Prehistoria en las islas británicas

Los crannog, las misteriosas islas artificiales del Neolítico en Escocia

En algunos lagos de las islas británicas se levantan unas extrañas y misteriosas construcciones conocidas como crannog. Los últimos estudios en los crannog erigidos en las islas Hébridas, en Escocia, han revelado que dichas estructuras podrían ser más antiguas de lo que se pensaba, aunque, a pesar de las numerosas investigaciones de que han sido objeto, los arqueólogos siguen desconociendo a día de hoy cuál fue su utilidad.

Imagen de un Crannog ubicado en Loch Tay, Kenmore, Escocia 

Foto: iStock

Las Highlands (Las Tierras Altas) son una región montañosa del norte de Escocia, un lugar donde las leyendas y la naturaleza son las absolutas protagonistas de un mundo fantástico y onírico que parece haber sido creado por gigantes mitológicos. Los hermosos paisajes, las altas montañas y los profundos lagos dotan a aquella remota región de lo que aun hoy en día parece ser un misterio ancestral. Pero ese misterio no solo se da en tierra firme, sino que se extiende a las cercanas islas Hébridas. Por ejemplo, en las Hébridas Exteriores, las islas más occidentales de Escocia, existen unas extrañas construcciones que emergen del agua, como si de islas artificiales se tratara, y que reciben el nombre de crannog.

Pero no solo hay crannog en Escocia. El territorio de Irlanda y Gales está asimismo plagado de estructuras semejantes (se estima que unos 600 crannog se encuentran diseminados por toda la región) de diferentes tamaños que asoman sobre el agua (que permitieron albergar viviendas comunales de forma circular de distinto tamaño) y que están unidas por calzadas o muelles a las costas de los innumerables lagos existentes en aquellas regiones inhóspitas. Hasta ahora, los investigadores creían que su construcción pudo haberse iniciado alrededor del año 800 a.C., pero nuevos estudios (como el que se publicó en 2019 en la revista Antiquity) han revelado que los crannog podrían ser mucho más antiguos de lo que se pensaba.

Imagen del crannog de Loch Tay, en Escocia.

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Más antiguos de lo que se pensaba

La palabra de origen gaélico crannog podría traducirse como "hijo de árbol" o "árbol joven", y hace alusión a los cimientos de estas edificaciones que se construyeron clavando largos pilotes de madera, de entre 7 y 9 metros de longitud, en el lecho del lago y rellenando su interior con piedras, madera, turba u otros materiales naturales disponibles con el fin de hacer más sólida y sostenible su base. Hasta la fecha, los investigadores solo han estudiado el 20 por ciento de los crannog localizados actualmente en Escocia, y aunque han sido objeto de exhaustivas investigaciones, este tipo de asentamientos lacustres siguen suscitando innumerables preguntas.

La palabra de origen gaélico crannog podría traducirse como hijo de árbol o árbol joven, y hace alusión a los cimientos de estas edificaciones.

La climatología adversa de la región no fue un obstáculo para poder construir los crannog.

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Una de las incógnitas que rodean a los crannog se desvelaría hace alrededor de una década, cuando un buzo retirado de la Royal Navy llamado Chris Murray descubrió por casualidad elementos cerámicos en el interior de una de estas construcciones. Tras datar los restos mediante radiocarbono, los datos obtenidos sorprendieron enormemente a los científicos. Los restos de cerámica podrían tener unos 5.500 años de antigüedad, lo que haría de estas estructuras construcciones más antiguas incluso que Stonehenge y las pirámides de Egipto.

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Una ardua tarea de construcción

Años antes, durante la década de 1990, los arqueólogos se propusieron reconstruir, empleando la arqueología experimental, uno de los muchos crannog descubiertos en Loch Tay, en Perthshire (Escocia). El objetivo era completar los análisis que se estaban llevando cabo, y tal vez llegar a nuevas conclusiones.

Entre los desafíos que se impusieron los investigadores estaba el de averiguar cómo aquellas personas pudieron, en tiempos tan remotos, clavar a mano en el fondo del lago los pilotes hechos con madera de alisos locales, puesto que durante las tareas de reconstrucción los arqueólogos tuvieron que recurrir a complejos andamiajes de madera para introducir los pilotes de madera en el fondo del lago. Así, para la reconstrucción de este crannog se requirieron 168 pilotes de madera, y la estructura resultante se convertiría en el Scottish Crannog Center, un centro de interpretación de estos elementos constructivos prehistóricos.

En la década de los noventa, los arqueólogos se propusieron reconstruir uno de los muchos crannog descubiertos en Loch Tay, en Perthshire (Escocia).

Los crannog fueron un tipo de construcción muy habitual en las islas británicas

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En realidad, para los arqueólogos, la tarea fue muy difícil y compleja, ya que tan solo para poder trasladar las enormes rocas que han de conformar la base para los nuevos islotes tuvo que llevarse a cabo una limpieza a fondo de la zona, así como hacer acopio de todo lo necesario mediante flotillas de botes que transportaban el material desde la costa. Fue en aquel momento cuando el equipo investigador se dio cuenta de lo arduo de la tarea aun disponiendo de herramientas modernas que facilitasen el trabajo. Asimismo, la dureza del clima escocés dificultó aún más las labores de construcción.

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¿Qué utilidad tenían?

A día de hoy sigue siendo una incógnita el uso que se daba a este tipo de construcciones: viviendas, puntos comerciales o centros espirituales o cosmológicos. Pero la preservación de los materiales que se han encontrado bajo el agua, que incluyen restos de plantas y polen, ha permitido a los investigadores conocer numerosos detalles sobre la dieta, el medioambiente y el estilo de vida de sus habitantes. Los expertos consideran que los crannog han abierto una ventana de gran valor para observar cómo fue la vida en el Neolítico en Gran Bretaña. De hecho, la cerámica hallada en las islas Hébridas a menudo se encuentra en excelentes condiciones de conservación gracias al limo de los lagos, que no se ven afectados por las mareas.

Sigue siendo una incógnita el uso que se daba a este tipo de construcciones: viviendas, puntos comerciales o centros espirituales o cosmológicos.

El Scottish Crannog Centre, construido durante varios años en la década de 1990, fue destruido por un incendio en 2021.

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Lamentablemente, la reconstrucción que los arqueólogos llevaron a cabo de un crannog en Loch Tay fue pasto de las llamas en junio de 2021, pero las autoridades han manifestado su clara intención de volver a reconstruirlo cerca de la costa norte del lago, donde alguna vez existieron otros 18 crannog.

La reconstrucción del conocido como Scottish Crannog Center es solo una parte de la amplia exploración que se está llevando a cabo en aquella zona. Para llevarla a cabo, además de las tradicionales técnicas de buceo, los investigadores también han recurrido a la más moderna tecnología, como el sonar de barrido lateral, una ecosonda de un solo haz de frecuencia dual (para determinar la profundidad del agua), la fotogrametría submarina y aérea (para crear modelos 2D y 3D) y el posicionamiento de GPS cinemático en tiempo real (una técnica de navegación por satélite que se utiliza para mejorar la precisión de los datos de posición). Asimismo, se van a estudiar las muestras paleoambientales recogidas y se realizará un análisis por radiocarbono de todos los elementos susceptibles de datación que sean descubiertos en el transcurso de la investigación.

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