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Una nueva tumba de la dinastía XVIII, perteneciente a Amenemhat, un orfebre de la realeza egipcia, y una tumba de fosa probablemente del Reino Medio (dinastías XI y XII), que contenía los restos de una mujer y de sus dos hijos, han sido descubiertas en la necrópolis de Dra Abu el-Naga, en Lúxor. Ambos hallazgos, realizados por una misión arqueológica egipcia, fueron anunciados el pasado domingo por el Ministerio de Antigüedades de Egipto.
La entrada a la tumba de Amenemhat se ubica en el patio de la tumba Kampp 150, otra tumba del Reino Medio. La entrada conduce a una cámara cuadrada con un nicho al final de la misma, en cuyo interior había una obra escultórica en piedra arenisca, parcialmente deteriorada, que representa al propietario de la tumba sentado junto a su mujer, con vestido largo y peluca y la pequeña figura de uno de sus hijos en su regazo. Esta tumba contiene dos fosas: una de siete metros de profundidad, probablemente cavada para enterrar la momia del difunto y la de su mujer, que conservaba restos momificados, sarcófagos, máscaras funerarias y estatuillas de los difuntos; y otra fosa que conservaba una colección de sarcófagos de las dinastías XX y XXII, deteriorada a lo largo del período tardío de Egipto.
Una mujer de unos 50 años de edad fue enterrada junto a sus dos hijos adultos
El patio de la tumba Kampp 150 también ha deparado el hallazgo de un grupo de tumbas de fosa que han sido fechadas en el Reino Medio, entre ellas la que contenía los restos de una mujer y de sus dos hijos. Los arqueólogos han encontrado restos craneales y ataúdes de madera: uno con las momias de los dos hijos, dos hombres adultos de entre 20 y 30 años de edad, y el otro con la momia de la madre, una mujer que murió a los 50 años de edad y que sufrió varias enfermedades a lo largo de su vida, desde caries hasta enfermedades de origen bacteriano en los huesos.
La misión arqueológica egipcia ha realizado otros hallazgos excepcionales: restos de piedra caliza de una mesa de ofrendas (para disponer las ofrendas), cuatro sarcófagos de madera parcialmente deteriorados y decorados con textos jeroglíficos y escenas religiosas, una obra escultórica de piedra arenisca de un comerciante llamado Mah, una colección de 150 ushabtis o figurillas y una colección de 50 conos funerarios.