Cracovia 1939-1945: la espantosa persecución de los judíos por los nazis

Durante la Segunda Guerra Mundial se escribió en Cracovia uno de los capítulos más oscuros de la historia de la humanidad: miles de judíos perseguidos y asesinados por los nazis

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Foto: United States Holocaust Memorial Museum, courtesy of Archiwum Panstwowe w Krakowie

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Revisando los papeles de un judío

Unos soldados o agentes de la policía nazi comprueban los documentos de identificación de un judío en las calles de Cracovia, en 1940.

Foto: United States Holocaust Memorial Museum, courtesy of Instytut Pamieci Narodowej

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Retirando la nieve de las calles

Los nazis obligaron a los judíos a retirar la nieve de las calles de Cracovia en 1939-1940.

Foto: AP Photo / Gtres

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Trineo cargado de carbón

Fotografía del 5 de marzo de 1940 en la que aparecen unos judíos junto a un trineo cargado de carbón. Al fondo se distingue la Sinagoga Vieja, ubicada en el barrio de Kazimierz, en Cracovia.

Foto: AP Photo / Gtres

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Inspección policial

La policía polaca inspecciona los utensilios de madera de un vendedor ambulante de Cracovia, el 14 de marzo de 1940.

Foto: AP Photo / Gtres

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Desfile de las SS

Un destacamento de las SS desfila delante del gobernador general Hans Frank y otros nazis el 28 de octubre de 1940 en Cracovia, con motivo del primer aniversario de la invasión alemana de Polonia.

Foto: United States Holocaust Memorial Museum, courtesy of Archiwum Panstwowe w Krakowie

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Traslado al gueto de Cracovia

Un transbordador transporta a unos judíos por el río Vístula hasta el gueto de Cracovia, en 1941.

Foto: United States Holocaust Memorial Museum, courtesy of Instytut Pamieci Narodowej

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Entrada al gueto de Cracovia

Arcos de entrada al gueto de Cracovia en una fotografía de alrededor de 1941.

Foto: AP Photo / Gtres

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Subiendo al tranvía

Fotografía del gueto de Cracovia tomada el 1 de febrero de 1941. Los judíos portan un brazalete con la Estrella de David y una señal en el tranvía indica cuál es la entrada para los judíos.

Foto: United States Holocaust Memorial Museum, courtesy of James Blevins

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Himmler pasa revista a una unidad policial

Heinrich Himmler, el jefe de las SS, pasa revista a una unidad policial de las SS en compañía de Friedrich-Wilhelm Krüger, el 13 de marzo de 1942 en Cracovia. Durante la tarde de ese mismo día, Himmler se reunió con Hans Frank, el gobernador general de la Polonia ocupada por los nazis, y le comunicó que a finales de 1942 la mitad de los judíos del Gobierno General, con capital en Cracovia, serían asesinados.

Foto: United States Holocaust Memorial Museum, courtesy of Leopold Page Photographic Collection

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Trabajos forzados

Unos prisioneros judíos del campo de concentración de Plaszow realizan trabajos forzados. Fotografía de Raimund Titsch de 1943 ó 1944.

Foto: United States Holocaust Memorial Museum, courtesy of Leopold Page Photographic Collection

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Casa de Amon Göth

La casa de Amon Göth en el campo de concentración de Plaszow en una fotografía de 1943-1944. Amon Göth fue el comandante del campo de concentración de Plaszow, construido en un suburbio de Cracovia.

Foto: United States Holocaust Memorial Museum, courtesy of Leopold Page Photographic Collection

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Amon Göth

Amon Göth, el comandante del campo de concentración de Plaszow, se relaja sobre una tumbona junto a su perro Ralf, en 1943 ó 1944 y en su casa del campo de concentración de Plaszow.

Foto: United States Holocaust Memorial Museum, courtesy of Leopold Page Photographic Collection

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Amon Göth

El comandante Amon Göth en 1943 con su rifle en el balcón de su casa en el campo de concentración de Plaszow. La escena fue recreada por Steven Spielberg en La lista de Schindler.

