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Arqueólogos de la Universidad Carlos de Praga han descubierto la antecámara de la tumba de una princesa egipcia de la dinastía V en la necrópolis de Abusir, a pocos kilómetros al norte de Saqqara, donde se alza la pirámide escalonada de Djoser.
Cámaras y estatuas
El equipo arqueólogico checo empezó sus excavaciones en el mes de octubre y enseguida descubrieron la tumba de esta princesa faraónica, hija de un soberano de la dinastía V. En su interior hallaron una antecámara o patio con cuatro pilares que contiene inscripciones jeroglíficas donde se habla de ella como «la hija del rey, su querida, la bendecida ante el gran dios, Shebt Nebti».
Al sur de esta antecámara, el equipo localizó un pasillo al que se abren cuatro sepulturas. Dos de ellas pertenecen a altos funcionarios de la dinastía V que llevan los títulos de Gran Justiciero de la Casa Grande (el palacio real) e Inspector de los Servidores en el Palacio; ambas se han datado en el reinado del faraón Djedkare Isesi (2414–2375 a.C.). Las otras dos todavía son objeto de estudio, y en una de ellas, perteneciente a un personaje que ostentó el cargo de Supervisor de los Escribas, se encontró una puerta que aún conservaba restos de pintura y tres estatuas de caliza que representan al propietario sentado en posición de escriba. Los arqueólogos creen que este importante hallazgo puede presagiar la existencia en esta área de otras tumbas aún por descubrir.