Abre al público el Circo Máximo de Roma, donde se disputaban las carreras de carros

El mayor circo de la antigua civilización romana, de unos 600 metros de largo y 140 de ancho, se ha convertido en un museo al aire libre

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Foto: Alessandra Ciniglio

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Torre della Moletta

El Circo Máximo con la Torre della Moletta, un edificio defensivo de origen medieval.

Foto: Zètema Progetto Cultura

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Carrera de carros

Relieve del Palacio Trinci (Foligno) que muestra una carrera de carros en el Circo Máximo.

Foto: Alessandra Ciniglio

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Vestigios arqueológicos

Vestigios arqueológicos hallados durante las excavaciones.

Foto: Alessandra Ciniglio

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Restos del graderío

Restos del graderío del antiguo Circo Máximo de Roma, que podía acoger hasta 250.000 espectadores aproximadamente.

Foto: Alessandra Ciniglio

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Galería abovedada

Una de las galerías en buen estado de conservación.

Foto: Alessandra Ciniglio

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Panorámica del Circo Máximo

Panorámica del Circo Máximo, el mayor circo de la antigua civilización romana.

Foto: Federico Celletti

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Restos arqueológicos

Restos arqueológicos pertenecientes al Circo Máximo.

Foto: Federico Celletti

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Imagen nocturna

Imagen nocturna del Circo Máximo.

Foto: Federico Celletti

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Recinto colosal

El mayor circo de la antigua civilización romana tenía unos 600 metros de largo y 140 de ancho.

Para saber más

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Roma ha recuperado uno de sus lugares más simbólicos: el Circo Máximo, la estructura para espectáculos más grande de la Antigüedad, conocida sobre todo por las carreras de carros en la Antigua Roma. El Circo Máximo, o Circo Massimo en italiano, se remonta a los orígenes de la ciudad: cuenta la leyenda que allí tuvo lugar el Rapto de las Sabinas, es decir, el secuestro de las más bellas mujeres sabinas durante unas pruebas deportivas y por parte de los fundadores de Roma. El área arqueológica del Circo Máximo ha abierto por primera vez al público tras la finalización de los trabajos de restauración y de excavación, que comenzaron en 2009.

El mayor circo de la antigua civilización romana, de unos 600 metros de largo y 140 de ancho, ha acogido todo tipo de eventos públicos a lo largo de la historia: competiciones hípicas, caza con animales exóticos, representaciones teatrales, ejecuciones, procesiones religiosas y triunfales... Por el valle pasó posteriormente un curso de agua conocido como Acqua Mariana, se convirtió en una zona de cultivos agrícolas y de molinos, en la propiedad privada de la familia Frangipane, en un cementerio judío y, a partir del siglo XIX, acogió un gasómetro, almacenes, manufacturas, empresas artesanales y viviendas.

Los visitantes pueden observar lo que queda de las antiguas letrinas o de los lupanares

La zona arqueológica del Circo Máximo se ha transformado en un museo al aire libre, con una terraza panorámica que permite contemplar el antiguo recinto alargado, partido en dos por una spina o muro central que estaba decorado con estatuas, templetes, estanques y dos grandes obeliscos egipcios que en el siglo XVI fueron trasladados a la Piazza di San Giovanni in Laterano y a la Piazza del Popolo. Los visitantes pueden acceder a las galerías que conducían a las gradas de la cávea y pueden observar lo que queda de las antiguas letrinas, tabernas romanas y lupanares, entre otras cosas.