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La momia de un hombre llamado Ankhekhonsu (cuyo nombre significa "el dios Khonsu está vivo"), que al parecer fue un sacerdote del dios Amón, fue trasladada desde el Museo Cívico Arqueológico de Bérgamo al Hospital Policlínico de Milán, donde los expertos arrojarán nueva luz sobre su vida y las costumbres funerarias del antiguo Egipto hace casi 3.000 años. La momia y su sarcófago fueron donados a la ciudad de Bérgamo en 1885 por Giovanni Venanzi, cónsul de Italia en Alejandría. Provenía de Luxor, la antigua Tebas y el sarcófago se ha datado en la dinastía XXII (900-800 a. C.).
Un museo biológico
"Las momias son prácticamente un museo biológico, son como una cápsula del tiempo", afirma Sabina Malgora, egiptóloga y directora de Mummy Project Research, un centro de investigación y desarrollo cuyo objetivo es devolver la identidad a las momias, completando el marco histórico y cultural del que proceden. Malgora explica que con la información que se pueda extraer de este estudio, que constituye el primer paso del proyecto "Una momia para salvar", impulsado por esta institución, podrán reconstruir la vida y la muerte de este sacerdote egipcio y comprender los tipos de productos que se utilizaron para momificar el cuerpo. También está prevista una reconstrucción forense del rostro de Ankhekhonsu.

Preparación de la momia para su estudio.
Foto: Policlínico de Milán
Malgora explica que con la información que se pueda extraer de este estudio podrán reconstruir la vida y la muerte de este sacerdote egipcio y comprender los tipos de productos que se utilizaron para momificar el cuerpo.
El examen de la momia ha sido realizado por el equipo de Radiología del Policlínico de Milán dirigido por Gianpaolo Carrafiello (que ya ha colaborado en otros proyectos de investigación de este tipo) y que está formado por Cristian Bonelli, técnico de Diagnóstico por Imagen y miembro del comité científico de la Asociación Italiana de Expertos en Radiología en TC - AITeRTc, y por Giovanni Terrible, técnico de Salud en Radiología Médica (TSRM). Todo ello en estrecha colaboración con el equipo de Mummy Project Research, que incluye a la antropóloga forense Chantal Milani y a la antropóloga Francesca Motta.

La momia de Ankhekhonsu es sometida a una tomografía.
Foto: Policlínico de Milán
Un estudio muy prometedor
La tomografía computarizada (TC) llevada a cabo por el el equipo del Policlínico mostrará un perfil biológico y patológico completo del individuo: su edad en el momento de la muerte, su estatura y todas las enfermedades o heridas que pudo haber sufrido durante su vida. Una vez completado el análisis químico y físico, los investigadores podrán saber con certeza si la momia era realmente quien al parecer fue: un antiguo sacerdote egipcio. Sin embargo, lo que sí está claro es que Ankhekhonsu pertenecía a una clase social alta porque la momificación era un proceso costoso y no estaba al alcance de todo el mundo. Este estatus elevado convertía a las momias en uno de los principales objetivos de los ladrones, lo que significa que Ankhekhonsu sufrió el mismo destino y su sueño fue perturbado en el pasado para robar sus amuletos y joyas.

Imagen de la momia en el tomógrafo.
Foto: Policlínico de Milán

Imagen de la momia de Ankhekhonsu.
Foto: Policlínico de Milán
La tomografía computarizada (TC) mostrará un perfil biológico y patológico completo del individuo: su edad en el momento de la muerte, su estatura y todas las enfermedades o heridas que pudo haber sufrido durante su vida.
El análisis de Ankhekhonsu también tiene una relevancia muy actual. "Estudiar enfermedades y heridas antiguas es importante para la investigación médica moderna. Podemos estudiar el cáncer o la arteriosclerosis del pasado y esto puede ser útil para la investigación en nuestros días", concluye Malgora. Posteriormente, la momia será sometida a análisis químicos y físicos en los que participarán expertos de las universidades de Milán y Turín, y a una restauración completa que permitirá exhibirla en la nueva sección egipcia del Museo Cívico de Bérgamo.