La antigua base naval ateniense permanece sumergida en El Pireo

Los cobertizos hallados probablemente alojaron los trirremes de la batalla de Salamina, uno de los combates navales más importantes de la historia

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Foto: Zea Harbour Project / Carlsberg Foundation / University of Copenhagen

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Puerto de Mounichia

Los restos de la antigua base naval ateniense se encuentran sumergidos en el puerto de Mounichia, en El Pireo, al suroeste de Atenas.

Foto: Zea Harbour Project / Carlsberg Foundation / University of Copenhagen

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Trirremes en el puerto

Ilustración que muestra los trirremes resguardados en el puerto.

Foto: Zea Harbour Project / Carlsberg Foundation / University of Copenhagen

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Arqueólogos subacuáticos

Dos arqueólogos subacuáticos exploran el fondo marino del Pireo.

Foto: Zea Harbour Project / Carlsberg Foundation / University of Copenhagen

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Pieza de madera labrada

Una pieza de madera labrada, hallada entre los cimientos de una columnata, ha permitido fechar los hallazgos entre el 520 y el 480 a.C.

Foto: Zea Harbour Project / Carlsberg Foundation / University of Copenhagen

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Restos de un cobertizo

Un arqueólogo excava los restos de un cobertizo para barcos.

Foto: Google Earth Pro

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Puerto de Mounichia

El puerto de Mounichia, en El Pireo, al suroeste de Atenas.

Un equipo de arqueólogos daneses y griegos ha localizado los restos sumergidos de la antigua base naval del Pireo, "una de las estructuras más grandes de la Antigüedad clásica, que fue esencial para la defensa de la Antigua Grecia", explica la Universidad de Copenhague en un comunicado. Las enormes fortificaciones portuarias y sus cobertizos diseñados para alojar centenares de trirremes se encuentran hoy sumergidos en el puerto de Mounichia, en El Pireo, al suroeste de Atenas. "La datación cerámica y radiocarbónica de una pieza de madera labrada, hallada entre los cimientos de una columnata, indica que los cobertizos son del 520-480 a.C. o de poco después, por lo que probablemente alojaron los barcos de guerra que participaron en la batalla de Salamina en el 480 a.C.", sostiene Bjorn Lovén, el director de las excavaciones, de la Universidad de Copenhague. La batalla de Salamina, uno de los combates navales más importantes de la historia, enfrentó a la flota griega contra la persa y culminó con la victoria de los aliados griegos y la retirada del rey Jerjes.

Los cobertizos sumergidos alojaron centenares de trirremes, las naves de guerra griegas

En 2010, un viejo pescador llamado Mitsakos condujo a los arqueólogos al puerto de Mikrolimano, un puerto pequeño como indica su nombre, donde había pasado largas horas de su infancia sentado sobre una antigua columna y pescando. "Algunos días, la visibilidad bajo el agua era tan deficiente que no se alcanzaba a ver más allá de veinte centímetros. Sin embargo, finalmente localizamos los restos y excavamos seis cobertizos que fueron utilizados para proteger los barcos griegos de los moluscos bivalvos y del secado", comenta Lovén. La mitad de la flota aliada que luchó en Salamina procedía de Atenas, la polis hegemónica del mundo griego, que vivía entonces bajo una democracia joven pero poderosa. "Resulta difícil predecir qué habría significado una derrota griega en Salamina, pero está claro que una victoria persa habría tenido unas consecuencias enormes en Europa, tanto culturales como sociales. La victoria en Salamina ha tenido una gran resonancia a lo largo de la historia y aún despierta asombro e inspiración", concluye Lovén.