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Sac Actun es un laberíntico sistema de cavernas inundadas que se extiende bajo el suelo del estado de Quintana Roo, en la península de Yucatán, en el sureste de México, y que podría ser "el más grande de nuestro planeta", según explica el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en un boletín difundido el pasado lunes. El conjunto de cavidades interconectadas suma 347 kilómetros, pero de comprobarse su conexión con otros sistemas aledaños podría ser un sistema monstruoso de hasta 1.000 kilómetros, en cuyas entrañas reposan restos humanos y faunísticos de distintas épocas. A lo largo de este inmenso sistema subacuático se han localizado 248 cenotes que sirven de entrada y 198 contextos arqueológicos: 138 parecen estar vinculados a la civilización maya y al menos dos contienen restos óseos de individuos precerámicos, de más de 9.000 años de antigüedad. El sistema Sac Actun, ubicado en Tulum y que significa "Cueva Blanca" en maya, será promovido como bien mixto ante la Unesco.
Estas cavernas subterráneas son verdaderos túneles del tiempo que resguardan la historia remota y reciente de Quintana Roo. A finales del último periodo glacial, el nivel del agua estaba a unos 100 metros por debajo de la superficie actual. El deshielo causó la subida del nivel del agua e inundó las cavidades que originalmente estaban secas, por ello se han conservado en su interior, y bajo condiciones idóneas, restos de megafauna extinta del Pleistoceno. En un par de sitios de Sac Actun hay restos óseos de humanos de más de 9.000 años de antigüedad, que serán examinados este año: un cráneo y el esqueleto de un individuo, al parecer completo, pero que se halla disperso. También hay muros, pasajes y altares que fueron usados por los mayas, pero que incluso podrían datar de épocas anteriores. En un contexto funerario de origen maya hay restos humanos y una ofrenda de cerámica asociada a estos restos, y en otra sección del sistema hay fragmentos de un incensario con la posible representación de Ek Chuak, el dios maya del comercio, entre otras cosas.
Estas cavernas son túneles del tiempo que resguardan la historia remota y reciente de Quintana Roo
"En 2004 empecé a explorar Sac Actun y quedé fascinado por su belleza rodeada de estalagmitas y estalactitas. Entonces sólo se conocían 17 kilómetros del sistema de cuevas inundadas y ahora, después de buscar otras conexiones en lo que equiparo con un collar de perlas, alcanza 347 kilómetros", dice Robert Schmittner, responsable de la exploración subacuática del proyecto Gran Acuífero Maya (GAM). Schmittner es un alemán establecido en las playas de Quintana Roo desde hace dos décadas, quien ha persistido a lo largo de 14 años en descubrir las cavernas subterráneas de Sac Actun, en inmersiones de hasta seis horas, con una visibilidad mínima y en profundidades que van de los 20 a los 100 metros. El pasado 10 de enero, el leve sonido de una corriente lo alertó de la existencia de una conexión a otro sistema de cavidades, denominado Dos Ojos, un paso tan estrecho que el buzo tuvo que retirar los dos tanques de oxígeno que lo flanqueaban. El arqueólogo Guillermo de Anda Alanís, director del proyecto GAM, coordinado por el INAH y en colaboración con National Geographic Society, sólo puede hablar en términos superlativos al referirse a Sac Actun, que ha absorbido al sistema Dos Ojos para alcanzar una extensión equivalente a la distancia entre las ciudades de Cancún y Chetumal, ambas ubicadas en la península de Yucatán.