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Un equipo interdisciplinar de investigadores españoles y británicos, compuesto por genetistas y arqueólogos, y dirigidos por Martin Richards, del Centro de Investigación Genómica Evolutiva de la Universidad de Huddersfield, parece haber logrado aclarar un antiguo misterio arqueológico: el origen del conocido como Gigante de Segorbe, el esqueleto de un individuo del siglo XI localizado en 1999 en la necrópolis de la plaza del Almudín de esta localidad castellonense, y que recibe este nombre por presentar una altura inusual para su época: 1,90 m.

Vista aérea de la ciudad castellonense de Segorbe, donde se descubrieron los restos del Gigante.
Foto: iStock
Estudios de ADN antiguo
Los estudios osteológicos preliminares de los huesos concluyeron que este individuo tenía posiblemente un origen bereber. Ahora, el resultado de los nuevos análisis realizados a los huesos del Gigante, que se han publicado en la revista Sciencie Reports, sugiere que este personaje tenía una mezcla de raíces norteafricanas y de gentes que habitaron la península Ibérica antes de la invasión árabe del siglo VIII.
Los análisis han mostrado que el Gigante portaba linajes genéticos norteafricanos altamente específicos en sus líneas de descendencia masculina y femenina, y es el individuo más antiguo conocido por tener este patrón particular de ascendencia.
Los huesos también han sido sometidos a un análisis de ADN, realizado por Marina Silva, del Instituto Francis Crick de Londres, y Gonzalo Oteo-García, de la Universidad de Parma, especialistas en genómica evolutiva, que han descubierto que el Gigante portaba linajes genéticos norteafricanos altamente específicos en sus líneas de descendencia masculina y femenina (el cromosoma Y y el ADN mitocondrial), y es el individuo más antiguo conocido por tener este patrón particular de ascendencia. Esto sugiere que su ascendencia reciente se encontraba entre las poblaciones bereberes recién islamizadas del noroeste de África en época medieval. Pero además se ha visto que la ascendencia del Gigante en todo su genoma mostraba que también era portador de una cantidad significativa (más de la mitad) de ascendencia española local en sus cromosomas.

Reconstrucción del Gigante de Segorbe.
Foto: Huddersfield University
Expulsados
Los investigadores llevaron a cabo asimismo un análisis complementario de isótopos estables en un total de trece cuerpos más de la necrópolis de Segorbe para establecer patrones de movilidad y dieta. Estos análisis isotópicos mostraron que este individuo creció en la región, lo que significa que su ascendencia bereber se debía a la migración de una generación anterior. La conclusión del estudio es que el Gigante pertenecía a una comunidad donde se habían mezclado profundamente ambos grupos. En cuanto a los patrones de dieta, según los investigadores "su dieta era similar a la de otras poblaciones medievales de la región mediterránea de Valencia. Sin embargo la dieta de algunos de sus contemporáneos de la necrópolis revela de manera sorprendente que el pescado era importante en la dieta islámica de parte de la sociedad en Segorbe, a pesar de la distancia al mar".

Embarque de los moriscos en el Graó de Valencia. Pere Oromig, 1616.
Foto: PD
Los análisis isotópicos mostraron que el Gigante creció en la región, lo que significa que su ascendencia bereber se debía a la migración de una generación anterior. Pertenecía a una comunidad donde se habían mezclado profundamente ambos grupos.
Según Martin Richards, resulta asimismo sorprendente que la actual población levantina y el gigante no compartan en absoluto herencia genética, ya que los actuales habitantes poco o nada tienen de su herencia genética bereber. ¿Por qué? Según Oteo-García, "el decreto de expulsión de los moriscos de la región de Valencia,es decir, musulmanes que ya habían sido convertidos por la fuerza al cristianismo fue seguido por el reasentamiento de personas de más al norte, que tenían poca ascendencia norteafricana, transformando así la variación genética en la región". Asimismo, Marina Silva hace hincapié en que "el impacto de este cambio dramático en la población, resultado de una decisión política brutal hace cientos de años [la expulsión de los moriscos de Valencia, que se llevó a cabo en 1609], finalmente se puede presenciar directamente usando ADN antiguo, como se ve aquí en la ascendencia del Gigante de Segorbe y sus contemporáneos".
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