Los retratos de momias de Tebtunis, de un realismo apabullante, cubrían los rostros de los cuerpos momificados durante la ocupación romana de Egipto. Fueron pintados hace unos 2.000 años para perpetuar el semblante idealizado de los difuntos.
Un equipo de investigadores de la Universidad Northwestern, encabezado por Marc Walton, ha utilizado técnicas no invasivas y no destructivas para obtener información sobre los materiales y métodos que emplearon los artistas al crear estos retratos. "Hemos descubierto que los pigmentos de hierro terroso probablemente procedían de Ceos en Grecia, el plomo rojo de España y el sustrato de madera, sobre el cual se pintaron los retratos, del centro de Europa. También sabemos que los artistas usaron el azul egipcio de un modo inusual para ampliar la gama de colores", explica Walton, según recoge un comunicado de la Universidad Northwestern, emplazada en el Estado de Illinois.
Los investigadores han analizado 15 retratos de momias de los cementerios romanos de Tebtunis, situados en la región de El Fayum, al sur de El Cairo. Estos semblantes idealizados son precursores de la retratística occidental. Se han detectado los diferentes pigmentos y se ha obtenido información sobre el estilo y volumen de las pinceladas, entre otras cosas. Los detalles de los pigmentos y su distribución han permitido concluir que tres de las obras procedían del mismo taller y que debieron de ser pintadas por el mismo artista. Los conocimientos adquiridos ayudarán a comprender mejor cómo evolucionaron las técnicas pictóricas durante el Imperio bizantino y más allá.