La Cárcel Mamertina de Roma ha sido reabierta al público

El Carcer Tullianum, la cárcel más antigua de Roma, fue un terrible encierro para los enemigos de Roma, entre ellos Vercingétorix o los apóstoles Pedro y Pablo

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Foto: Riccardo Auci (Visivalab)

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Foro Romano

La Cárcel Mamertina se encuentra en el subterráneo de la iglesia de San Giuseppe dei Falegnami, en el Foro Romano.

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Iglesia de San Giuseppe dei Falegnami

La iglesia de San Giuseppe dei Falegnami, completada en el siglo XVII.

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Escaleras de acceso

Escaleras de acceso a la Cárcel Mamertina.

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Manantial

Manantial natural, del cual aún surge el agua.

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Lugar de culto

La Cárcel Mamertina fue transformada en un lugar de culto cristiano alrededor del siglo VII d.C.

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Acceso a la cárcel

Antiguamente este agujero circular era el único acceso a la cárcel subterránea.

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Carcer Tullianum

El espacio subterráneo del Tullianum, donde fueron recluidos los enemigos de Roma.

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Un lugar repugnante y espantoso

El historiador romano Salustio describió el Carcer Tullianum como un lugar "repugnante y espantoso por su estado de abandono, oscuridad y pestilencia".

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Pedro y Pablo obraron un milagro

Cuenta la leyenda que los apóstoles Pedro y Pablo fueron encerrados en el Tullianum y de forma milagrosa hicieron brotar agua de un manantial, con la que bautizaron a los demás reclusos y a los vigilantes de la celda.

La Cárcel Mamertina, conocida en latín como Carcer Tullianum y que probablemente es la cárcel más antigua de Roma, fue reabierta al público la semana pasada con un nuevo proyecto museístico que incluye los resultados de las últimas excavaciones arqueológicas, según informa la organización Opera Romana Pellegrinaggi en un comunicado. El historiador romano Salustio, del siglo I a.C., describió el Carcer Tullianum como un lugar "repugnante y espantoso por su estado de abandono, oscuridad y pestilencia".

No fue una cárcel común, sino un encierro para los enemigos de Roma, entre ellos el líder galo Vercingétorix, quien supuestamente fue retenido en su interior y posteriormente estrangulado. Cuenta la leyenda que los apóstoles Pedro y Pablo fueron encerrados en el Tullianum y de forma milagrosa hicieron brotar agua de un manantial, con la que bautizaron a los demás reclusos y a los vigilantes de la celda.

El jefe galo Vercingétorix supuestamente fue retenido en su interior y estrangulado

La ocupación humana de este lugar se remonta a la Edad del Hierro, entre los siglos IX y VIII a.C., según han revelado los últimos hallazgos arqueológicos. A esta época corresponden unos restos murales y tres sepulturas que se han integrado en el espacio expositivo. En el siglo VI a.C., durante el reinado de Servio Tulio, se erigió un edificio que fue sacralizado, según han podido deducir los arqueólogos por la presencia de un manantial, del cual aún surge el agua, y un depósito votivo que contenía cerámica, restos animales y vegetales, entre ellos un limón, un fruto de procedencia asiática que nunca antes se había hallado en un contexto arqueológico europeo tan antiguo.

El espacio subterráneo del Tullianum, situado en el Foro Romano, fue utilizado como cárcel durante los períodos monárquico y republicano de Roma, y en época imperial perdió su forma perfectamente circular y fue monumentalizado. El Carcer Tullianum perdió su función de prisión alrededor del siglo VII d.C. y se convirtió en un lugar de culto cristiano, tras haber alojado a los apóstoles Pedro y Pablo siglos atrás. El edificio actual data del siglo XVII, cuando se construyó la iglesia de San Giuseppe dei Falegnami sobre la antigua Cárcel Mamertina.