En 1917 al cabo de dos años de guerra contra el Imperio Otomano, como parte de la Primera Guerra Mundial los británicos habían logrado empujar al enemigo desde la frontera egipcia hasta Tierra Santa. Pero allí quedaron frenados por las impenetrables defensas de Gaza y la indómita resistencia de los turcos, mandados por generales de la talla de Mustafá Kemal y el alemán Erich von Falkenhayn.
Los otomanos habían rodeado la ciudad de varios anillos de trincheras defendidas por nidos de ametralladoras y artillería, por lo que aunque los británicos les rodearon en varias ocasiones siempre consiguieron resistir su asaltos hasta que les llegaban refuerzos desde el norte.

191 5 un tank à Gaza
Pese a que contaban con tanques de última generación como el mark II de la imagen, los británicos no lograron penetrar en las defensas de Gaza.
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El hecho que gran parte del ejército aliado estuviera formado por veteranos del desastre de Galípoli no contribuía a mejorar la situación, pues su moral era muy baja dadas la enormes pérdidas que ya habían sufrido a manos de los turcos.
El ejército británico destinado en Egipto era de hecho una fuerza multinacional en la que predominaban los ANZACS: soldados de Australia y Nueva Zelanda que habían sido transportados desde Oceanía para tomar parte en la contienda mundial. Entre ellos destacaba el Cuerpo Montado del Desierto, una unidad de caballería ligera que se movía a sus anchas por Palestina, y que pronto demostraría ser la llave para la victoria.
El plan de Allenby
Dado que los ataques frontales contra Gaza no surtían efecto, el comandante supremo británico Lord Allenby optó por la astucia para doblegar la línea de defensa turca. A cuarenta kilómetros al este de la ciudad, el pueblo de Beerseba constituía el extremo de la línea turca, y de manera crucial era el único punto en muchos kilómetros en el que se podían encontrar pozos de agua. Ese sería el punto que atacarían ahora los británicos, pues con su captura rodearían por detrás las defensas enemigas.

Observer, pilot, and Bristol Fighter F2B aircraft
El secreto de la maniobra envolvente se pudo mantener gracias al apoyo de cazas Bristol F2B como el de la imagen superior, uno de los cuales derribó a un avión espía alemán que había tomado fotos de la columna de marcha británica.
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Como todos los ataques hasta la fecha se habían dirigido contra Gaza, los turcos solo protegían la población con una débil guarnición de 5.000 soldados. Para asegurarse que estos no recibieran refuerzos Allenby llevó a cabo una campaña de engaño, en la que siguió bombardeando Gaza y permitió que el enemigo capturara una mochila con planes falsos en los que la ciudad quedaba marcada como el próximo objetivo.
Con sumo sigilo, el 30 de octubre se inició la marcha de los 45.000 hombres que tomarían parte en la operación decisiva de la guerra. Para ocultar sus movimientos al enemigo, los británicos marchaban durante la noche y dormían en los lechos secos de los de los ríos por el día, cubiertos desde el aire por los biplanos del RFC.

7th LHR near Asluj 1917 AWM
Soldados del 7º de caballería ligera descansado en el cauce seco de un río durante la marcha hacia Beerseba.
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El Cuerpo Montado llegó todavía más lejos, cabalgando durante dos noches por el desierto hasta situarse en secreto al este de Beerseba, donde solo dos líneas de trincheras les separaban de la ciudad.
La carga de los ANZACS
El 31 de octubre se inició el ataque sobre la ciudad por parte de la infantería británica, que logró atraer a los turcos a un duro combate en las afueras, alejándoles de los 16.000 jinetes escondidos tras las dunas. A las 16:30 el comandante Harry Chauvel dio finalmente la orden de carga, y encabezada por los australianos la caballería avanzó sobre Beerseba cubierta por el fuego de algunos cañones.

Imperial Camel Corps (26251472199)
El objetivo del Cuerpo Imperial de Camellos (arriba) en Beerseva fue la colina de Tel as Saba, una altura dominante que fue atacada también por los neozelandeses.
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Como los ANZACS no disponían de sables, la carga se efectuó empuñando las bayonetas de sus rifles. Gracias al efecto sorpresa la primera trinchera fue superada sin dificultad, con los disparos enemigos pasando sobre sus cabezas, pero el combate empezó de verdad cuando llegaron a la segunda línea.
Esta era una trinchera de tres metros de profundidad y 1.2 de ancho defendida por numerosos turcos, que tras recalibrar la mira de sus fusiles empezaron a causar múltiples bajas. Allí los australianos desmontaron y combatieron cuerpo a cuerpo con el enemigo, acabando con más de 40 mientras su compañeros seguían al galope hacia la ciudad.

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Trinchera turca del frente palestino en Harcira, 1917.
Más allá de las trincheras un riachuelo se interponía en su marcha, pero los jinetes lo superaron llegando a los pozos antes de que los turcos pudieran cegarlos con las cargas de dinamita destinadas a tal efecto. A las 18:00 todo había acabado, y Beerseba estaba en manos británicas gracias a la magnífica carga de la caballería ligera.
Con su flanco izquierdo rebasado, los turcos no tuvieron más remedio que retirarse de sus posiciones en el desierto y abandonar Gaza, que fue conquistada sin pegar un tiro el 7 de noviembre. La resistencia turca se desmoronaba al cabo de poco, y al mes siguiente Allenby entraba a pie en Jerusalén por la puerta de Jaffa.

Allenby enters Jerusalem 1917
Allenby entró en Jerusalén el 11 de diciembre, convirtiendo Palestina en un mandato británico hasta la creación de Israel en 1948.
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La batalla supuso el golpe de gracia para los otomanos en Oriente Medio, quienes ya habían perdido Mesopotamia y se enfrentaban a una revuelta de las tribus nómadas incitada por Lawrence de Arabia. En los años de posguerra los británicos permitieron a numerosos judíos asentarse en lo que ellos llamaban Palestina, propiciando la creación del estado de Israel en 1948 tras los azares de la Segunda Guerra Mundial.