Foto: United States Holocaust Memorial Museum, courtesy of Leopold Page Photographic Collection

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Amon Göth montado a caballo

El comandante Amon Göth montado a caballo en el campo de concentración de Plaszow, en una fotografía fechada entre marzo de 1943 y septiembre de 1944.

Foto: AP Photo / Peter Hillebrecht, file / Gtres

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Oskar Schindler

El empresario industrial alemán Oskar Schindler (1908-1974) fue un miembro del Partido Nazi que salvó la vida de unos 1.200 judíos empleándolos como trabajadores en sus fábricas de ollas esmaltadas y municiones. Esta fotografía  fue tomada una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, en 1968.

Foto: United States Holocaust Memorial Museum, courtesy of Leopold Page Photographic Collection

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Oskar Schindler con su caballo

Oskar Schindler en 1943 ó 1944 con su caballo en unos terrenos de la Fábrica Alemana de Esmaltados, también conocida como la Fábrica de Oskar Schindler, en en el distrito de Zablocie, en Cracovia.

Foto: Czarek Sokolowski / AP Photo / Gtres

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Muro del gueto de Cracovia

Un individuo se dispone a depositar una flor junto al antiguo muro del gueto de Cracovia, el 16 de marzo de 2003 y en conmemoración del 60 aniversario de la liquidación del gueto.

Foto: Alik Keplicz / AP Photo / Gtres

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Muro del gueto de Cracovia

Un vecino se asoma al balcón de su vivienda, situada junto al antiguo muro del gueto de Cracovia, el 16 de marzo de 2008.

Foto: Alik Keplicz / AP Photo / Gtres

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Superviviente del gueto de Cracovia

Fotografía del 16 de marzo de 2008 en la que aparece Ludwik Kuczer, de 87 años, uno de los judíos que fue salvado por el empresario industrial alemán Oskar Schindler. Kuczer se emocionó durante la conmemoración del 65 aniversario de la liquidación del gueto de Cracovia por los nazis.

Foto: Prespublica via AP Images / Gtres

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Antiguo campo de concentración de Plaszow

El antiguo campo de concentración de Plaszow, situado en un suburbio de Cracovia, hoy es un parque. La fotografía es del 15 de marzo de 2009.

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Cracovia, en el sur de Polonia, es una de las ciudades más bonitas del mundo: el río Vístula, el castillo de Wavel y la legendaria guarida del dragón, la amplia plaza del Mercado, de origen medieval y rodeada de palacios e iglesias, sus museos, sus calles empedradas y sus parques. Cracovia está asociada con el arte y con la cultura, pero también con el horror y con la muerte, un pasado oscuro del que jamás se podrá librar. Y no hay que olvidar. Cracovia es una ciudad milenaria, una de esas ciudades cuyos orígenes se desconocen. Pero los cinco años y casi cinco meses que vivió entre el 6 de septiembre de 1939, cuando los nazis ocuparon la ciudad, y el 19 de enero de 1945, cuando llegaron los soviéticos, ensombrecen su pasado glorioso. En tres sitios de Cracovia, visitables hoy en día, permanece el recuerdo más o menos visible del padecimiento que experimentaron los judíos: el barrio de Kazimierz, donde residía la comunidad hebrea de la ciudad; el barrio de Podgorze, donde se construyó el gueto de Cracovia; y el barrio de Plaszow (hoy perteneciente a Podgorze), donde se instaló el campo de concentración de Plaszow. Y un cuarto lugar, situado aproximadamente a una hora en coche del centro de Cracovia: el campo de concentración de Auschwitz, el mayor centro de exterminio de la Alemania nazi.

