Abel G.M.
Periodista especializado en historia, paleontología y mascotas
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La antigua Roma, a pesar de su esplendor, pasó por muchas épocas de crisis que pusieron a prueba su capacidad de supervivencia. Cuando llegaban tiempos de escasez, los romanos tiraban de lo que podían reaprovechar y reciclar, especialmente los recursos más escasos y valiosos como la plata. Ahora un novedoso estudio propone una manera de trazar estas épocas de crisis a partir de la composición de las monedas de plata más comunes y el plomo residual generado en su producción.
Así se sabe si una moneda es de plata reciclada
Un estudio de la Universidad de Liverpool señala que es posible identificar estas épocas de crisis fijándose en un patrón que había pasado inadvertido hasta ahora: la composición de las monedas de plata reciclada. Esto se sabe a partir del plomo residual generado en el proceso de fabricación, ya que el proceso de refundir las monedas viejas generaba menos contaminación que acuñarlas desde cero. Además, en época de necesidad se utilizaban minerales de plomo por su contenido en plata, mientras que en tiempos de bonanza se explotaban los filones de más calidad, que contenían plata mezclada con oro.
El estudio señala que “debido a que los minerales de plomo a menudo se explotaban por sus bajas cantidades de plata y el plomo se utiliza para refinar la plata en el proceso de copelación, las guerras recurrentes y los períodos de estabilidad e inestabilidad que instigaban picos y valles en la producción de plomo y plata dieron como resultado fluctuaciones en la contaminación por plomo depositada en el hielo”. Midiendo estos niveles se puede saber, por lo tanto, en qué época se refinaba más plata y, en consecuencia, cuándo se acuñaba más moneda.
Tiempos de guerra, tiempos de reciclaje
Las épocas en las que se acuñaba menos moneda coinciden con los períodos de guerras y conflictos que imposibilitaban o dificultaban mucho la extracción de la plata de mejor calidad. El doctor Jonathan Wood, autor principal del estudio, explica que entonces se recurría a varias soluciones: “Degradar la plata era una forma de lidiar con las fluctuaciones en el suministro. Fundir plata existente, ya sea propia o de otra persona, era otra. Para los romanos, reciclar monedas habría sido considerablemente menos costoso que extraer plata nueva, lo que representaba un beneficio para sus finanzas y para el medio ambiente”.
Los autores del estudio aportan varios ejemplos de estas fluctuaciones. “Alrededor del año 120 a. C. comienzan a aparecer grupos de monedas con niveles muy bajos de oro. La plata utilizada para estas monedas también parece haber pasado a formar parte del suministro de plata para acuñar en la primera mitad del siglo I a.C.Luego, en el 49 a.C., parece entrar en circulación una nueva remesa de plata con altos niveles de oro”. Dado que Julio César regresó a Roma de sus batallas con los galos en el 49 a. C., los investigadores proponen que esta nueva plata en circulación fue saqueada por el ejército de César.
Sin embargo, uno de los efectos de este reciclaje es que la composición de metales en las monedas fluctuaba mucho y constantemente, lo cual generaba mucha inseguridad económica. Varios emperadores recurrieron a la medida de devaluar la moneda cuando la plata escaseaba, pero esto provocó efectos de inflación que condujeron a crisis económicas muy importantes.