Tensión permamente

Consecuencias de la Segunda Guerra Mundial: el nuevo mundo de la Guerra Fría

Tras la Segunda Guerra Mundial, EE. UU. y la URSS encabezaron los dos bloques de países antagónicos enfrentados durante décadas en la llamada Guerra Fría.

Mikhail Gorbachov y Ronald Reagan sellan el acuerdo nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética el 8 de diciembre de 1987.

Foto: Cordon Press

La Segunda Guerra Mundial aún no había tocado a su fin cuando el presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, adoptó por primera vez el termino Naciones Unidas para referirse a los 26 países que, en 1942, se habían comprometido a seguir luchando contra las Potencias del Eje.

La idea del presidente norteamericano no era una novedad. De hecho, al finalizar la Primera Guerra Mundial, los países vencedores decidieron crear la llamada Sociedad de Naciones, con el objetivo de "promover la cooperación internacional y conseguir la paz y la seguridad". Sin embargo, este primer intento fracasó al no contar con el apoyo de Estados Unidos. Unos años más tarde el mundo vería como estallaba un segundo conflicto, aún más mortífero que la Gran Guerra, la Segunda Guerra Mundial.

Para saber más

En las fauces de la Muerte, fotografía de Robert F. Sargent que muestra a las tropas estadounidenses desembarcando en la playa Omaha el 6 de junio de 1944.

La Segunda Guerra Mundial al completo

Leer artículo

La creación de las Naciones Unidas

Dispuesto a que no se volviera a repetir la historia, el presidente americano F. D. Roosevelt propuso la creación de una institución internacional que recibiría el nombre de Organización de Naciones Unidas (ONU), con un sistema de funcionamiento en el que todas las decisiones deberían adoptarse por unanimidad y que contaría con una Asamblea General, que sería la encargada de debatir, investigar y recomendar sobre diversos temas. Además también se crearía un Consejo de Seguridad, que sería, en último término, el encargado de la auténtica toma de decisiones.

Roosevelt propuso la creación de una institución internacional que recibiría el nombre de Organización de Naciones Unidas (ONU).

La Asamblea General de la ONU se reunió por primera vez en la que sería su sede permanente en Nueva York el 14 de octubre de 1952.

Foto: ONU

Así pues, ll 25 de abril de 1945 se celebró la Conferencia de San Francisco (la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional). Dos meses después, el 26 de junio, las 50 naciones representadas en la conferencia firmaron la Carta de las Naciones Unidas (lo que supondría el tratado fundacional de la organización), y Polonia, que no había estado representada en dicha conferencia, añadió su nombre más tarde entre los signatarios fundadores. Es decir, en total serían 51 Estados los firmantes fundacionales. De este modo, la ONU daba sus primeros pasos con la ratificación de la Carta por parte muchos de los principales estados mundiales como la República de China, Francia, la Unión Soviética, Estados Unidos, Reino Unido... junto con otros estados de menor importancia.

Para saber más

Revista de las tropas en la estación de Hendaya durante la reunión entre Franco y Hitler.

El papel de España durante la Segunda Guerra Mundial

Leer artículo

La división de Europa

El primer período de sesiones de la Asamblea General de la ONU se celebró el 10 de enero de 1946 en Central Hall Westminster (Londres). La Sociedad de Naciones se disolvió oficialmente el 18 de abril de 1946 y cedió su misión a las Naciones Unidas. En 1948 tuvo lugar un hito importante: se proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, considerado uno de los logros más destacados de la ONU.

Asimismo, los países fundadores manifestaron su esperanza de que la nueva organización sirviera para prevenir futuras guerras. Aunque estos anhelos no se han hecho realidad en la mayoría de los casos. Desde 1947 hasta 1991, la división del mundo en zonas hostiles durante la llamada Guerra Fría hizo muy difícil el cumplimiento de este objetivo, sobre todo debido al sistema de veto en el Consejo de Seguridad.

Los países fundadores manifestaron su esperanza de que la nueva organización sirviera para prevenir futuras guerras.

Aunque las dos grandes potencias mundiales, Estados Unidos y la Unión Soviética, estaban técnicamente en paz, los recelos del presidente Franklin D. Roosevelt y del premier británico Winston Churchill hacia las intenciones ocultas del dictador soviético Iósip Stalin eran del todo palpables. Conocidos como "Los Tres Grandes", los tres principales dirigentes mundiales se habían reunido en Yalta, a orillas del mar Negro, entre el 4 y el 11san de febrero de 1945, cuando la Segunda Guerra Mundial ya tocaba a su fin.

