Jeroglíficos egipcios

Una aplicación para descifrar el lenguaje de los faraones

Google ha desarrollado Fabricius, una herramienta que permitirá tanto a los profesionales de la egiptología como al público en general el estudio de los jeroglíficos de un modo ameno y divertido.

Jeroglíficos egipcios en una estela. Museo Gregoriano Egipcio, Vaticano.

Jeroglíficos egipcios en una estela. Museo Gregoriano Egipcio, Vaticano.

Cordon Press

Hace dos años, Google puso en marcha un proyecto de inteligencia artificial para descifrar jeroglíficos egipcios. Ahora, coincidiendo con el 221 aniversario del desciframiento de la piedra de Rosetta, el elemento "mágico" que permitió a Jean François Champollion descifrar los jeroglíficos egipcios, la compañía ha presentado Fabricius, una aplicación gratuita y de código abierto que permite al usuario tanto escribir como descifrar el antiguo idioma faraónico. El nombre de la aplicación es un homenaje a Georg Fabricius, padre de la epigrafía, la ciencia que estudia las inscripciones antiguas.

Piedra de Rosetta

Piedra de Rosetta

La piedra de Rosetta, con inscripciones en egipcio, demótico y griego antiguo, fue hallada el 15 de julio de 1799 por parte de un destacamento militar francés. 

CM DIXON / HERITAGE / GTRES

Una aplicación para todos

Según Chance Coughenour, arqueólogo y responsable de conservación en Google Arts & Culture, "hasta ahora, los expertos han tenido que profundizar manualmente a través de libros y más libros para traducir y descifrar el idioma antiguo, un proceso que prácticamente no ha cambiado durante más de un siglo. Con esta app acortamos los tiempos [para descifrar un jeroglífico]. Si la imagen es buena, en 15 o 20 minutos tenemos la traducción, aunque todavía nos falta bastante para descifrarlas todas". Fabricius, disponible desde el miércoles 22 de julio, es una herramienta que puede ser utilizada tanto por profesionales como por el público en general. Al entrar, nos encontramos con un menú que ofrece tres opciones: aprender, que nos sumerge en el antiguo egipcio; jugar, que nos ayuda a escribir y enviar nuestros propios jeroglíficos, y trabajar, pensada específicamente para los investigadores. Para hacerlo todo más ameno, se ha incluido asimismo una serie de historias didácticas para los estudiantes sobre diferentes temas como pirámides, momias, arte y tumbas. La parte lúdica también nos permite añadir emojis a los jeroglíficos o enviar un mensaje en un perfecto egipcio clásico.

Con esta app acortamos los tiempos. Si la imagen es buena, en 15 o 20 minutos tenemos la traducción, aunque todavía nos falta bastante para descifrarlas todas, afirma Chance Coughenour.

El apartado profesional, por su parte, pretende convertirse en una auténtica "piedra de Rosetta". "Cuanta más gente lo utilice, los algoritmos aprenden más y, con el tiempo, tenderá a convertirse en la mejor solución. Es una cuestión de datos y entrenamiento", según Coughenour. Gracias a la tecnología de reconocimiento de imágenes usada por Google, cuando captamos un símbolo incompleto, el programa identifica sus elementos y sugiere tres posibilidades para que los expertos determinen cuál sería la opción más adecuada. "El margen de error es bajo, aunque necesitamos reducirlo aún más", precisa el arqueólogo. Fabricius usa especificamente la tecnología Google Cloud's AutoML, capaz de crear un modelo de aprendizaje automático que pueda dar sentido a cualquier jeroglífico.

Con Fabricius podemos aprender a descifrar los jeroglíficos egipcios

Con Fabricius podemos aprender a descifrar los jeroglíficos egipcios

Google Arts & Culture

Herramienta en desarrollo

Fabricius aún se está desarrollando, por lo que las traducciones de jeroglíficos aún no están disponibles en muchos idiomas, tan sólo en inglés y árabe, aunque está previsto añadir nuevos idiomas en los próximos meses. También está previso que este otoño se implante esta herramienta en el Centro Australiano de Egiptología de la Universidad Macquarie, que ha colaborado en el proyecto junto con empresas de videojuegos como Ubisoft, que ha desarrollado videojeugos tan exitosos como Assassin’s Creed Origins.

Aunque Fabricius es la apuesta más reciente de Google Arts & Culture, no es la única. Con sus aplicaciones podemos también pasearnos por el Instituto de Arte de Chicago e incluso visitar el Taj Mahal o conocer la gastronomía japonesa. Otro proyecto es la vuelta a la vida del Museo Nacional de Brasil, que se incendió casi por completo en 2018. "Con estas iniciativas culturales hemos logrado que pueda volver a recorrerse la pinacoteca tras la devastación o que mantengamos vivo y continuemos investigando el legado maya", concluye Coughenour.