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Cueva de Las Flechas

Foto: Margarita Díaz Andreu
Cueva de Las Flechas

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Foto: Margarita Díaz Andreu

Desenterrando el pasado: Episodio 21

Arqueoacústica, el estudio del sonido en los lugares arqueológicos

Dentro de la arqueología existe un campo realmente curioso e interesante, la arqueoacústica. O lo que es lo mismo, el estudio de la acústica y el sonido en sitios arqueológicos de todo el mundo para saber si estas propiedades acústicas tenían cierta importancia en las culturas ancestrales. Es justo lo que están haciendo estos investigadores en el Cañón de Santa Teresa, en México, donde se han encontrado pinturas rupestres de más de 3 metros de altura. Y es que resulta que la acústica del lugar favoreció la celebración de bailes y fiestas en el fondo del barranco.

Dentro de la arqueología existe un campo realmente curioso e interesante, la arqueoacústica. O lo que es lo mismo, el estudio de la acústica y el sonido en sitios arqueológicos de todo el mundo para saber si estas propiedades acústicas tenían cierta importancia en las culturas ancestrales. Es justo lo que están haciendo estos investigadores en el Cañón de Santa Teresa, en México, donde se han encontrado pinturas rupestres de más de 3 metros de altura. Y es que resulta que la acústica del lugar favoreció la celebración de bailes y fiestas en el fondo del barranco.

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Foto: Margarita Díaz Andreu

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Hoy el protagonista es el sonido… y su eco… Sonido que se produce por ejemplo dentro de una cueva o un barranco.

Nos vamos al Cañón de Santa Teresa en Baja California, al oeste de México, para conocer un proyecto que investiga la relación entre La acústica y la producción de arte rupestre. Es decir, nos preguntaremos… ¿A mejor acústica del lugar, mejores y más figuras pintadas en un abrigo rupestre? Lo averiguaremos en unos minutos…

Nos fijamos en una disciplina cada vez más presente en la investigación arqueológica. Hablaremos de la arqueoacústica, una materia que tiene en cuenta una de las dimensiones del mundo inmaterial: el sonido. Lo que busca la arqueoacústica es estudiar las propiedades acústicas del paisaje.

Lo explicaremos con más detalles en unos minutos, pero os avanzamos que la acústica del lugar favoreció la celebración de bailes y fiestas en el fondo del barranco… unas fiestas que duraban varios días y que eran dirigidas, muchas veces, por un chamán.

Además, en este podcast comprobaremos el impacto que tiene el sonido en nuestras emociones. Y no solo en la actualidad, sino también hace miles de años.

Bienvenidos a un nuevo capítulo de “Desenterrando el pasado”

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TRANSCRIPCIÓN DEL PODCAST

Hoy el protagonista es el sonido… y su eco… Sonido que se produce por ejemplo dentro de una cueva o un barranco.

Nos vamos al Cañón de Santa Teresa en Baja California, al oeste de México, para conocer un proyecto que investiga la relación entre La acústica y la producción de arte rupestre. Es decir, nos preguntaremos… ¿A mejor acústica del lugar, mejores y más figuras pintadas en un abrigo rupestre? Lo averiguaremos en unos minutos…

Nos fijamos en una disciplina cada vez más presente en la investigación arqueológica. Hablaremos de la arqueoacústica, una materia que tiene en cuenta una de las dimensiones del mundo inmaterial: el sonido. Lo que busca la arqueoacústica es estudiar las propiedades acústicas del paisaje.

Lo explicaremos con más detalles en unos minutos, pero os avanzamos que la acústica del lugar favoreció la celebración de bailes y fiestas en el fondo del barranco… unas fiestas que duraban varios días y que eran dirigidas, muchas veces, por un chamán.

Además, en este podcast comprobaremos el impacto que tiene el sonido en nuestras emociones. Y no solo en la actualidad, sino también hace miles de años.

Bienvenidos a un nuevo capítulo de “Desenterrando el pasado”

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Desde siempre los humanos hemos buscado rincones donde la acústica favorece los sonidos… sin ir más lejos… ¿Quién no ha cantado alguna vez en la ducha?

Cuando nos arrancamos a cantar mientras nos duchamos y lo hacemos a conciencia, quiero decir, con ganas… es porque nos favorece claramente la acústica del lugar. De hecho es que incluso hay estudios que confirman que hay una razón física que juega a nuestro favor.