En dicha reunión, en la cual se iba decidir el futuro de Europa tras la derrota de la Alemania nazi de Adolf Hitler, surgieron numerosas discrepancias entre los que posteriormente serían llamados bloque Occidental y bloque del Este. En Yalta se acordó desmilitarizar Alemania y dividirla en cuatro zonas controladas por la Unión Soviética, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia (aunque estuviera en inferioridad de condiciones respecto a los otros tres). También se impusieron sanciones económicas a Alemania y se decidió que los ríos Oder y Neisse marcarían la frontera oriental de Alemania, de modo que perdería territorios como Prusia Oriental y parte de Pomerania.

Además, fue en Yalta donde se acordó la creación de la Organización de las Naciones Unidas. La necesidad de Roosevelt de contar con el apoyo de la URSS para terminar la guerra con Japón y para la creación de las Naciones Unidas había llevado a Estados Unidos a dejar en segundo plano una cuestión que era crucial para Churchill: garantizar como irrenunciable la existencia de una Polonia no sometida a la URSS. En este sentido, Roosevelt era realista: comprendía las preocupaciones de seguridad de la URSS: en 30 años, Alemania había invadido Rusia dos veces a través de Polonia.

España ingresaría en la ONU años más tarde, exactamente el 14 de diciembre de 1955.

Para saber más

86846896

La Conferencia de Yalta, el inicio de la Guerra Fría

Leer artículo

Espías y el Telón de Acero

Yalta, de hecho, fue la continuación de una serie de reuniones mantenidas anteriormente en Moscú en agosto de 1942, en Casablanca del 14 al 24 de enero de 1943, en El Cairo del 22 al 26 de noviembre de 1943, en Teherán entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre de 1943, que tuvo lugar en la embajada de la Unión Soviética en la capital iraní, y finalmente en Potsdam (cerca de Berlín) entre el 17 de julio y el 2 de agosto de 1945. Reuniones que culminaron en la conferencia de Yalta.

En esta última conferencia se materializaron los acuerdos sobre la ocupación de Alemania y su capital en cuatro zonas y se refrendó la nueva frontera entre Polonia y Alemania, cuya desmilitarización y desnazificacióin se acordó.

En Yalta, Roosevelt había soñado con un mundo en el que Estados Unidos y la Unión Soviética pudieran colaborar estrechamente a pesar de tener sistemas económicos, políticos e ideológicos opuestos.

Aquel período se caracterizó por una serie de desavenencias que tendrían graves consecuencias, como la surgida en enero de 1946 cuando la delegación iraní protestó por la prolongada ocupación soviética de sus provincias, lo que violaba un acuerdo firmado por los Aliados durante la guerra. La dura condena norteamericana hizo que la Unión Soviética se retirase a los pocos meses.

Sin embargo, en el mes de febrero se descubrió una red de espionaje soviético en Canadá que llevó a Stalin a promulgar un discurso en el que afirmaba que el capitalismo y el comunismo eran "incompatibles" y que la Unión Soviética debía prepararse para un largo período de rearme. Poco más tarde, el 5 de marzo de 1946, Winston Churchill visitó Estados Unidos donde pronunció un célebre discurso en la Universidad de Fulton en el que acuñó la famosa expresión"telón de acero" para referirse a la frontera que separaba la Europa que se hallaba bajo el influjo soviético del resto del continente.

Otro punto importante de este periodo es la conocida como Docrina Truman. El presidente Harry S. Truman proclamó esta doctrina en su comparecencia del 12 de marzo de 1947 en el Congreso. Su objetivo era proporcionar soporte a los gobiernos anticomunistas: "debemos ayudar a los pueblos a forjar su propio destino [...]. Cada nación debe escoger entre dos modos de vida opuestos. [...] Uno reposa sobre la voluntad de la mayoría y se caracteriza por sus instituciones libres, por un gobierno representativo, por elecciones libres, por la garantía del mantenimiento de las libertades individuales y por la ausencia de cualquier opresión política [...]. El otro reposa sobre la voluntad de una minoría impuesta por la fuerza a la mayoría. Se apoya en el terror y en la opresión, tiene una prensa y una radio controladas, unas elecciones truncadas y la supresión de las libertades personales".

