Abel G.M.
Periodista especializado en historia y paleontología
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Las Highlands escocesas ofrecen un sinfín de actividades, pero la más peculiar a finales de agosto ha sido una batida en busca del monstruo del Lago Ness. Y no hablamos de una búsqueda cualquiera: los más de 100 voluntarios han utilizado varias tecnologías disponibles como detectores submarinos, drones equipados con cámaras infrarrojas y un hidrófono submarino en la búsqueda más exhaustiva de los últimos 50 años.
Aunque los buscadores eran voluntarios, en su mayoría apasionados de la leyenda de Nessie, el Centro del Lago Ness y el Equipo de Exploración del Lago Ness pusieron su tecnología a disposición del equipo. Hay que recordar que el monstruo del lago, o Nessie como se lo conoce popularmente, es uno de los grandes reclamos turísticos de Escocia y supone una importante fuente de ingresos para las Highlands.
La mayor búsqueda en décadas
Aunque la búsqueda de Nessie es algo constante en esta zona, rara vez se organizan búsquedas tan exhaustivas como la que ha tenido lugar este fin de semana. Y es que buscar algo en el Lago Ness no es para nada sencillo: la visibilidad puede ser muy variable debido al cambiante clima escocés y la turbidez de las aguas dificulta la observación de la vida submarina. Además, buscar una criatura en concreto por muy grande que se la suponga no es cosa fácil: el lago tiene unos 37 kilómetros de longitud y su profundidad máxima es de 226 metros, lo cual lo convierte en uno de los lagos más profundos de Europa.
El dispositivo organizado en esta ocasión es el mayor que se ha preparado en los últimos 50 años. En 1969 se utilizó un sumergible de pequeño tamaño, que ciertamente no es la mejor manera de aproximarse a una criatura esquiva. Unos años después, en 1987, se realizó la última gran búsqueda con 24 barcos equipados son sonar que recorrieron toda la superficie del lago sin encontrar a la misteriosa criatura.
Desde entonces la tecnología ha avanzado mucho y en esta ocasión se han utilizado detectores submarinos, drones equipados con cámaras infrarrojas e hidrófonos, un dispositivo que detecta señales de sonido muy débiles o que estén a gran distancia bajo el agua y muestra su tamaño aproximado en pantalla en forma de señal de sonar. A pesar de todos los medios empleados, la búsqueda ha concluido sin que encontrasen nada remotamente parecido a Nessie, pero los organizadores han manifestado que no desistirán en su empeño de hallar al “monstruo”.
El Centro del Lago Ness ha usado previamente estos dispositivos en su búsqueda de la misteriosa criatura y, aunque no la han encontrado, de vez en cuando detectan alguna señal que mantiene vivo el interés. Paul Nixon, director del centro, explica: “Algunos de los avistamientos más recientes que he visto han sido contactos a través del sonar, que indicaban la presencia de algo en aguas profundas. El más grande que he visto era un objeto del tamaño de una furgoneta. No sé que era, pero ya no estaba allí cuando llegamos.”
El origen de la leyenda del monstruo
La leyenda del monstruo del Lago Ness se remonta al siglo VII y aparece por primera vez en el texto Vida de San Columba, que narra como este santo irlandés salvó a un hombre que estaba siendo atacado por una criatura marina en este lago. En su origen esta historia se relaciona con los kelpies, unas criaturas míticas del folklore escocés que tienen forma de caballo y viven en los lagos.
La versión moderna del monstruo, parecida a un plesiosaurio – un tipo de reptiles marinos que vivieron durante el Jurásico y el Cretácico –, data del siglo XIX. Entre 1868 y 1933 aparecían de vez en cuando, en los periódicos británicos, noticias sobre supuestos avistamientos de criaturas marinas de gran tamaño. Las descripciones variaban notablemente: algunas personas lo describían como un pez enorme, mientras que otras hablaban de un reptil parecido a un cocodrilo. La publicación de la famosa fotografía tomada por Marmaduke Arundel Wetherell en 1934 fue la que lanzó definitivamente la “Nessiemanía”.

31 Nessie (Marmaduke Arundel Wetherell)
La foto tomada en 1934 por Marmaduke Arundel Wetherell fue la que desató la Nessiemania. Años más tarde el nieto del autor reconoció que la fotografía era falsa, pero la imagen ya se había difundido por todo el mundo.
Marmaduke Arundel Wetherell
A lo largo de los años se han publicado muchas fotos del supuesto monstruo, aunque de tan mala calidad que resulta imposible afirmar que se trate de una criatura; varias de ellas, de hecho, se ha demostrado que eran falsificadas. A pesar de ello la leyenda de Nessie se mantuvo viva, un interés promovido voluntariamente ya que la misteriosa criatura demostró ser un potentísimo reclamo de marketing. Además de esto hay un factor sentimental, ya que Nessie es el símbolo más popular de Escocia y una seña de identidad de las Highlands en particular.
Millones de personas viajan cada año a Escocia, en ocasiones solo para ver este lago; por no hablar de todo el merchandising que se mueve alrededor de esta criatura. Los informes oficiales estiman que el turismo supone alrededor de un 20% del PIB de las Highlands escocesas, por lo que es difícil que la leyenda del monstruo del Lago Ness se apague por muchas búsquedas infructuosas que tengan lugar.