En la segunda mitad del siglo X, Ibrahim Ibn Yaqub, un comerciante y viajero judío natural de Tortosa, habló en sus memorias sobre Cracovia y la presencia de judíos en la ciudad. En 1494, cinco siglos después, los judíos fueron acusados de haber originado un incendio catastrófico y, tras el ataque y saqueo de sus viviendas, fueron expulsados a Kazimierz, que entonces era una ciudad independiente situada al sur de Cracovia. Las culturas cristiana y hebrea coexistieron en Kazimierz durante siglos hasta marzo del año 1941, cuando los nazis explusaron a los judíos de la ciudad y los encerraron en un gueto creado en el distrito de Podgorze, al otro lado del río Vístula. Los judíos fueron trasladados al gueto de Cracovia, dejando atrás la mayoría de sus pertenencias. Abandonaron sus viviendas, pero también sus tiendas, talleres y negocios. Cracovia no fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial y su arquitectura permanece intacta: las fachadas viejas y descoloridas del barrio de Kazimierz, los sótanos oscuros y recónditos de los edificios... Un pasado que se antoja reciente y no alejado como ocurre con otras ciudades reconstruidas tras la guerra, entre ellas Varsovia.

Cracovia permanece intacta porque no fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial

El gueto de Cracovia, con sus muros en forma de lápidas judías, acabó siendo un tormento para las miles de familias que vivían hacinadas: varias familias compartían un solo piso. Las autoridades nazis liquidaron el gueto de forma definitiva en marzo de 1943; en dos años de existencia fueron asesinados miles de judíos en las casas y en las calles, incluidos niños pequeños, discapacitados y ancianos, y otros miles, aquellos considerados aptos para trabajar, fueron trasladados al cercano campo de concentración de Plaszow, que había sido construido en parte sobre dos antiguos cementerios judíos. Otros tantos miles de judíos perecieron en los campos de exterminio de Belzec y de Auschwitz. Tres lugares destacados del gueto de Cracovia: la actual plaza Bohaterów Getta, desde donde los judíos emprendieron un viaje sin retorno; la denominada Farmacia bajo el Águila, situada en la misma plaza y la única que había en el gueto, dirigida por el polaco Tadeusz Pankiewicz, quien de forma clandestina proporcionó medicamentos a los judíos y salvó a innumerables de ellos del Holocausto; y la fábrica de Oskar Schindler, un miembro del Partido Nazi que salvó la vida de unos 1.200 judíos empleándolos como trabajadores en sus fábricas de ollas esmaltadas y municiones. Steven Spielberg lo inmortalizó en La lista de Schindler.

Amon Göth, un nazi vienés de treinta y tantos años de edad, supervisó la construcción del campo de concentración de Plaszow, del que sería comandante, y la liquidación del gueto de Cracovia en 1943. Aquellos que eran considerados útiles realizaron trabajos forzados en las canteras, hoy situadas en una zona verde, desolada y evocadora del barrio de Podgorze, donde se erige un monumento en recuerdo de las miles de víctimas del campo de concentración. Un cartel a la entrada del sitio dice lo siguiente: "¡Estimados visitantes! Están accediendo al sitio del antiguo campo de concentración de Plaszow de la Alemania nazi. Por favor respeten la dolorosa historia del sitio".

La siniestra casa de Amon Göth o la denominada Casa Gris, cuyo sótano fue utilizado como una cámara de tortura, aún permanecen en el lugar como vestigios de un pasado no tan lejano. Joseph Bau, el prisionero número 69084, describió al comandante Amon Göth con estas palabras: "A la mínima infracción de las normas, el indefenso infractor recibía una lluvia de golpes en la cara y él observaba con un sadismo nato de satisfacción cómo la mejilla de la víctima se hinchaba y se volvía azul, cómo se le caían los dientes y se le llenaban los ojos de lágrimas". Y en una ocasión, durante un desfile matutino y en presencia de todos los prisioneros, "disparó a un judío porque él mismo se quejó de que el hombre era demasiado alto. Entonces, cuando yacía en el suelo moribundo, orinó encima suyo". Amon Göth fue condenado a muerte y ejecutado en la horca el 13 de septiembre de 1946 en Cracovia, una espléndida ciudad con un pasado funesto que no hay que olvidar.

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