Así es, los azulejos que cubren las paredes de la ducha y el hecho de ser un espacio cerrado hace que las ondas que generamos al cantar reboten contra las paredes muy rápidamente provocando que nuestra voz suene más potente de lo normal. Lo que nos hace creer que, por un momento, somos cantantes de ópera profesionales.

Bien, pues el proyecto que nos ocupa hoy “El paisaje sonoro y el arte rupestre del Cañón de Santa Teresa”, no va de cantar en la ducha, pero se centra en la acústica del lugar, dónde habitaban nuestros antepasados. Investiga la relación entre el efecto de la acústica con la producción de pinturas rupestres y lo dirige la arqueóloga Margarita Díaz Andreu. Ella es investigadora ICREA de la Universidad de Barcelona. Además ha sido galardonada recientemente con el Premio Nacional Ramón Menéndez Pidal de Investigación 2021, en el área de Humanidades. Un premio que otorga el Ministerio de Ciencia e Innovación.

Además, el proyecto está financiado por la Fundación Palarq y se desarrolla en el ámbito conocido como arqueoacústica.

Se trata de una disciplina que estudia las propiedades acústicas del paisaje y que cada vez está más en auge.

Uno de los miembros del equipo y también arqueólogo es Neemias Santos da Rosa. Lleva 2 años trabajando en este proyecto. El investigador nos cuenta más sobre cómo surge este estudio.

“Sabemos que los humanos reaccionan a diferentes estímulos y hasta hace poco tiempo la arqueología estaba enfocada solamente a los aspectos materiales y visuales de la prehistoria y la arqueoacústica surge como una forma de mirar a los aspectos intangibles”.

Una disciplina hasta ahora poco valorada, según cuenta la propia directora.

“Dentro de los estudios de arqueología nunca se le da importancia a la cuestión de la acústica. Estudiamos la materialidad, todos los materiales del pasado, pero nunca pasamos a estudiar los aspectos inmateriales.

Margarita insiste en la idea de estudiar lo inmaterial, cómo el color, el tacto, el sonido…

Y es que muchas veces, nos cuentan los expertos, pensamos que en el pasado no había sonido…

“Olvidamos, olvidamos que en la prehistoria la gente hablaba, cantaba, bailaba, había vida. Basta con que te vayas a la montaña y por la noche escuchas un montón de sonidos. Sonidos de los árboles, de los animales, del viento… el sonido de tu propia voz que en un cañón genera un eco y eso no es una invención moderna, siempre ha estado aquí desde que los humanos empezaron a caminar aquí. Existe la producción de sonidos antrópicos, generados por los humanos”.

De la misma manera que nos emociona una sinfonía de Beethoven, a los prehistóricos les emocionaba un sonido producido en un cañón que ellos mismos podían interpretar como las voces de los espíritus.

De hecho, nos cuenta que en 100 años de investigación en uno de los barrancos más conocidos de la Península Ibérica, el barranco de la Valltorta, en Castellón, Valencia, solamente hay 2 comentarios sobre el aspecto de la acústica en la bibliografía realizada hasta el momento.

Este lugar, La Valltorta, se trata de un barranco de 10 kilómetros de longitud que concentra un importante y destacado conjunto de arte rupestre Levantino. Se trata de pinturas dónde se aprecian escenas de caza, animales, figuras humanas que reflejan escenas cotidianas de la vida de las poblaciones que habitaron en esas tierras hace al menos 7.000 años.

Cómo decíamos, sólo 2 comentarios en los más de 100 años que se lleva estudiando el lugar.

“Uno, del principio de 1917, que comentan que en el abrigo del Civil allí como que se oían ecos. Y hay otro comentario en el año 82 de Ramón Viñas que dice que estando él en el sitio de Saltadora oía al guarda de la zona que estaba viniendo cuando todavía le quedaba una hora de camino.

Ramon Viñas, es uno de los nombres más relevantes vinculados a este lugar. Trabajó documentando ese barranco muchos años.

“Él ya mencionaba que cuando estaba haciendo los calcos de las pinturas y escuchaba a las personas que se acercaban a una hora de distancia y el cañón ayudaba con la propagación del sonido de una forma que a una hora de distancia sabía que las personas se acercaban y escuchaba sus conversaciones. Entonces realmente es como un canal de comunicación impresionante”.

