Compostela tiene muchas historias que contar. Una de ellas es su pasado como capital del extinto Reino de Nueva Galicia, fundada por uno de los conquistadores con mayor fama de crueldad: Nuño Beltrán de Guzmán. Descendiente de una ilustre familia, era culto y tenía formación de jurista. Llegó a México en 1527 como gobernador de Pánuco, en el Reino de Nueva España (que más tarde se convertiría en virreinato), donde al año siguiente fue nombrado presidente de la nueva Audiencia, el órgano supremo de justicia.

Nuño de Guzmán
Batalla entre Nuño de Guzmán y los habitantes de Michoacán, México. Siglo XVI.
Album / Ann Ronan Picture Library/Heritage-Images
UN conquistador cruel
Obsesionado con la búsqueda de metales preciosos, Nuño de Guzmán cometió todo tipo de abusos contra los indígenas, esclavizando y vendiendo a más de 10.000. Ello ocasionó choques con la Iglesia que provocaron la renovación de los miembros de la Audiencia, de la que Nuño de Guzmán fue excluido. Entonces, y a pesar de la oposición de algunas autoridades, emprendió la conquista de las regiones desconocidas al noroeste de Ciudad de México, la capital del reino, pretendiendo emular las hazañas de su envidiado y odiado Hernán Cortés.
Creyendo firmemente que hallaría importantes riquezas, partió en diciembre de 1529 llevando consigo más de 300 españoles, unos 8.000 indígenas y 12 cañones. Demostró energía, valor y audacia extraordinarios, pero también una brutalidad desmesurada que a ojos de muchos lo convirtió en el peor conquistador de América. Finalmente se hizo con un territorio al que llamó Espíritu Santo de la Mayor España, aunque más tarde, en 1531, una real cédula le dio el nombre de Nueva Galicia. En 1532 fundó Compostela, que durante 30 años fue la capital del nuevo reino.

Quisco Compostela, Nayarit, Mexico
Pinturas murales del quiosco de la plaza Principal que cuentan la historia de este municipio.
David Bigorra
Nueva Galicia, que tuvo gobierno aparte con Audiencia propia dentro del virreinato de Nueva España, comprendía los actuales estados de Aguas Calientes, parte de Jalisco, Nayarit, Durango (luego segregado), Zacatecas y Sinaloa, y una pequeña parte de San Luís Potosí.
Tras la conquista, en 1540, estalló una enorme insurrección indígena durante la cual murieron algunos misioneros. A pesar de la captura de los jefes rebeldes, el territorio era inseguro, por lo que hubo que trasladar la capital de Compostela a Guadalajara, ciudad fundada por iniciativa de Nuño de Guzmán, a la que dio el nombre de la localidad española donde había nacido.
Los actos de brutalidad contra los nativos y otras irregularidades pasaron factura a Nuño de Guzmán. Detenido en 1537, al año siguiente fue enviado a España. Siguió un largo y lento proceso judicial, pero el apoyo de familiares y amigos evitó la total caída en desgracia del conquistador, que murió en Valladolid, en 1558.

COMPOSTELA NAYARIT MÉXICO
Vista de la iglesia en la plaza Principal de Compostela, Nayarit, México.
David Bigorra
pueblo mágico
Compostela es hoy una preciosa población con calles muy agradables por las que pasear, y nada hace pensar que tuvo una historia tan convulsa. Sus tradiciones, cultura, historia y arquitectura le han hecho merecer la designación de Pueblo Mágico.
El corazón de este pueblo -cuyo nombre oficial es Villa de Santiago de Galicia de Compostela de Indias- está en la enorme plaza Principal, presidida por el bellísimo templo del Señor de la Misericordia, patrono de la parroquia del Santiago Apóstol. Su construcción se inició en el siglo XVI, y en un principio fue concebido como la catedral de Nueva Galicia, aunque en 1561, por orden de Felipe II, la sede catedralicia se trasladó a la ciudad de Guadalajara, en Jalisco.

COMPOSTELA NAYARIT MÉXICO
Escultura ecuestre del apóstol Santiago representado como Santiago Matamoros, en Compostela, Nayarit, México.
Marta Cuadras
Según Rodolfo Medina Gutiérrez, cronista municipal de Compostela y coautor de un libro sobre la fundación de esta ciudad, “a pesar de ser mestizo, Compostela es un municipio que a, diferencia de otros lugares de Nayarit (más orientados al mundo indígena), se identifica con España y especialmente con Galicia. Incluso existen algunas familias que defienden a los fundadores”. La escultura ecuestre del apóstol Santiago, a las afueras del templo, muestra esa conexión con el país que le conquistó. Aquí se le representa como Santiago Matamoros: un caballero que blande una espada y porta un pendón.

Botafumeiro Mexico
Botafumeiro en el interior de la iglesia.
David Bigorra
Otra señal que evoca a Galicia es el botafumeiro que cuelga de una de las bóvedas del interior de la iglesia con la misma función que el de la catedral de Santiago de Compostela, en España: la de incensario que ayuda a purificar la nave del templo. Se utiliza en ocasiones especiales, como cada 25 de julio, el día de Santiago (patrón de la parroquia), que es mucho más que una fiesta religiosa. Durante esa jornada, los hombres salen a cabalgar por las calles de Compostela. Al día siguiente, Santa Ana, en el barrio del mismo nombre, es el turno de las mujeres: solo ellas cabalgan.
Más allá de ser un pueblo con reminiscencias gallegas, Compostela es muy católica. Solo hay que dejarse caer en la ciudad el primer viernes del mes de diciembre para festejar al Señor de la Misericordia, cuando la población local desfila en carros que representan pasajes bíblicos, con los participantes vestidos según las escenas que se representan. El responsable de este gran evento es una escultura de Cristo crucificado del siglo XVI al que se atribuye la salvación de la ciudad del cólera morbo en 1850, una epidemia mortífera de la época. Es una fiesta religiosa, pero siempre aderezada con danzas prehispánicas (antes denominadas de conquista).

Museo arqueológico en Compostela, Nayarit, Mexico
Piezas del Museo Regional de Compostela.
David Bigorra
Por supuesto, esta zona tuvo vida antes de ser conquistada y ello se refleja en el Museo Regional de Compostela, donde se muestran piezas intactas de gran belleza pertenecientes a la cultura de las tumbas de tiro. Se trata de una tradición funeraria que consiste en enterramientos realizados en pozos de 2 a 16 metros de hondo, y que se extendió por los actuales estados de Zacatecas, Jalisco, Nayarit, Colima y parte de Michoacán entre 300 a.C. y 600 d.C.