sus propias palabras, ya que en sus textos, el médico habla de un distrito dedicado a las ciencias médicas situado en el Foro romano, a los pies del Palatino, donde compraba toda clase de productos para sus preparaciones farmacológicas. En el lugar se alzaba también una completa biblioteca y auditorios, donde Galeno impartió algunas clases magistrales. Pero que el edificio descubierto fuese "el" laboratorio de Galeno es harina de otro costal. Palombi afirma que sí se trata de un laboratorio farmacológico, y puesto que data de la época en la que Galeno vivió en Roma y como el famoso médico frecuentó la zona de los Horrea piperataria, tal como él mismo reconoce, es casi seguro que utilizase el lugar para elaborar sus preparaciones y llevar a cabo sus investigaciones.
El arqueólogo principal afirma que se trata de un laboratorio farmacológico de la época en la que Galeno vivió en Roma por lo que es casi seguro que el famoso médico utilizó el lugar para elaborar sus preparaciones.
A los Horrea piperataria acudían muchos médicos de Roma, sobre todo los relacionados con la familia imperial, aunque también los catorce médicos públicos de Roma (pagados por las arcas del Estado) para obtener los ingredientes para sus pócimas y para prepararlas en el "laboratorio" público.

Galeno en un retrato realizado en el siglo XVIII por Georg Paul Busch
Foto: CC
Al ser un lugar "jamás estudiado e inédito", según Palombi, estos almacenes de especias y el laboratorio anexo son, para los arqueólogos, una zona de gran interés por lo que está prevista su apertura al público a finales de 2020. La idea es que el visitante encuentre este lugar tal como se ha descubierto. La dirección del Parque Arqueológico del Coliseo –una zona arqueológica de 78 hectáreas de superficie–, con su directora, Alfonsina Russo, al frente, tiene previsto que estas visitas se lleven a cabo en grupos reducidos y discurran a través de una pasarela suspendida desde donde podrán verse proyecciones explicativas. Un atractivo más que añadir al área de los Foros romanos, que, como se ha visto, sigue proporcionando gratas sorpresas a los arqueólogos.