Estamos hablando de que este investigador, Ramón Viñas, escuchaba a la gente que venía hacia el lugar donde se encontraba, una hora antes de su llegada.

Realmente asombroso…

Dejamos el barranco de la Valltorta, en València y nos vamos al barranco que nos ocupa hoy. Volamos a México.

Vamos a ello… ¿Dónde se ubica el barranco?

“Está en el centro de la península de Baja California que es esta especie de brazo que baja desde la California estadounidense, baja como un brazo que es la Baja California que pertenece a México. Pues digamos que en el centro, en el codo, está la Sierra de San Francisco”.

Se sitúa en una zona remota y de difícil acceso.

“A las últimas granjas digamos se tarda en llegar en coche ya bastante tiempo, pero desde allí hay que ir en mula y hay que bajar a barranco pues unas 6 horas tardamos en mula hasta llegar ala zona donde establecimos el campamento”.

6 horas en mula para acceder al barranco que tiene unos 300 metros de profundidad. Evidentemente, cómo ya os podéis imaginar, estamos hablando de una zona sin electricidad, ni Internet y por lo tanto, sin ninguna conexión con el exterior.

Para acceder a trabajar aquí hay que planificar muy bien la campaña, ya que durante muchos días el equipo no podrá acceder a ninguna población. Por eso, hay que calcular muy bien la comida que llevarán durante la campaña en los días siguientes.

“Nos tuvimos que llevar toda la comida porque allí no hay nada. De hecho uno de los guardas, él vivió de pequeño en esa zona y nos contaba cómo en periodos de sequía se le habían muerto todos los animales… es decir que las condiciones en esta zona que ahora está deshabitada, realmente eran muy duras y la gente vivía muy aislada”.

De hecho, en aquella campaña calcularon mal y llegaron muy apurados al final…

“Si, cómo había que bajar con toda la comida efectivamente los dos últimos días y, sobre todo, el último día nos quedaba poco. Comimos unas barritas de cereales y ya está. Menos mal que yo me había llevado varias por si me daba el bajón de azúcar. Pero si, si te quedas allí sin comida, malo”.

Para saber más

Pinturas rupestres encontradas en el yacimiento de La Garma, en Cantabria.

La Garma, una cápsula del tiempo en el norte de España

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El objetivo del proyecto es verificar si la zona del barranco dónde se encuentran las pinturas rupestres presenta a la vez una buena acústica. Para ello utilizaron complejas técnicas de ingeniería acústica. Aplicando la tecnología midieron la acústica de más de 7 kilómetros del barranco cada 500 metros. Así analizaron cómo se percibe el sonido tanto del cañón cómo la de una selección de abrigos rupestres.

Y esto es lo que hallaron…

“Lo que encontramos es que en esa zona, en ese barranco, donde hay unos sitios principales que son las Cueva de las Flechas y la cueva Pintada, que es donde hay mas figuras rupestres, y es dónde nosotros medimos, pues allí en esa zona era el sitio dónde mejor acústica había”.

Es decir los resultados mostraron que la mejor acústica se encontraba precisamente en la zona del barranco donde se encontraron los dos abrigos con mayor número de pinturas. Repetimos, en el barranco, pero, qué sorpresa se llevaron, porque en los abrigos mismo no parecía que la acústica fuera especial.

“Allí si que no encontramos nada especial no, había diferencia entre los sitios que tenían pinturas y los sitios donde no había y donde sí. Entonces, cómo podemos decir esto? Parece que les interesaba la acústica de la zona, pero no necesariamente la acústica del abrigo en sí”.

Por lo tanto, a los habitantes de esas cuevas les interesaba la acústica del fondo del barranco, es decir, el cañón en general y no tanto particularmente la que había dentro de los abrigos.

Para hacer los análisis de la acústica de cada uno de los abrigos, así como de todo el barranco, tardaron varios días. Y, tuvieron que armarse de mucha paciencia.

“Porque claro hay que ir de un sitio a otro, vamos andando con las mulas y se tarda en llegar a los sitios. Si hay mucho aire hay que esperar un momento en que haya más silencio para hacer el análisis. Parece fácil, pero en realidad se tarda. Tardas en llegar el sitio, tardas en montar todo el experimento, hay veces que tienes que repetir porque las cosas no han salido bien o no estás seguro”.

