Un 7 de mayo de 1945, el general Alfred Jodl, Jefe del Estado Mayor del Alto Mando de las Fuerzas Armadas Alemanas, firmaría en el Cuartel General Supremo de la Fuerza Expedicionaria Aliada, en Reims, Francia, el Acta de Rendición Incondicional de la Alemania Nacionalsocialista ante las fuerzas aliadas. Sin embargo, la rendición de los alemanes no pondría fin a la mayor guerra de la historia de la humanidad, la Segunda Guerra Mundial. La contienda se trasladaría exclusivamente al Pacífico, donde la Segunda Guerra Sino-Japonesa se venía librando desde 1937.
Esta comenzaría el 7 de julio de 1937 con la invasión por Japón del noreste de China. Con este acto bélico los nipones darían comienzo a una guerra particular en la que pronto se verían involucradas varias naciones. Es desde este momento que Japón trataría - con éxito- de expandirse por el continente asiático.
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La aplastante superioridad militar de los japoneses respecto a sus vecinos pronto dio sus frutos. Las ambiciones japonesas crecieron paulatinamente hasta que, unos años después, continuando con su política bélica expansionista, firmarían con Alemania e Italia el Tratado Tripartito, mediante el cual quedaba alineado con las potencias del eje.
En julio de 1941, con el objetivo de conformar en la zona una coalición de naciones asiáticas libres de la influencia europea y lideradas por Japón, lo que los japoneses conceptualizaron bajo el término de "la Esfera de Coprosperidad de la Gran Asia", los nipones decidieron dirigir su ejército hacia el sur de Indochina, territorio controlado por Francia.
Ante este acto de beligerancia la respuesta de algunos países europeos, así como de los Estados Unidos, -con intereses económicos en la zona- no se hizo de esperar. El resultado fue una serie de embargos comerciales y una disminución del 90% en el suministro de petróleo en detrimento del país del sol naciente.
El ataque a Pearl Harbor fue el acicate para que los Estados Unidos participaran en la Segunda Guerra Mundial
Entre otras razones, la situación alcanzada por Japón tras los embargos, sería uno de los detonantes del ataque de la Armada Imperial Japonesa contra la base naval de los Estados Unidos en Pearl Harbor, Hawai, el 7 de diciembre de 1941. La maniobra estuvo destinada a evitar la intervención de la Flota del Pacífico de los Estados Unidos en los planes de Japón para el sureste asiático contra las posesiones ultramarinas del Reino Unido, Francia, Países Bajos y los mismos americanos.
El ataque sorpresa a Pearl Harbor fue el acicate definitivo para que, tan solo un dia después, el 8 de diciembre de 1941, los Estados Unidos, hasta el momento en una posición no beligerante, tomaran partido de forma activa y definitiva en la Segunda Guerra Mundial declarando la guerra a Japón.
Durante los 4 años siguientes, los estadounidenses librarían una dura contienda con los japoneses en territorio Chino y en las aguas del Pacífico, donde la conquista de cada isla se convertiría en una guerra a pequeña escala.
Si bien es cierto que la disputa entre japoneses y estadounidenses estuvo muy equilibrada, la caída de Alemania pondría las cosas mucho más difíciles a los asiáticos. Sin embargo, lo que finalmente decantaría la balanza a favor de los aliados, sería el arma que en secreto, bajo el nombre en clave de "el Proyecto Manhattan", seria desarrollada por los Estados Unidos con la ayuda de Reino Unido y Canadá. El proyecto, que agrupó a una gran cantidad de eminencias científicas como Robert Oppenheimer, Niels Böhr y Enrico Fermi, tenía el objetivo de desarrollar la primera bomba atómica antes que lo hicieran sus enemigos los alemanes.
La investigación culminó con "Trinity", nombre que se daría al primer ensayo atómico realizado en el desierto de Alamogordo, en Nuevo México, el 16 de julio de 1945. La bomba finalmente no sería usada contra los alemanes, sin embargo, sería el arma definitiva que acabaría con las aspiraciones japonesas en el Pacífico y el continente asiático. Pasadas 3 semanas de este primer test, el 6 de agosto de 1945, un artefacto nuclear cargado de Uranio-235 bautizado como "Little Boy", hacía blanco en la ciudad de Hiroshima. Tres días después, "Fat Man", su hermano mayor, esta vez cargado de Plutonio-239, lo haría sobre Nagasaki.
La rendición de Japón, que oficialmente no se hizo efectiva hasta el 2 de Septiembre del mismo año, llegaría en un transcurso de 6 jornadas desde el lanzamiento del segundo artefacto, el 15 agosto de ese mismo año.
"Trinity" puso de manifiesto la capacidad del ser humano para, irónicamente, crear algo capaz de destruir todo aquello que había construido, incluyendo su propio mundo. Lo ocurrido en Hiroshima demostró que sería capaz de hacer uso de ese poder. Lo acaecido en Nagasaki, una vez vista la desolación, muerte y destrucción ulteriores, como, tristemente, aún conocidas las terribles consecuencias, sería capaz de repetirlo de nuevo.