Para saber más

Tehran Conference, 1943

La crucial Conferencia de Teherán de la II Guerra Mundial

Leer artículo

Relaciones congeladas

El año 1947 marcó el fin definitivo de la antigua alianza. En una Europa totalmente destruida, donde el hambre y el descontento social iban en aumento, la desconfianza entre ambos bandos también crecía. Mientras que los países occidentales desconfiaban del expansionismo soviético, en las zonas bajo influencia del Ejército Rojo los soviéticos se quejaban de que los occidentales no hacían llegar a la Unión Soviética la parte correspondiente de las reparaciones de guerra, lo que dificultaba aún más la recuperación de una Unión Soviética en ruinas. El escenario ideal para el estallido de la Guerra Fría estaba servido.

En una Europa destruida, donde el hambre y el descontento social iban en aumento, la desconfianza entre ambos bandos crecía al mismo ritmo.

Guardias fronterizos de Alemania Oriental miran a través de un agujero en el muro de Berlín en 1990.

Foto: CC / Deutsches Bundesarchiv

Pero ¿qué es exactamente la Guerra Fría? Todo empezó en el año 1947, cuando el presidente estadounidense Harry Truman anunció el Plan Marshall. Este consistía en una serie de préstamos a bajo interés, acuerdos comerciales y ayudas a fondo perdido de 13 billones de dólares. Una Europa pobre suponía un lastre para la economía y comercio norteamericanos. Sin embargo, la medida también tenía un trasfondo ideológico: evitar que el comunismo triunfase en Europa.

El acuerdo de Potsdam apuntaba que existiría una administración central interaliada para toda Alemania, sin embargo, el plan Marshall también se extendió a la zona de Alemania bajo ocupación americana, británica y francesa. Es decir, se integraba dentro del área de influencia económica occidental y contradecía lo acordado.

La respuesta de los soviéticos ante aquel ultimátum fue la fundación de la República Democrática Alemana en su área de influencia. Como reacción, los Aliados hicieron lo propio instaurando la República Federal Alemana en la zona oeste. Las relaciones entre ambos bloques no pasaban entonces por su mejor momento y la cosa empeoró considerablemente cuando en 1948 la Unión Soviética apoyó un golpe de estado comunista en Checoslovaquia. Así, este país entraba en la órbita de la Unión Soviética tras los golpes políticos organizados en Rumanía, Bulgaria y Hungría. Estos movimientos políticos se interpretaron como un claro avance del comunismo en Europa, lo cual generó temores en Estados Unidos.

Stalin decidió entonces bloquear el Berlín ocupado por los Aliados. El 23 de junio de 1948 los soviéticos aislaron la zona occidental de Berlín por vía terrestre. Ante la imposibilidad de poder abastecer a la ciudad por tierra, los estadounidenses abrieron un corredor aéreo con la capital alemana gracias al cual se abastecían las necesidades de una población de unos 2,5 millones de personas durante casi 11 meses. El desafío estaba claro, si los soviéticos derribaban uno de estos aviones de abastecimiento eso sería considerado una declaración de guerra.

Para saber más

firma pacto varsovia 1955 1

La creación del Pacto de Varsovia

Leer artículo

Creación de la OTAN

El bloqueo de Berlín provocó la creación de un frente común para evitar el expansionismo soviético. Así, se creó una alianza transatlántica de defensa mutua bautizada con el nombre de Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El 4 de abril de 1949, Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Portugal y el Reino Unido firmaron un tratado en el que se acordaba que un ataque armado contra uno o varios de los países que componían la alianza se consideraría un ataque contra todos.

Para demostrar que tanto él como sus aliados formaban un frente común, Estados Unidos creó una alianza transatlántica de defensa mutua bautizada con el nombre de Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Grafiti icónico pintado en el muro de Berlín.

Foto: PD

Asimismo, y con el objetivo de no quedarse atrás, el bloque comunista respondió con la fundación del llamado Pacto de Varsovia, formado por la Unión Soviética, Polonia, Checoslovaquia, República Democrática Alemana, Rumanía, Hungría, Bulgaria y Albania. Por otra parte algunos países eran colaboradores entre los que estaban China, Yugoslavia, Mongolia, Corea del Norte y Vietnam del Norte.