Cómo hemos dicho no hay electricidad en el lugar… lo que complica la gestión con los equipos de medición de sonido. Además, van cargados con trípodes, cámaras de 360 grados, cables… y también, y muy importante, con globos.

En realidad no nos tenemos que imaginar exactamente un globo de estos que hinchamos en las fiestas de cumpleaños. Se trata de un globo un poco especial.

“Lo que hicimos fue comprar globos de un determinado diámetro, o sea, tenían un determinado tamaño y los inflamos a un determinado diámetro para que fueran equivalente para intentar que el experimento fuera lo más estandarizado posible”.

¿Y por qué usaron globos?

Pues porque los globos tienen un sonido muy explosivo. Cuenta la investigadora que podrían haber utilizado otras fuentes de sonido explosivo, cómo por ejemplo pistolas, pero claro es mucho más complicado de transportar. Nos podemos imaginar lo es intentar subirse a un avión con una pistola. ¡O con explosivos!

Por cierto, no hemos contado nada de las pinturas que alberga el lugar. Hay que decir que tienen un gran interés por su espectacularidad. Conozcámoslas más a fondo.

El Cañón de Santa Teresa fue declarado Patrimonio Mundial en 1993 por su arte rupestre. Una de las características que lo hace tan especial es que las representaciones murales en la roca llegan a tener hasta 3 metros de altura.

“Son pinturas de un tamaño enorme, figuras que superan los 2 o 3 metros… son figuras que son antropomorfos, zoomorfos… Los antropomorfos son tanto hombres como mujeres también representadas. Normalmente los colores más habituales son dos, rojo y negro… en algunas ocasiones está todo el cuerpo de un color, a veces les hacen medio cuerpo de un color y medio del otro”.

Pinturas con representaciones humanas, animales y también figuras abstractas de difícil interpretación.

La investigadora destaca que la conservación de las pinturas es tan buena que, de hecho, se pensaba que habían sido realizadas hace poco… pero haciendo análisis de pruebas de carbono 14 se ha descubierto que tienen miles de años

Para saber más

Figura antropomorfa y cérvido. Yacimiento de Trialeti.

Trialeti, los grabados rupestres más importantes de Georgia

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Las gentes que pisaron el Cañón de Santa Teresa hace mucho (enfatizar) tiempo atrás, han sido clave a la hora de interpretar los resultados sobre la importancia de la acústica.

Las poblaciones indígenas de la península de Baja California parece que continuaron con ciertas tradiciones de los antepasados que habitaron en la zona cuando se realizó el arte rupestre. Según cuentan las fuentes, los indígenas organizaban ceremonias por la noche en el barranco.

“La gente bailaba en los barrancos. Hay alguna noticia de voces, de que el chamán también está utilizando la voz, que se esconden y hablan de determinadas maneras. Sabemos que se utilizaba la voz y que se bailaba en los barrancos”.

Estos bailes demostrarían que había música y que formaba parte de sus rituales.

Además, esas fuentes que antes comentábamos también revelan la existencia de chamanes que dirigían las ceremonias y empleaban instrumentos como zumbadores o

bramaderas, flautas y silbatos y trompetas de concha. Seguramente también emplearían instrumentos de percusión.

Por lo tanto, los resultados encontrados por los investigadores sobre la acústica cobran sentido ahora que se conoce la existencia de estos bailes en el fondo del barranco.

“La ritualidad de los barrancos para estas ceremonias para estos bailes colectivos, seguramente el potencial que da una buena reverberación, una buena acústica haría que dieran preferencia a ciertas zonas del barranco y no a otras”.

Hay que decir que el equipo del proyecto desconoce aún el contenido ritual de los bailes que practicaban en el Cañón.

Es bien sabido que los sonidos influyen en nuestro estado de ánimo y nuestras emociones. Por ejemplo, si escuchamos esto…

Nos pondremos en alerta para no ser devorados por un león…

Si escuchamos esto…

Quizá sea el momento de relajarnos… o si, por el contrario, la banda sonora que nos acompaña es esta…

Seguramente quién esté al volante estará estresado, nervioso e incluso enfadado.

Así pues, por si nos quedaba alguna duda, queda claro que el sonido tiene un impacto directo en nuestras emociones.

