Entre 1993 y 1995 tuvieron lugar en Noruega una serie de importantes negociaciones entre el primer ministro israelí, Yitzhak Rabin, y el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasser Arafat. Estas reuniones dieron lugar a los pactos que tratarían de establecer un proceso de paz para el conflicto palestino-israelí: los Acuerdos de Oslo.
Sin embargo, lo que en aquel momento se percibía como un gran paso hacia un periodo de bonanza entre ambos estados no dio el resultado esperado. Los orígenes del conflicto, de suma complejidad, estaban arraigados desde un punto de vista social, político, y religioso, impidiendo que los acuerdos se llevaran realmente a cabo.
Las bases del conflicto
La figura de Theodor Herzl es esencial para comprender el origen de esta guerra ancestral. A finales del siglo XIX comienza el auge del sionismo, un movimiento colonial que nace con el objetivo de crear un Estado judío.
En aquel momento, Palestina era una colonia inglesa obtenida a través de los Acuerdos secretos de Sykes-Picot en 1916. Dado que importantes figuras británicas se habían declarado simpatizantes con la ideología sionista, se fomentó la colonización de la Palestina histórica.
Finalmente se escogió esta nación para "construir un hogar nacional judío" a través de la Declaración Balfour en 1917.
Ante el sufrimiento de una constante colonización británica y sionista, la población palestina levantó distintas revueltas durante aproximadamente dos décadas, hasta que en 1947 un recién creado organismo de las Naciones Unidas intervino partiendo la región en dos estados, uno judío y otro árabe, estableciendo oficialmente el nuevo Estado judío en Palestina.
Esta división no contentó a nadie, puesto que los judíos querían más territorio sin población árabe, y los árabes se negaban a dividir la tierra con una comunidad colonizadora.
Finalmente, en 1948 se creó de forma unilateral el Estado de Israel, que expulsó a la población palestina de sus tierras convirtiéndolos en refugiados.
¿Qué se pactó en oslo?
El reconocimiento mutuo entre Palestina e Israel como negociadores válidos fue un esperanzador punto de partida hacia una resolución diplomática.
El primer ministro israelí, por su parte, se comprometió a devolver los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania, mientras el líder palestino ratificaba el derecho de existir de Israel.
Así, se estableció un autogobierno llamado Autoridad Palestina (AP) en la Ribera Occidental y la Franja de Gaza que implicaba la retirada progresiva de las fuerzas armadas israelíes. A su vez, el Estado de Israel continuaba construyendo asentamientos en el resto de territorios ocupados.
Otro de los acuerdos importantes pactados durante los Acuerdos de Oslo incluía tomar medidas de prevención contra actos de terrorismo y hostilidades entre ambos estados, así como la garantía de resolver antes de mayo de 1999 el resto de temas, generalmente más controvertidos: Jerusalén, las fronteras, los refugiados y los asentamientos.
¿por qué fracasó la paz entre Israel y Palestina?
Si algo ha demostrado la historia de la geopolítica es que nunca se puede contentar a todo el mundo. A pesar de los esfuerzos implicados en los Acuerdos de Oslo para alcanzar un acuerdo de paz, los nacionalistas principalmente religiosos de ambos lados del conflicto hicieron lo posible por obstaculizar el proceso.
Yitzhak Rabin fue asesinado por un extremista judío, provocando nuevas elecciones en Israel en 1996 en las cuales Benjamin Netanyahu salió vencedor. El nuevo primer ministro reprobaba los acuerdos pactados por Rabin en Noruega y propició su suspensión, provocando tensiones entre ambas naciones.
Poco después, y a pesar de un nuevo cambio en la presidencia israelí, estos actos despertaron viejas desconfianzas y sospechas en los palestinos, quienes se sentían injustamente tratados.
Con las conversaciones estancadas y temas polémicos pendientes de resolver, el proceso pactado en Oslo se detiene por completo cuando el líder de la oposición israelí, Ariel Sharon, visita en el año 2000 el Monte del Templo, un lugar sagrado para el Islam.
Los palestinos entienden esta visita como una provocación, dando lugar al levantamiento popular conocido como la Segunda Intifada, con graves consecuencias bélicas que todavía perduran hasta el día de hoy.