El pasado mes de junio, los arqueólogos Mahmoud Suliman Bashir, de la Corporación Nacional para las Antigüedades y Museos (NCAM) de Sudán, y Julie Anderson, del Museo Británico, publicaron un libro online que recoge los hallazgos realizados en los últimos años por el Proyecto Arqueológico Berber-Abidiya en el cementerio meroítico de Dangeil, situado junto a la orilla del Nilo, en Sudán. En 2002, durante la excavación de un canal de drenaje entre los poblados de Dangeil y el-Fereikha aparecieron en primer lugar fragmentos de ladrillos rojos, cerámica de jarrones meroíticos y huesos humanos. Posteriores excavaciones sacaron a la luz un importante cementerio meroítico, fechado entre los siglos III a.C. y IV d.C. Siglos antes de la llegada del cristianismo y el islam, Sudán estuvo gobernada por el Reino de Kush, que se desarrolló entre los siglos IX a.C. y IV d.C. Los kushitas veneraron a Amón, el antiguo dios egipcio, y adoptaron las prácticas religiosas y funerarias de los egipcios.
Amuletos contra el mal
Los kushitas sepultaron a sus reyes y reinas en tumbas excavadas en la roca bajo pirámides de piedra arenisca. Sin embargo, en varios cementerios meroíticos, como el de Dangeil, no se han hallado rastros de estas superestructuras. Los restos humanos hallados en Dangeil indican que los cuerpos fueron enterrados de lado y en posición semiflexionada, aunque algunos también fueron enterrados con el cuerpo extendido y boca arriba. Los hallazgos más frecuentes en este cementerio corresponden a grandes jarras de cerámica que en su día contenían cerveza. También proliferan los objetos metálicos, como por ejemplo recipientes de aleación de cobre, anillos, cierres, clavos y puntas de flecha de hierro. Entre otros objetos se encuentran botellas, escarabeos y amuletos realizados con loza, cáscaras de huevos de avestruz y vidrio. Destaca una caja de loza decorada con dos grandes ojos que protegían del mal. El proyecto arqueológico cuenta con la ayuda de la Organización de Desarrollo Arqueológico de Nubia (Catar-Sudán).