Cráneos desarticulados y con estacas: violencia en el Mesolítico de Suecia

Los investigadores han recuperado los despojos de, al menos, diez individuos: nueve adultos y los restos de un feto o de un niño, cuyo esqueleto estaba casi completo

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Foto: Fredrik Hallgren

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Fuerte traumatismo

Cráneo que presenta un fuerte traumatismo.

Foto: Fredrik Hallgren

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Cráneo atravesado

Cráneo F318, atravesado por una estaca de madera intacta, de 25 milímetros de ancho y 0,47 metros de largo.

Foto: Mattias Johansson

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Mandíbula

Mandíbula de un oso pardo excavada en Kanaljorden.

Foto: Fredrik Hallgren

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Cráneo

El cráneo F296 se encuentra prácticamente completo.

Foto: Lisa Hartzell

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Cráneo y estaca

Cráneo F318, montado en una estaca de madera.

Foto: Fredrik Hallgren

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Cráneo restaurado

El cráneo F318 tras ser limpiado y restaurado.

Foto: Fredrik Hallgren

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Antiguo lago

Excavaciones arqueológicas en el humedal de Kanaljorden, que antiguamente era un lago pequeño.

Para saber más

Ullastret

Descubren dos cráneos enclavados en el poblado ibérico de Ullastret

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Unas excavaciones arqueológicas desarrolladas entre 2009 y 2013 en Kanaljorden, en el sur de Suecia, han sacado a la luz unos cráneos humanos desarticulados que fueron depositados intencionadamente en el fondo de un pequeño lago que ya no existe. Los arqueólogos, entre ellos Fredrik Hallgren y Anna Kjellström, excavaron un contexto del Mesolítico, de unos 8.000-7.500 años de antigüedad, formado por una capa densa de piedras grandes y, sobre esta estructura artificial, encontraron un depósito de restos humanos y animales, además de herramientas hechas con piedra, hueso o cornamenta. "Los cráneos de adultos presentaban unos traumatismos contundentes infligidos antes de la muerte y diferenciados por sexo, probablemente como consecuencia de la violencia interpersonal; en el interior de dos cráneos se recuperaron los restos de unas estacas de madera que indican que los cráneos fueron montados en las mismas", señalan los autores del estudio, publicado el viernes en Antiquity.

Los restos fueron manipulados expresamente, pero ¿con qué fin?

Los cazadores-recolectores del Mesolítico de Escandinavia eran grupos en movimiento o semisedentarios que sobrevivían de la caza, pesca y recolección de frutos silvestres. Los restos hallados en Kanaljorden fueron manipulados expresamente antes de ser depositados en el fondo del lago, pero los arqueólogos no saben con qué fin. El conjunto incluye 34 elementos humanos: 19 craneales y 15 postcraneales, es decir, aquellas partes del esqueleto diferentes al cráneo. Los investigadores han recuperado los despojos de, al menos, diez individuos: nueve adultos y los restos de un feto o de un niño, cuyo esqueleto estaba casi completo. Dos cráneos pertenecieron a mujeres y cuatro a hombres; el resto estaba muy fragmentado e incompleto. En los cráneos de las dos mujeres hay numerosas evidencias de traumatismos en la parte trasera de la cabeza, mientras que los cráneos de los hombres exhiben un único evento traumático en la parte superior de la cabeza o en la cara. Dos estacas de madera fueron halladas atravesando sendos cráneos, pero en total se han recuperado 400 estacas intactas o fragmentadas sobre las que se montaron diferentes objetos: cráneos, restos de animales u otras piezas. "Son varias las explicaciones para estos patrones traumáticos: accidentes, violencia interpersonal, secuestro forzado, abuso conyugal, violencia no letal socialmente regulada o guerra", sostienen los autores del estudio.