Àlex Sala
Periodista especializado en Arte e Historia del Arte
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La pirámide de Keops es una construcción colosal que se alza en mitad del desierto egipcio. Durante milenios fue el edificio más alto del mundo y en la actualidad es la única de las Siete Maravillas del mundo antiguo que continua en pie. Sus medidas monumentales todavía hoy sorprenden a quien las contempla y los arquitectos e ingenieros modernos se cuestionan cómo pudieron los egipcios con su limitada tecnología y herramientas levantar esa mole geométricamente perfecta hace 4.500 años.
El historiador griego Heródoto tenía claro que solo podía ser obra de centenares de miles de esclavos arrastrando penosamente bloques de piedra de toneladas de peso por rampas interminables, vigilados por crueles capataces al servicio del faraón. La literatura y el cine han reforzado esa imagen novelesca que ha resultado ser irreal.
En realidad, la pirámide de Keops –igual que las del resto de faraones– fue erigida por obreros libres, muchos de ellos altamente especializados, perfectamente organizados para afrontar con éxito el desafío logístico que entrañaba esa construcción.