Actualizado a
· Lectura:
Hace unos 6.000 años, o puede que más, alguien grabó unos enigmáticos dibujos -que parecen arañas y telarañas- en una roca del oasis de El Jariyá (Kharga), a unos 175 kilómetros al oeste de Luxor, pero en una época remota anterior a la unificación de Egipto. "Los escarabajos y otros insectos son frecuentes en el arte egipcio antiguo, pero no así las arañas, más conocidas en el arte rupestre de la América precolombina", explica la arqueóloga Salima Ikram, de la Universidad Americana de El Cairo (AUC), a Historia National Geographic. El equipo arqueológico del proyecto North Kharga Oasis Survey, codirigido por Ikram, ha hallado recientemente el único ejemplo conocido de arte rupestre con representaciones de arañas no sólo en el Antiguo Egipto, sino también en la Antigüedad.
"Las arañas son más conocidas en el arte rupestre de la América precolombina", dice Ikram
Aunque parece evidente que se trata de arañas (una oquedad circular que representaría el cuerpo y, a ambos lados, cuatro rayas angulosas a modo de patas), Ikram precisa que la identificación como tal es provisional. El resto de dibujos resulta más complicado de descifrar. Se aprecian conjuntos aislados de rayas y otros trazos que podrían representar telas de araña, insectos atrapados en telarañas o incluso plantas. De momento no se ha realizado ninguna datación científica de estas hendiduras, pero se ha propuesto el año 4000 a.C. como fecha probable, de acuerdo con otros indicios de actividad humana hallados en la misma área. "En este lugar han habido varios asentamientos que se remontan a los 20.000 años de antigüedad e incluso antes, durante la época de los cazadores-recolectores", asegura Ikram. Hay arañas sorprendentemente resistentes a las temperaturas extremas del desierto. ¿Por qué las representaron hace miles de años en una pared rocosa, mucho antes de que se creara la célebre simbología egipcia? ¿Acaso fue una muestra de admiración ante un insecto capaz de sobrevivir a un clima tan severo?