Mientras los dos bloques se enfrentaban al otro lado del Telón de Acero, con la excusa de la seguridad, Estados Unidos y la Unión Soviética se lanzaron a una carísima y vertiginosa carrera armamentística con el objetivo de crear potentes arsenales nucleares. Pero la ventaja inicial de Estados Unidos se vio disminuida cuando el 29 de agosto de 1949 Moscú detonó con éxito la primera bomba atómica fabricada por la Unión Soviética, la RDS-1. A partir de entonces ambas partes se enfrentaron en la que sería conocida como "destrucción mutua asegurada", es decir, si una de las partes atacaba, la otra tomaría represalias, actuando de igual modo, lo cual podía desembocar en un conflicto internacional con consecuencias imprevisibles.

Para saber más

3

¿Cuánto sabes sobre la Guerra Fría?

Leer artículo

Los misiles y la caída del muro

La situación de tensión se alargó durante mucho tiempo. Ya en la década de los años sesenta, con el mandato de John F. Kennedy, Estados Unidos detectó bases de misiles y armas soviéticas en Cuba, a tan solo 145 kilómetros al sur de Florida, y exigió su retirada inmediata, declarando que un ataque en territorio estadounidense desembocaría en una guerra nuclear a gran escala contra la Unión Soviética. Tras un tira y afloja que a punto estuvo de terminar en tragedia, la Unión Soviética aceptó desmantelar todas sus instalaciones armamentísticas en Cuba si Estados Unidos se comprometía a no invadir la isla. Sin embargo, este no fue el final del enfrentamiento entre ambas potencias. Los arsenales nucleares de las dos partes siguieron creciendo hasta límites insospechados. A finales de la década de 1980, se calcula que la Unión Soviética era poseedora de 39.000 armas nucleares. Y Estados Unidos no se quedaba atrás, ya que tenía en su poder 23.000.

La Unión Soviética aceptó desmantelar todas sus instalaciones armamentísticas en Cuba si Estados Unidos se comprometía a no invadir la isla.

Caída del muro de Berlín en noviembre de 1989.

Foto: Cordon Press

Para saber más

Mijaíl Gorbachov

¿Cuánto sabes sobre Mijaíl Gorbachov?

Leer artículo

Pero esta situación de statu quo empezó a cambiar a mediados de la década de 1980. En los países del bloque soviético se empezaron a producir levantamientos y revueltas, como las ocurridas en las ciudades polacas de tuvieron lugar en Gdańsk, Szczecin y Jastrzębie-Zdrój. La gente pedía más democracia, y la propia Unión Soviética se enfrentaba a un enorme caos económico y político. A partir de entonces las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética empezaron a experimentar cierto deshielo, e incluso en 1987 se comenzó a negociar un tratado para limitar la proliferación de misiles portadores de ojivas nucleares. Con todo, las revueltas se generalizaron en los países de influencia soviética, pero Gorbachev decidió no aplastar por la vía militar la disidencia de los países satélites, como había pasado con Hungría y Checoslovaquia. Además, sus reformas trajeron la dislocación de la economía soviética y generaron el caos que había comenzado años antes.

El ejemplo más evidente de que todos esos acontecimientos no tenían vuelta atrás fue lo que ocurrió en Berlín en 1989. Exactamente el 9 de noviembre de 1989 cayó el muro de Berlín, la frontera que separaba las dos zonas de la ciudad. Con ello, desaparecía para siempre aquel símbolo de la separación y la confrontación, un acontecimiento que está tradicionalmente considerado como el punto final de la Guerra Fría.

De hecho, en 1991, la Unión Soviética ya había perdido influencia en la mayor parte de los países bajo su control, y al final el Pacto de Varsovia se disolvió formalmente el 1 de julio de 1991. Mijail Gorbachov, el último líder de la Unión Soviética, empezó a aplicar políticas que tenían como objetivo abrir el país a Occidente, e impuso reformas económicas que socavaron las instituciones que dependían de los bienes nacionalizados. La apertura del sistema, el anquilosamiento de la economía, la corrupción... terminaron por resquebrajar la ortodoxia de la URSS durante décadas: la planificación económica centralizada y el control absoluto de la vida política y social por el Partido Comunista.

A partir de entonces los acontecimientos se precipitaron, y en diciembre de 1991, la Unión Soviética desapareció y pasó a formar parte de la historia.

Para saber más

Paracaidistas aliados con una bandera nazi

¿Cuánto sabes sobre la II Guerra Mundial?

Leer artículo