Durante la ampliación del metro

Ampliación del metro de Roma: la Casa del Comandante y otros hallazgos imperiales

Los trabajos de excavación en la futura estación de metro de Amba Aradam sacan a la luz dos espléndidos edificios adyacentes al dormitorio de un antiguo cuartel romano

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Foto: Soprintendenza Speciale per i Beni Archeologici di Roma

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Un suelo con estilo

Mosaico ajedrezado y restos de los muros enyesados y pintados.

Foto: Soprintendenza Speciale per i Beni Archeologici di Roma

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Ala este

Pavimentos de opus sectile en el ala este, diseñados con cuadrados de mármol blanco y pizarra gris.

Foto: Soprintendenza Speciale per i Beni Archeologici di Roma

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Dos amorcillos

Motivos geométricos y, en el centro, dos putti danzando o luchando.

Foto: Soprintendenza Speciale per i Beni Archeologici di Roma

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Detalle del mosaico

Imagen detallada de los dos amorcillos danzando o luchando.

Foto: Soprintendenza Speciale per i Beni Archeologici di Roma

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Decoración con formas

Motivos geométricos en blanco y negro.

Foto: Soprintendenza Speciale per i Beni Archeologici di Roma

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Abandonados e inutilizados

Los edificios fueron abandonados e inutilizados de forma intencionada.

Foto: Soprintendenza Speciale per i Beni Archeologici di Roma

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Pavimento romano

Suelo de la época romana que se encuentra a 12 metros por debajo del nivel actual de la calle.

Foto: Soprintendenza Speciale per i Beni Archeologici di Roma

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Policromía original

Restos de la policromía original en los muros enyesados.

Foto: Soprintendenza Speciale per i Beni Archeologici di Roma

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Un ave

Mosaico que representa un ave sobre una rama.

Foto: Soprintendenza Speciale per i Beni Archeologici di Roma

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Excelente estado de conservación

Pavimento romano en perfecto estado de conservación.

En la primavera de 2016, los trabajos de excavación en la futura estación de metro de Amba Aradam, cerca del Coliseo de Roma, permitieron descubrir un antiguo cuartel romano de la primera mitad del siglo II d.C. y, en esta ocasión, han surgido dos edificios adyacentes al dormitorio del cuartel romano. Los nuevos e increíbles hallazgos fueron anunciados el pasado viernes por la Superintendencia Arqueológica de Roma: dos alas, una al este y la otra al oeste de dicho dormitorio, que fueron construidas también durante el reinado del emperador Adriano y que han sido excavadas a 12 metros de profundidad, casi tres metros por debajo del cuartel romano.

El ala este se configura como un edificio rectangular de unos 300 m2. Se accede al mismo a través de unos escalones y un pasillo con pavimento de opus spicatum o espina de pez. En esta zona han aparecido 14 ambientes dispuestos en torno a un patio central con su fuente, sus estanques y su pavimento también de opus spicatum. Los pavimentos de los ambientes son de opus sectile, una técnica artística propia del mosaico romano, diseñados en este caso con cuadrados de mármol blanco y pizarra gris.

Las paredes enyesadas eran blancas o incluían pinturas y uno de los ambientes se podía calentar, pues por debajo debió de circular el aire caliente. En la última fase de existencia del ala este del cuartel romano se construyó una escalera para subir al piso superior, donde probablemente estaban las oficinas de la época o el dormitorio de los soldados. Los arqueólogos excluyen la posibilidad de que un ciudadano pudiera construir su domus privada en contacto con un edificio militar de propiedad imperial, por lo que "podría tratarse de la habitación del comandante del cuartel", según la Superintendencia Arqueológica de Roma.

El ala oeste, más amplia de lo que parece hasta ahora, era un área de servicio con pavimentos en opus spicatum, estanques y complejas canalizaciones hidráulicas. Destaca el hallazgo de elementos de madera, quizá utilizados en el encofrado o pertenecientes a objetos de carpintería, como mesas, estantes o vigas, que fueron apilados o lanzados al fondo de unas fosas. Los dos edificios (el ala este y el ala oeste) y el dormitorio de los soldados fueron abandonados e inutilizados de forma intencionada: los muros fueron derribados a una altura máxima de 1,5 metros y los ambientes fueron despojados de todos sus elementos y enterrados poco después de la mitad del siglo III d.C., quizá en relación con la construcción de las Murallas Aurelianas (271-275 d.C.) y con el fin de que no sirvieran de escondite para los eventuales enemigos.