En la vida de los antiguos egipcios, como sucede en la actualidad, los perfumes jugaron un papel muy importante. De hecho, eran un elemento básico del aseo y cuidado tanto de hombres como de mujeres. En muchos casos eran tan valiosos que se guardaban en frascos especiales de alabastro, fayenza o vidrio. Pero no todo el mundo podía permitirse el uso de caros perfumes y ungüentos. En realidad, eran un indicador de estatus social.
Solo tenemos que ver la decoración de muchas tumbas del antiguo Egipto, sobre todo durante el Reino Nuevo (1539-1077 a.C.), donde es habitual encontrar pinturas murales que representan escenas de banquetes en las que los invitados, con bellos ropajes y recargadas pelucas, portan sobre sus cabezas unos conos de color blanco. ¿Qué son? Los estudiosos creen que se trata de unos objetos elaborados con grasa o cera perfumada que se iban derritiendo con el calor y dejaban un agradable y exquisito aroma sobre su portador.
el aroma de las élites
Sobre el uso de los perfumes por las élites del antiguo Egipto, un equipo de arqueólogos de la Universidad de Hawái realizó en 2019 un experimento que permitiese recuperar el aroma de los perfumes usados por los egipcios. Para ello tomaron muestras de vasijas que en su día contuvieron estos productos, procedentes de la localidad de Thmuis, en el delta del Nilo, una ciudad cuya principal actividad comercial era la fabricación de perfumes en época ptolemaica.
La Universidad de Hawái realizó en 2019 un experimento que permitiese recuperar el aroma de los perfumes usados por los egipcios.

Caja para contener un espejo, cosméticos y ungüentos. Dinastía XII. Museo Metropolitano de Arte, Nueva York.
Caja para contener un espejo, cosméticos y ungüentos. Dinastía XII. Museo Metropolitano de Arte, Nueva York.
PD
El análisis químico de los restos de las vasijas analizadas reveló que la base de estas fragancias normalmente era la mirra, una resina que se extrae de un árbol originario del cuerno de África y de la península arábiga. También se hallaron vestigios de cardamomo, aceite de oliva y canela. El resultado posiblemente no habría sido muy del gusto actual. Era un producto espeso y pegajoso, con un aroma fuerte y picante. Por contra, su duración era mucho mayor que la de los actuales perfumes, mucho más volátiles.
una dama muy perfumada
Pero los perfumes en el antiguo Egipto no solamente tenían un uso privado, sino que estaban muy relacionados con las prácticas religiosas. En los templos se utilizaban ungüentos e inciensos en las ceremonias, ya que eran sinónimo de pureza. De hecho, los sacerdotes ungían las estatuas de las divinidades en el sanctasanctórum (el lugar más recóndito y sagrado del santuario) con ungüentos y perfumes.
También en los rituales funerarios los perfumes eran esenciales. Conferían "olor de divinidad" al difunto. Y es que las momias se ungían con perfumes para hacerlas agradables a los dioses. En este contexto es muy interesante la investigación que acaba de llevar a cabo Barbara Huber, investigadora de Geoantropología del Instituto Max Planck, en Alemania, que ha intentado "resucitar" el perfume de las antiguas momias egipcias.
Huber, en estrecha colaboración con la perfumista francesa Carole Calvez y la museóloga sensorial Sofia Collette Ehrich, ha recreado la que pudo ser la fragancia de una antigua momia egipcia: la dama Senetnay, que fue la nodriza del faraón Amenhotep II, de la dinastía XVIII (1539-1292 a.C.), y llevó el título de "Ornamento del Rey". Investigación que acaba de publicarse en la revista Scientific Reports.
Barbara Huber, investigadora del Instituto Max Planck, ha recreado la fragancia de una antigua momia egipcia, la dama senetnay, nodriza de Amenhotep II.

A la izquierda, vaso canopo de Senetnay, que contuvo los pulmones momificados de la difunta. Derecha, situación de la tumba KV42 en el Valle de los Reyes.
A la izquierda, vaso canopo de Senetnay, que contuvo los pulmones momificados de la difunta. Derecha, situación de la tumba KV42 en el Valle de los Reyes.
Christian Tepper. Museo August Kestner, Hannover
Y ¿cómo lo han hecho? Pues para llevar a cabo su proyecto, el equipo ha empleado la cromatografía de gases y la espectrometría de masas para reconstruir la mezcla de sustancias que los antiguos embalsamadores emplearon para perfumar y conservar la momia de esta mujer. Así, los expertos han estudiado los órganos momificados de Senetnay, que fueron descubiertos en 1900 en la tumba KV42 del Valle de los Reyes y que ahora se conservan en el Museo August Kestner de Hannover (Alemania).
el aroma de una momia
Gracias a esta investigación se han podido conocer los elementos que componían estos antiguos perfumes, sus cantidades y cómo actuaban. De hecho, el equipo analizó las sustancias halladas en seis muestras procedentes de los vasos canopos donde se guardaron los pulmones y el hígado de la dama Senetnay. Todas contenían cera de abejas, aceites vegetales, grasas animales, betún y resinas de conífera. También había restos de cumarina (un elemento que se halla en plantas como la canela y el guisante) y ácido benzoico (que se localiza en las resinas de diversos tipos de árboles).
La composición de los bálsamos procedentes de ambos vasos era muy similar, aunque en el que contenía los pulmones, los investigadores identificaron otras sustancias que solo estaban presentes allí: un compuesto llamado larixol, que se encuentra en la resina de alerce; otro tipo de resina (dammar) que se obtiene de árboles nativos de la India y el Sudeste Asiático, y otra resina que procede de árboles que forman parte de la familia del anacardo. Según los investigadores, esto podría sugerir que se usaban fragancias distintas para la conservación de cada órgano del cuerpo.
Uno de los vasos canopos contenía larixol, resina de árboles procedentes de la India y Sudeste Asiático y resina de árboles de la familia del anacardo.

Cucharilla de alabastro para cosméticos en forma de nadadora. Dinastía XVIII. Museo Metropolitano de Arte, Nueva York.
Cucharilla de alabastro para cosméticos en forma de nadadora. Dinastía XVIII. Museo Metropolitano de Arte, Nueva York.
PD
Los resultados de esta interesante investigación demuestran que la dama Senetnay recibió perfumes caros, puesto que los ingredientes no son de fácil obtención, y algunos proceden de lugares muy lejanos. Este aroma podrá "olfatearse" en una exposición que organizará próximamente el Museo Moesgaard en Aarhus (Dinamarca), y que podría corroborar lo que sobre los perfumes egipcios afirmaba el naturalista romano Plinio el Viejo en el siglo I d.C.: "De todos los países, Egipto es el más apto para producir perfumes". Tanto para los vivos como para los muertos.