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Poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, el presidente estadounidense George W. Bush y varios asesores se reunieron en Camp David para sopesar las futuras opciones del país tras el ataque terrorista.
Sobre la mesa había un mapa de Afganistán creado por cartógrafos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Este sería uno de los primeros de miles de mapas que la CIA produjo después del 11 de septiembre para rastrear redes terroristas y servir de apoyo a las operaciones militares estadounidenses, incluida la incursión para capturar a Osama bin Laden en 2011.
Como ocurre con la mayor parte del trabajo del Centro de Cartografía de la CIA, estos mapas fueron clasificados, y su uso fue restringido a agentes de alto rango del servicio de inteligencia, personal militar y altos cargos del gobierno. Ahora, en honor al 75 aniversario del centro, la agencia ha publicado una notable colección de mapas desclasificados que ilustran el trabajo de los servicios de espionaje americano, y que tal vez, incluso han jugado un papel representativo en muchos de los acontecimientos significativos en la historia reciente de los Estados Unidos.
El Centro de Cartografía nació en los días previos a la entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial
El Centro de Cartografía nació en los días previos a la entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. En el verano de 1941, con Europa ya envuelta en guerra, el presidente Franklin D. Roosevelt creó la agencia de inteligencia que eventualmente dio origen a la CIA.
Uno de los primeros reclutas de la agencia fue Arthur H. Robinson, un estudiante graduado de 26 años que más tarde se convirtió en uno de los geógrafos más influyentes del siglo XX. Entre sus logros está la proyección de Robinson, una fórmula matemática para representar la Tierra esférica; un mapa plano que fue durante largo tiempo la proyección preferida de National Geographic para representar la superficie de nuestro planeta.
Después del ataque japonés a Pearl Harbor, la división de mapas encabezada por Robinson se puso en marcha, elaborando los mapas que se utilizaron para la planificación estratégica durante la guerra.
Así, desde sus comienzos, los cartógrafos cargaron sobre sus espaldas con una importante misión: adquirir los datos geográficos relevantes para crear los mapas de los que dependería uno de los pilares más importantes de la sociedad americana, y bajo cuya salvaguarda, se han cometido todo tipo de acciones políticas y militares que solo la historia podrá juzgar: la seguridad nacional.
"Geógrafos y cartógrafos amasaron lo que sería la mayor colección de mapas del mundo y produjeron mapas estratégicos y modelos de terreno tridimensionales fabricados en yeso como apoyo de estudios estratégicos y planes operacionales militares", dice la CIA en un comunicado.
La CIA fue una de las primeras en adoptar la tecnología digital
En los primeros días los mapas fueron dibujados a mano en pluma, en grandes hojas translúcidas que podrían ser apiladas en capas antes de ser fotografiados e impresos. Sin embargo, esto pronto cambiaría, ya que la CIA fue una de las primeras en adoptar la tecnología digital. "En 1966, un gran grupo de trabajo, usando un digitalizador prestado, recopiló y digitalizó las costas y fronteras internacionales en todo el mundo en un solo fin de semana", explican desde la agencia. Esta base de datos digital ayudó a automatizar la producción de mapas y eliminar las horas de tedioso trabajo que suponía la creación de los mapa a mano.
Como podemos apreciar en la galería fotográfica, el enfoque de los mapas ha variado con el transcurrir de las décadas y el acontecer de los hechos a escala mundial. Además de las cuestiones obvias de seguridad nacional, como la proliferación nuclear y las redes terroristas, durante el último medio siglo, la temática de los mapas se ha ido centrando en distintas cuestiones entre las que pueden citarse desastres naturales, pandemias e incluso la caza furtiva de elefantes en África.