Hace 175 años que el primer tren de la Península Ibérica iniciaba su recorrido, partiendo de Barcelona hacia Mataró un 28 de octubre de 1848.
Mucho ha cambiado desde entonces: la propia compañía que puso en marcha la locomotora ya no existe, las estaciones de partida y llegada fueron derruidas, el itinerario tenía una sola vía, y una larga lista de etcéteras.
Sin embargo, ese primer trayecto sentó un importante precedente para la historia ferroviaria española, mostrando los beneficios de este nuevo medio de transporte que en su día se calificó como revolucionario.
un hito histórico
Las primeras locomotoras datan de inicios del siglo XIX, pero no fue hasta casi medio siglo después que el mataronense Miquel Biada, por iniciativa personal, se dispuso a instaurar las primeras líneas de ferrocarril de España operadas por la Compañía el Camino de Hierro.
La llegada del tren significaba el fin de tediosos viajes en carruaje tirado por caballos los cuales, por norma general, sólo los ciudadanos adinerados se podían permitir.
El primer recorrido se planeó entre Barcelona y Mataró, uniendo la capital catalana con la localidad de nacimiento del empresario y principal responsable de su construcción. La línea pasaría por una serie de ciudades costeras, entre las que se incluye Montgat, El Masnou, Ocata, Premià y Vilassar.
Así, se levantaron las dos primeras estaciones de tren de la península. La de Barcelona se encontraba cerca de la actual Estación de Francia y fue construida por Martí Audinis y Domènec Tomàs. Por su parte, el edificio que constituía la estación de Mataró estaba ubicado cerca de la playa y fue construido por Josep Forns.
La expectativa era tal que el día de la inauguración ambas estaciones reunieron una gran cantidad de ciudadanos curiosos, más allá de los 900 pasajeros que tenían que viajar en esa locomotora, que no querían perderse tal hito histórico. La locomotora que emprendió el primer trayecto fue bendecida in situ por las autoridades eclesiásticas.
Por entonces, Mataró era una ciudad industrial en auge que destacaba en producción textil y metalúrgica. Pero hubo otro factor que ayudó a transformar la comarca del Maresme: la comodidad de los trayectos en tren propiciaron la llegada de la burguesía catalana al Maresme con objetivos recreacionales, donde gastaban su dinero.
el primer tren, pero no el primer intento
A veces no es posible hacer las cosas bien a la primera, y este fue el caso del primer ferrocarril de España.
Antes del exitoso proyecto de Barcelona-Mataró habían fracasado dos planes anteriores. El primero, en 1829, tenía que unir Jerez de la Frontera y El Puerto de Santa María, mientras que el segundo, en 1843, uniría las ciudades de Reus y Tarragona.
Finalmente, a partir de 1845 se empezó a preparar el plan que uniría la capital catalana con la principal ciudad del Maresme. La Compañía el Camino de Hierro había conseguido acumular una gran cantidad de capital gracias a inversores extranjeros y también locales.
Incluso con el proyecto aprobado, la empresa tuvo que afrontar varios contratiempos durante la construcción de la infraestructura ferroviaria, entre ellos los constantes boicots de pequeños propietarios que tuvieron que ser expropiados y también de una parte de la sociedad que todavía se oponía al desarrollo tecnológico, considerándolo una invención diabólica.
Pese a todo, las obras pudieron terminarse a tiempo y la inauguración tuvo lugar dentro del plazo previsto, pero el acto no fue del todo como se esperaba. Unos meses antes de que se realizara el primer trayecto Miquel Biada murió, sin llegar a presenciar la puesta en marcha de su gran proyecto.

Primer tren España
Una réplica de la locomotora "Mataró" en el Museo del Ferrocarril de Vilanova.
Museu del Ferrocarril de Catalunya
CONMEMORACIÓN DEL 175 ANIVERSARIO
Desde aquella magnífica inauguración, el ferrocarril español se ha instaurado y desarrollado hasta crear las complejas redes ferroviarias que conocemos a día de hoy. Mucho ha ocurrido desde entonces:
En 1855 se aprobó la Ley General de Ferrocarriles.
En 1912 se puso en marcha la primera línea electrificada.
En 1941 se crea Renfe, la actual compañía de transporte ferroviario español.
En 1991 Mercè Sala pasa a ser la primera mujer que preside Renfe.
En 1992 se inaugura el primer tren de alta velocidad.
Ninguno de los dos edificios que un día constituyeron las primeras estaciones de tren de España existen en la actualidad, pero todavía podemos visitar algunos elementos relacionados con su historia. En el Museo del Ferrocarril de Madrid se conserva el reloj de pared que colgaba en la estación de Barcelona. Además, en Vilanova podemos encontrar una réplica del primer tren que viajó por la Península Ibérica.
Para conmemorar el 175 aniversario de este hito histórico, la ciudad de Mataró y el Museo del Ferrocarril han preparado varios actos que guardan una estrecha relación con la historia ferroviaria del país.