Àlex Sala
Periodista especializado en Arte e Historia del Arte
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Antoni Gaudí fue un arquitecto único. "No sé si hemos dado el título a un loco o a un genio", dijo el director de la Escuela de Arquitectura de Barcelona tras la graduación de Gaudí. Sus edificios tienen un sello original, aunque radicalmente distinto en cada uno de ellos. La Sagrada Familia o la Pedrera son muy diferentes entre si, aunque su perfil es inconfundiblemente gaudiniano.
La Casa Batlló es también una construcción singular. Gaudí aprovechó la reforma de este edificio, vecino de la emblemática Pedrera (o Casa Milà) en el Paseo de Gracia de Barcelona, para ejecutar su lienzo en tres dimensiones. Igual que Miguel Ángel captó el momento culminante de la lucha entre David y Goliat en su coloso de mármol blanco, en el edificio de Antoni Gaudí podemos proyectar la leyenda de San Jorge y el dragón. Una lucha épica entre el bien y el mal que ha dado lugar a una de las celebraciones del amor y la cultura más arraigadas en la Catalunya natal del arquitecto.