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El sitio arqueológico de Hippos-Sussita está emplazado sobre una colina árida con vistas al mar de Galilea, al noreste de Israel. De entre sus ruinas surgió el pasado invierno una máscara de bronce de Pan, el dios de los pastores y los rebaños, representado con figura de macho cabrío y conocido por su insaciable apetito sexual. En la mitología griega deambula por los bosques acosando a las ninfas y a los pastores jóvenes, en busca de aventuras amorosas. El detector de metales empleado por los arqueólogos del Proyecto de Excavaciones Hippos-Sussita comenzó a pitar "de forma frenética" cuando se aproximó a la pieza, según expresan los investigadores en un comunicado. "Pocos minutos después sacamos a la luz un gran bulto de color marrón y comprobamos que era una máscara. Creemos que se trata de Pan porque al limpiarla reconocimos dos cuernos pequeños sobre la cabeza, unas orejas grandes y puntiagudas y dos mechones de pelo a modo de barba, uno de los cuales está roto", explica Michael Eisenberg, el director de las excavaciones, a Historia National Geographic. La pieza ha sido fechada alrededor de los siglos I y II d.C., es decir, durante la ocupación romana de Israel.
El culto a Pan incluía desnudez y sexo
La máscara, de más de cinco kilos de peso, fue hallada a unos cien metros de distancia de la entrada principal de Antioquía Hippos, fuera de la antigua fortificación greco-romana. "Alguien invirtió muchos esfuerzos en comprarla y traerla hasta aquí", afirma Eisenberg, de la Universidad de Haifa. Por su boca abierta, que le confiere un aspecto grotesco, parece que pudo ser utilizada como una fuente. "Pudo formar parte de un altar o un santuario dedicado a Pan o Dioniso, que estaría situado en la vía principal hacia la ciudad.
El culto a Pan fue practicado sobre todo fuera de las ciudades, en el interior de cuevas o en la naturaleza, ya que incluía sacrificios, ingesta de bebidas, estados de éxtasis, desnudez y sexo", sostiene Eisenberg. El arqueólogo israelí ha contactado con los conservadores de algunos de los principales museos del mundo, quienes han confirmado la importancia de la pieza, tanto por su factura excepcional como por su tamaño y material, pues estas máscaras normalmente son de piedra o terracota. "Invitamos a gente de todo el mundo a participar en las excavaciones, que continuarán en verano", concluye.