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Los asentamientos humanos a lo largo de la historia en Sudán

Con el objetivo de conocer más a fondo qué ocurrió en este país africano situado entre el Nilo y el desierto, los arqueólogos están estudiando varios asentamientos humanos de diversos períodos, desde la Prehistoria hasta nuestros días.

Pirámides de Meroe, en Sudán.

Foto: Carla Lancelotti

Las civilizaciones más importantes y con mayores índices de desarrollo de la historia han surgido en las orillas de los grandes ríos del planeta, como el Nilo, el Tigris o el Éufrates. Por ejemplo, en África, el Nilo está íntimamente relacionado con las grandes pirámides de Egipto y la floreciente cultura faraónica que todo el mundo conoce y admira. También regada por el Nilo, aunque menos conocida por el gran público, está la cultura meroítica, que se desarrolló en el moderno Sudan entre 600 a.C. y 500 d.C., una civilización que también levantó pirámides, aunque menos llamativas que sus hermanas egipcias. Pero Sudán tiene un pasado mucho más remoto, y ha albergado poblaciones que fueron capaces de aprovechar tanto los recursos del río como los del desierto que lo bordea.

Una región densamente poblada

La quinta catarata del Nilo se halla a unos 400 kilómetros al norte de la capital, Jartum, una región que se caracteriza por un paisaje variado, con pequeñas montañas y wadis (cauces de ríos secos) que estacionalmente proporcionan fuentes adicionales de agua que han favorecido los establecimientos humanos. En esta área se han encontrado signos de ocupación que abarcan un amplio período de tiempo, que comprende desde el Paleolítico hasta la historia reciente(400.000 a.C. hasta la actualidad). Las prospecciones arqueológicas que se han llevado a cabo cerca de las orillas del río han mostrado claras evidencias de la presencia de yacimientos arqueológicos, lo que también parecen indicar las imágenes satelitales de las zonas desértica más alejadas del Nilo, tanto en la orilla este como en la oeste. Pero lo que más llama la atención en esta zona son las evidencias de contacto tanto entre poblaciones asentadas en el valle del Nilo y poblaciones que vivían en el desierto, como entre culturas que se desarrollaron en el norte y en el centro de Sudán, contactos que parecen empezar a partir de la Prehistoria y han continuado hasta la actualidad.

Estructuras de piedra y túmulos, evidencias de ocupación prehistórica en la zona de Fotwar.

Foto: Stefano Biagetti - FiCaPro

Las prospecciones arqueológicas que se han llevado a cabo cerca de las orillas del río han proporcionado trazas de yacimientos arqueológicos, lo que también parecen indicar las imágenes satelitales en las zonas desértica más alejadas del Nilo.

En este contexto, el Proyecto Arqueológico Quinta Catarata del Nilo (FiCaPro), compuesto por un equipo Internacional e interdisciplinar de arqueólogos de la Shendi University en Sudán, la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona y el Departamento de Antigüedades y Museos del Gobierno de Sudan en Jartum (NCAM), bajo la codirección de Hassan Mustafa Alkhidir y Carla Lancelotti, pretende estudiar en concreto el período de transición desde un tipo de economía de cazadores-recolectores a una economía agrícola-pastoril (hacia 8500-3500 a.C.), y entender sobre todo cómo las poblaciones locales han adaptado sus estrategias para sobrevivir en una zona desértica, aprovechando al máximo todos los recursos disponibles.

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Yacimientos prehistóricos

Hasta el momento, y debido principalmente a los problemas derivados de la pandemia, solo se ha llevado a cabo una campaña de prospección arqueológica, que tuvo lugar en mayo de 2021. Durante esta campaña, el equipo visitó algunos yacimientos que está previsto que se excaven en el año 2022. En particular, los arqueólogos se han centrado en la zona de Fotwar, un pequeño pueblo situado en la orilla oeste del Nilo donde se localizan algunos yacimientos que han sido datados, gracias a la presencia de materiales de superficie, en la Prehistoria reciente. En concreto, uno de estos yacimientos, denominado S12, se alza sobre una pequeña altura, a unos 400 m al oeste del Nilo, y presenta en superficie concentraciones de materiales divididos por tipologías: una zona de talla lítica, otra con concentraciones de huesos, y una más que presenta restos de molinos y cerámicas, lo que sugiere una posible compartimentación del uso del espacio que reflejaría, probablemente, una división social del trabajo.

Los arqueólogos se han centrado en la zona de Fotwar, un pequeño pueblo situado en la orilla oeste del Nilo donde se localizan algunos yacimientos que han sido datados, gracias a la presencia de materiales de superficie, en la Prehistoria reciente.

Las próximas campañas se concentrarán, además de en recoger y estudiar este material en sus dimensiones espaciales, en obtener muestras bioarqueológicas, de restos de plantas y animales, muestras de cerámica para estudiar posibles restos de comida y elementos para llevar a cabo una datación absoluta por radiocarbono con el objetivo de empezar a reconstruir el uso de recursos para dieta y uso del territorio. Cerca del yacimiento S12, además, se han localizado unos túmulos que podrían proporcionar restos osteológicos que tal vez permitan estudiar genéticamente a las antiguas poblaciones de la zona con los métodos científicos más sofisticados (isótopos estables, cálculos dentales y ADN).

Posible sepultura prehistórica en forma de túmulo bajo, encontrada durante la prospección en mayo de 2021.

Foto: Carla Lancelotti

El estudio de las poblaciones actuales

En esta misma región existen hoy poblaciones que siguen practicando la agricultura y el pastoreo al modo tradicional, basándose en las inundaciones periódicas del Nilo, pero que también se adentran en el desierto para buscar zonas de pasto para sus animales y en las que plantar cereales como el mijo aprovechando las pequeñas áreas inundadas que se crean después de las lluvias. La intención del equipo es trabajar también con estas poblaciones, implementando un programa de etnoarqueología (mediante entrevistas, acompañando a los pastores en sus movimientos y visitando y muestreando las evidencias dejadas por sus campamentos estacionales).

 Estructura de conservación excavada en roca en el punto apical del yacimiento S12 en la zona de Fotwar.

Foto: Stefano Biagetti - FiCaPro

La intención del equipo es trabajar también con las poblaciones actuales de la zona mediante la implementación de un programa de etnoarqueología.

Los investigadores están convencidos de que este trabajo proporcionará modelos adecuados para interpretar algunas de las evidencias de los yacimientos arqueológicos y poder así reconstruir con mas fiabilidad las actividades humanas que se llevaron a cabo en esta zona en el pasado. Al mismo tiempo está previsto desarrollar un programa de arqueología comunitaria que involucre a las poblaciones locales en la protección de su patrimonio arqueológico.

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