Actualizado a
· Lectura:
La isla de Taiwán, situada frente a las costas de China, se encuentra en la actualidad habitada por pueblos de habla austronesia, lenguas como el filipino, el javanés, el malagache, las lenguas polinesias o el fiyiano. Pero allí también se cuentan historias de antiguas comunidades que, al parecer, habían vivido en esta región desde el Pleistoceno. Por ejemplo existen noticias de que durante Paleolítico, la isla estaba poblada por comunidades de cazadores-recolectores que fueron paulatinamente sustituidas en el Neolítico por otras comunidades agrícolas austronesias.
Sin embargo, algunas evidencias indican que un pequeño grupo de personas no austronesias siguió viviendo aislado en las montañas hasta el siglo XIX. Para lograr aclarar este misterio, un equipo internacional de investigadores, liderados por Hsiao-chun Hung, arqueólogo de la Australian National University (ANU), ha publicado un artículo en la revista World Archaeology donde desvela el hallazgo del cráneo de una mujer localizado en las cuevas de Xiaoma, al este de Taiwán, que confirmaría la presencia allí hace 6.000 años de grupos de cazadores-recolectores de pequeña estatura que tendrían ciertas similitudes con los aeta, unas poblaciones indígenas que viven en zonas remotas de las montañas del norte de Luzón, la mayor isla del archipiélago de las Filipinas.

Mapa donde se muestra la ubicación de las cuevas Xiaoma, al este de Taiwán.
Foto: World Archeology / CartoGIS Services, ANU Scholarly Information Services, the Australian National University
No es una leyenda
En Taiwán tradicionalmente se han contado historias, transmitidas de generación en generación, acerca de una tribu de baja estatura y de piel oscura que vivía en las zonas montañosas de la isla. Pero hasta ahora no se había hallado evidencia alguna de que esa misteriosa tribu hubiera existido. En este nuevo estudio, los investigadores revelan el resultado del análisis del cráneo y los huesos de la pierna hallados en Xiaoma, que datan aproximadamente de hace unos 6.000 años, por lo que serían muy anteriores a la llegada de los antepasados de los actuales habitantes de Taiwán. "El estudio morfométrico craneal de los restos óseos humanos desenterrados en las cuevas de Xiaoma, en el este de Taiwán, valida por primera vez la existencia previa de cazadores-recolectores de baja estatura hace 6.000 años en la fase precerámica", ha afirmado uno de los miembros del equipo.
En Taiwán tradicionalmente se han contado historias sobre una tribu de baja estatura y de piel oscura que vivía en las zonas montañosas de la isla.

Imagen del craneo de la mujer hallado en las cuevas de Xiaoma.
Foto: World Archeology / Hirofumi Matsumura

Restos humanos y herramientas de piedra localizados en las cuevas.
Foto: World Archeology / Hsiao-Chun Hung
Asimismo, el estudio de ADN del cráneo ha revelado similitudes con los habitantes del continente africano de aproximadamente el mismo período de tiempo. Los investigadores también han descubierto que su altura y forma se asemejan a la de los individuos que vivían en zonas de lo que ahora son Sudáfrica y Filipinas, es decir, eran de poca estatura y morfológicamente pequeños. De hecho, los huesos del fémur y del cráneo que han sido objeto del presente estudio se corresponden a los de una mujer joven que podría haber medido aproximadamente 1,3 metros de altura.
Una misteriosa desaparición
Los investigadores sugieren que todos estos hallazgos podrían, en efecto, confirmar la existencia de población en Taiwán muy anterior a lo que hasta ahora se creía, pero lo que los científicos no pueden explicar es el motivo de su desaparición. Una de las hipótesis que se han planteado al respecto es que estas personas podrían haberse marchado justo en el momento en que empezaban a llegar los primeros grupos de población austronesia.
Todos estos hallazgos podrían, en efecto, confirmar la existencia de población en Taiwán muy anterior a lo que hasta ahora se creía, pero lo que los científicos no pueden explicar es el motivo de su desaparición.

Imagen de los actuales habitantes de Cagayán, al norte de la isla de Luzón, en Filipinas.
Foto: World Archeology / Hsiao-Chun Hung
Los investigadores explican que la mención a estos grupos de personas está documentada en textos de la dinastía Qin (dinastía que gobernó China desde el 221 al 206 a.C.), en los que se habla de personas de baja estatura y de piel oscura que habitaban en la región, además de protagonizar muchas de las leyendas que tradicionalmente se han contado en Taiwán. De hecho, los resultados del estudio parecen confirmarlas. Y es que todos, menos uno, de los 16 grupos de pueblos austronesios que viven actualmente en Taiwán cuentan historias que describen a personas de baja estatura y de piel oscura que vivían en las montañas. Unos se refieren a ellos como sus propios antepasados, algunos los definen como antiguos enemigos, y otros incluso afirman haber matado al último de ellos hace unos mil años. En realidad, y aunque los relatos difieren entre sí, los investigadores están convencidos de que este hallazgo ha permitido convertir una antigua leyenda en algo tangible y real.