Actualizado a
· Lectura:
Suena a esa apuesta de barra de bar en la que uno reta a otro a que es capaz de beberse 3 jarras de cerveza en menos tiempo que el retado se bebe una caña. Las únicas condiciones son que el segundo ha de darle una jarra de ventaja al primero, y que cada cual puede tocar únicamente sus vasos. El truco está, claro, para quien a estas alturas no sepa de la artimaña, en que tan pronto como el retador se bebe la primera jarra, la posa a modo de campana sobre el vaso del retado, para acabarse las otras dos cervezas con el regodeo de quien ha engañado al otro ante sus propios ojos.

Baúl Brienne del siglo XVII legado al museo postal holandés en La Haya
El baúl pertenecía a dos de los directores de correos y más activos del momento, Simon y Marie de Brienne, una pareja situada en el corazón de las redes de comunicación europeas. El cofre contiene un archivo extraordinario: 2600 cartas "cerradas" enviadas desde toda Europa a este eje de comunicación, ninguna de las cuales fue entregada.
Foto: Unlocking History Research Group
Cambiamos de escenario y del bar nos vamos quizá, a un laboratorio lleno de grandes máquinas y escáneres cuyas entrañas emiten sonidos a medio camino entre lo mecánico y lo electrónico. La apuesta sube y entre académicos podría formularse como algo parecido a: "¿qué te juegas a que soy capaz de leer esas cartas del Renacimiento sin tocarlas". O al menos, humanizando a nuestros científicos, es como al que firma este texto le gusta imaginarse que Jana Dambogrio, autora de un artículo que se publica esta semana en la revista Nature Communications bajo el título Unlocking history through automated virtual unfolding of sealed documents imaged by X-ray microtomography, le planteó a sus colegas que, mediante un algoritmo automático podía desplegar y leer las cartas que han sobrevivido hasta nuestros días de la Colección Brienne, un conjunto de misivas halladas en el baúl de un administrador de correos que contiene las cartas sin entregar enviadas desde toda Europa a La Haya entre 1680 y 1706, incluyendo una que ha permanecido sin abrir durante 300 años.

Carta sin abrir DB-1627 de la Colección Brienne
Foto: Sound and Vision The Hague, The Netherlands.
El conocido como "bloqueo de cartas", en inglés""letterlocking", consistía en doblar cartas de formas complejas y era una práctica común para mantener la seguridad de las comunicaciones antes de la aparición los sobres modernos. Hasta ahora, estos paquetes de cartas solo podían estudiarse y leerse cortándolos, lo que a menudo dañaba los documentos históricos. Jana Dambogrio, del Servicio de Conservación del Instituto Tecnológico de Massachusetts -MIT- es una investigadora, educadora y artista especializa en desarrollar recursos y técnicas para el tratamiento y libre acceso a los secretos encerrados en documentos antiguos al mismo tiempo que garantiza su integridad.
¿Cómo han logrado acceder a los documentos? Para ello el equipo de Dambogrio ha escaneando los paquetes de cartas a partir de microtomografia de rayos X, reconstruyéndolos en 3D. Luego mediante un algoritmo han identificado y separado las diferentes capas de la carta doblada, tras lo cual el contenido de la carta se ha hecho visible gracias a que la mayoría de las tintas producen un contraste diferente al del papel en el que está escrita.

Carta DB-1627 desplegada
DB-1627 fue virtualmente desplegada y leída por primera vez desde que fue escrita hace 300 años. La carta contiene un mensaje de Jacques Sennacques fechado el 31 de julio de 1697 a su primo Pierre Le Pers, un comerciante francés, solicitando una copia certificada de un aviso de defunción de un tal Daniel Le Pers
Foto: Unlocking History Research Group
El algoritmo de despliegue virtual nos solo ha permitido a los autores leer las cartas sin abrir, sino también visualizar los patrones de pliegue y recrear el proceso de bloqueo paso a paso. Los autores sugieren que este nuevo método de despliegue virtual y la futura categorización de las distintas técnicas de plegado podrían ayudar a los investigadores a comprender esta versión histórica y física de la criptografía al mismo tiempo que acceden a la información de miles de documentos manteniendo intacto el patrimonio cultural.