Volviendo al cañón y su acústica, si hacemos una comparación con nuestros días, podemos pensar que igual que hoy en día vamos a una discoteca para bailar al ritmo de la música y dejarnos llevar por la emoción que nos transmiten las notas, hace 7.000 años las propiedades acústica del Cañón quizás desarrollaban una función similar.

Lo cuenta con más detalle Neemias Santos da Rosa arqueólogo y miembro del equipo.

“Cuando estás en un cañón donde hay reverberación, nuestro cerebro interpreta… si estas en el contexto de la realización de un acto ritual, algún tipo de ceremonia, relacionada con este tipo de experiencia. En general cuando estás desarrollando este tipo de ritual lo que buscas es justo esta conexión con algo más y claro el sonido puede potenciar el impacto sensorial de este tipo de experiencias”.

De hecho el investigador nos cuenta precisamente una de las experiencias en relación con el impacto emocional de los sonidos que escuchó cuando pasó una noche en la selva amazónica…

“Estar en amazonia por la noche es una experiencia bastante interesante, porque la selva produce tantos sonidos, ruidos y que tú no tienes una idea de si están cerca o lejos. Allí notas el efecto del sonido en nuestro estrés psicológico… de que manera te genera una montaña de sensaciones que no sabes si es miedo, si es ansiedad.., entonces en interesante… las noches en la selva son muy intensas en el punto de vista del sonido”.

Esto nos lleva a preguntar a los investigadores si el hecho de estudiar sobre esta materia, el mundo del sonido, les ha llevado a obsesionarse un poco con el tema…

“Absolutamente sí si, en los últimos años… En cualquier yacimiento que visito, en cualquier cueva estoy analizando los efectos acústicos… si hay reverberación si hay ecos… se convierte en una obsesión… "

Nos lo podíamos imaginar… A Margarita le pasa lo mismo…

“Mira el otro día estuve de excursión en la cueva de los Casares, en Guadalajara… fue empezar a hablar el guía y más fuera de la cueva se oía peor en el momento que se metió un poquito más en la cueva la claridad del sonido… allí pasó algo, se oía mejor. Cuando nos metimos también estaba yo como atenta, no?”

Cueva de Las Flechas

Cueva de Las Flechas

Foto: Margarita Díaz Andreu

En fin hemos comprobado cómo los dos están atentos a los sonidos allá dónde van

Ya sabéis que en este podcast siempre nos gusta preguntar a los investigadores qué les llevó a dedicar su tiempo a esta apasionante profesión que es la arqueología. Empecemos por la directora.

“Pues supongo y esto está muy estudiado la influencia que los niños, las niñas reciben y yo recibí en su momento, pues de lecturas, de programas de visitas a museos. Y en mi caso he de hablar de un programa de televisión que se llamaba “Misión rescate”, y yo lo veía y me quedaba fascinada.Yo pensaba que suerte tienen estos niños que viven en los pueblos que pueden hacer todo esto… después aquellos se me olvido la verdad… pero cuando a los 13 años me preguntaron en el colegio… yo dije, yo quiero estudiar pueblos primitivos…”.

La televisión tuvo y tiene mucho que ver con la inclinación profesional de muchos de los arqueólogos. Programas cómo “Misión rescate”, el actual “Arqueomanía” o, como no, los documentales de National Geographic. Lo mismo le pasó a Neemias…

“Bueno yo la verdad que decidí ser arqueólogo muy temprano, con 5 años de edad mirando documentales de televisión yo ya decía yo quiero ser cientista y viajar el mundo y quiero ser arqueólogo”.

Estos dos arqueólogos apasionados por la profesión y también (como hemos comprobado) por los sonidos… continuarán investigando sobre la arqueoacústica en los próximos años. Tienen muchas cuevas, barrancos y cañones a lo largo del mundo para investigar, con el objetivo de confirmar si allí dónde hay más pinturas hay mejor acústica.

Cómo dice la directora Margarita

“Lo mejor de la profesión para mí es el interés, la curiosidad por un tema y poder llegar a resolverlo”.

Esperemos que puedan llegar a resolver las preguntas que se planteen en el futuro.

¡Cómo siempre decimos, conocer nuestro pasado es conocernos mejor en el presente!

Guión: Laia Colomer. Locución: Laia Colomer y Javier Flores.