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Una gran crioesfinge (una esfinge con cabeza de carnero) inacabada, cuya cabeza sobresaliendo del suelo sólo era visible hasta ahora, ha sido excavada en su totalidad en Gebel el-Silsila, al norte de Asuán, por la misión arqueológica sueca y egipcia dirigida por Maria Nilsson y John Ward, ambos de la Universidad de Lund (Suecia), según revela dicha misión en un comunicado. La crioesfinge, descubierta bajo varios metros de despojos y escombros de una antigua cantera, mide aproximadamente 5 metros de largo, 1,5 metros de ancho y 3,5 metros de alto. Fue tallada en un estilo comparable al de las crioesfinges al sur del templo de Jonsu en Karnak y, según sugiere el contexto arqueológico, data del reinado de Amenofis III, durante la dinastía XVIII de Egipto.
Incrustado en una de las paredes de un taller de la época había un ureo (como el que porta la máscara funeraria de Tutankamón a la altura de la frente) también inacabado, pero con su forma de cobra bien distinguible, que fue concebido para coronar la cabeza de la gran esfinge. "La crioesfinge representa al dios Amón, identificado con el carnero, mientras que la cobra enroscada generalmente era un símbolo de las diosas Hathor o Sejmet", explica Nilsson a National Geographic España. La misión arqueológica sueca y egipcia descubrió hace poco una tumba colectiva intacta, pero inundada, de la dinastía XVIII.
Un antiguo taller en Egipto
El sitio arqueológico antiguamente era un taller en el que se trabajaba la piedra arenisca y, entre las esculturas descubiertas, también destaca una pieza más pequeña de otra esfinge, tallada quizá por un aprendiz. "Ambas esculturas se han conservado en bruto, inacabadas, preparadas para ser transportadas, pero probablemente fueron abandonadas en Gebel el-Silsila cuando la escultura más grande se fracturó. A partir de entonces, los romanos usaron el sitio como una cantera y, durante sus actividades de extracción, enterraron las esfinges estropeadas", señala el comunicado.
"Encontrar una pieza de práctica a escala menor, tallada por un aprendiz, junto a la esfinge a gran escala, es igualmente excepcional", asegura Nilsson. "Mientras que las esfinges iban destinadas a Karnak, algunas de las otras estatuas fueron esculpidas para adornar el naos [la sala más importante de los templos del Antiguo Egipto] erigido por Amenofis III, que fue destruido en tiempos antiguos", comenta Nilsson a National Geographic España. "Varias de las estatuas y piezas descubiertas son importantes, por ejemplo unos fragmentos del único obelisco conocido que se realizó durante el reinado del faraón Amenofis III", destaca Ward en el comunicado.