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A finales de mayo de 1535, el emperador Carlos I de España (1500-1558), o Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico, zarpó de Barcelona con destino a Mahón, en Menorca, y de ahí a Cerdeña, desde donde partió junto a una poderosa flota, formada por unas 400 embarcaciones y unos 30.000 soldados, para emprender la conquista de Túnez, en manos del almirante otomano Barbarroja. A bordo le acompañaban historiadores y poetas que debían documentar la hazaña, además de su pintor de corte, el neerlandés Jan Cornelisz Vermeyen. La victoria se consumó en el verano de ese mismo año, y en 1546, once años después, Vermeyen recibió el encargo de pintar doce cartones para tapices, a partir de los bocetos que realizó durante el viaje, para conmemorar la caída de Túnez. El Kunsthistorisches Museum de Viena conserva diez de los doce cartones originales, que tienen el mismo tamaño que los tapices que se realizaron después. Los cartones fueron realizados en carboncillo, acuarela o gouache por parte de Vermeyen y otro artista neerlandés, Pieter Coecke van Aelst. Estas piezas excepcionales y otras relacionadas con la expedición o con sus protagonistas -entre ellas un retrato de Carlos V realizado por Tiziano- se podrán admirar hasta el 2 de febrero de 2014 en la exposición El emperador Carlos V conquista Túnez, en el Kunsthistorisches Museum de Viena.